¿Una mujer Presidenta de Estados Unidos?
Dicen algunos sociólogos y politólogos que política,”…es el arte de esperar su momento…”, y quien mejor que los políticos norteamericanos para entender este apotegma.
Las elecciones del 8 de noviembre del 2016 en Estados Unidos resultarán ser una de la más importantes de los últimos 50 años, pues en la las mismas no solo se elegirán a los electores del Colegio Electoral de ese país, sino que también se votará por el 45 presidente o presidenta de esa importante nación ubicada en Norteamérica.
Hasta ahora hay muchos aspirando tanto en el partido Republicano, como en el Demócrata, ambas organizaciones conformadoras del antidemocrático bipartidismo norteamericano. En las lides del conservador Partido Republicano se rumora que la candidatura de Jeb Bush es invencible, y algunos ya la perciben como el continuador de la estirpe presidencial, que parece ser una tradición familiar.
Sin embargo, en los últimos días se comenta que el perdedor de Mitt Romney piensa lanzarse a buscar ser el contendor del que elijan los demócratas, a lo que el ex candidato republicano dijo que se referirá en los próximos días. Pero dentro del abanico de aspirantes a la nominación presidencial por los republicanos también están compitiendo, y con muchas posibilidades de salir uno de ellos el próximo inquilino de la Casa Blanca, los senadores por New Jersey y Texas Chris Christie y Ted Cruz, y el gobernador de Arkansas Mike Huckabee.
En el caso de las mujeres presidenciables dentro del Partido Republicano, el poder se le aleja a esa organización política, ya que esta coyuntura no les pertenece, pues ninguna de ellas brilla como astros con luz propia en la cotidiana arena por el mando del gobierno norteamericano. Por ejemplo, si echamos una mirada a la ex candidata a la vicepresidencia fundamentalista y figura de primer orden de lo que se ha llamado dentro del republicano el tea party, nos referimos a Sara Palin, ésta ha asumido un bajo perfil que da la sensación de que no está en estos momentos detrás de la posición número uno dentro de la boleta republicana. Y es que luego de la derrota que sufrió la Palin, no presenta posibilidades de éxito su discurso en aras de cortejar a los votantes de su partido.
En cuanto a las féminas republicanas Nikki Haley y Susana Martínez, es notorio que estas mujeres no han concitado la pasión necesaria entre los sectores moderados norteamericanos para crear un perfil presidencial que le permita alzarse con la candidatura en cuestión. Si hay una mujer con todas las condiciones para competir con buenos resultados dentro las filas republicanas, esa es Condoleezza Rice. Esta señora presentaría sólidas posibilidades de alzarse con la “ñóña”, como le llamamos en nuestro país a la banda presidencial. Rice ha sido siempre una mujer de Estado dentro de las huestes republicanas, pues fue ex consejera de seguridad y ex secretaria de estado. Dentro de los conservadores votos republicanos Condoleezza Rice es considerada del establishment norteamericano, y además le atribuyen pertenecer al “Clan de los Bush”, lo que no le favorece en esta contienda electoral interna, ya que ella nunca buscaría enfrentar a sus mecenas, la familia Bush, y sería un craso error de su parte retar a Jeb Bush.
Del lado del Partido Demócrata, la situación parece favorecer sobremanera a las mujeres. A pesar de que tanto Joe Biden, actual vicepresidente norteamericano, y Andrew Cuomo, gobernador de New York son huesos duros de roer, no se dan señales de que en esta parcela política norteamericana habrá sorpresas. Por el lado femenino de los demócratas, y viendo de que la curul que ocupa la senadora por New York, Kirsten Gillibrand, le da una catapulta de proyección que le permite posicionarse en el electorado por la importancia de la plaza, su discurso no ha calado dentro de los votantes demócratas. Del lado de las aspiraciones presidenciales de las senadoras por Massachusetts y Minnesota, Elizabeth Warren y Amy Klobuchar, la parafernalia de ambas se siente timorata ante la de los hombres de ese partido.
Sin embargo, hay una mujer que viene trabajando su posicionamiento desde varios años atrás, y ella se proyecta como una estrella que alumbra con resplandeciente fulgor en el firmamento, con todo un largo trecho recorrido en el difícil camino hacia la casa presidencial de Washington (ya estuvo allí como Primera Dama), encarando situaciones que solo por su férrea personalidad de estadista la pudo superar: esa mujer es la actual secretaria de estado, Hillary Clinton. De Hillary que según algunos analistas, ella ha sido la “reina detrás del trono” en el exitosísimo interludio gubernamental de su esposo Bill. El escandaloso caso de la ex becaria Monica Lewinsky fue manejado de manera magistral, sin que el affaire le perjudicara a la pareja de puesto en la Casa Blanca en ese momento. Parece haber llegado el tiempo de Hillary.
Indiscutiblemente que es de las filas del Partido demócrata desde donde salen las grandes sorpresas de la política norteamericana, y una postulación de una mujer a la presidencia de los Estados Unidos parece estar en la agenda de esa organización partidaria. Y es que luego de un presidente negro, se intuye haber llegado el momento para que una mujer sea la presidenta de Estados Unidos. Y en el caso de Hilary Clinton, esta moviliza a grandes sectores de la vida norteamericana. Desde las Ongs feministas hasta los decisivos grupos de hispanos, que votarían en masa por esa opción de poder.
El desenvolvimiento de los acontecimientos dentro de los dos grandes partidos será el que dirá la última palabra. Pero a pesar de todo, parece vislumbrarse que será una mujer la que va a dirigir los destinos de la gran nación del norte.