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En una entrega reciente, opinamos sobre una sorpresiva visita del Presidente de la Suprema Corte de Justicia al Palacio Nacional, en procura de entrevistarse con el presidente Luis Abinader.
El Dr. Luis Henry Molina no pudo conversar con el Presidente de la República, pero sí mantuvo una conversación con el ministro Paliza, con la que dejó encaminada su comisión.
Dijimos en ese momento que la comisión del Dr. Molina estaba motivada por las amenazas del exprocurador Jean Alain Rodríguez de denunciar los empresarios corruptores; y además afirmamos que el mensaje del presidente de la Suprema, procedía del expresidente Danilo Medina.
Definitivamente al expresidente Danilo Medina no le ha quedado más remedio que hacer uso de la información, que sin dudas es un recurso que le sobra a todos los expresidentes. La información es poder, siempre y cuando esté en manos de personas inteligentes; y Danilo Medina puede ser muy terco, pero también es muy listo.
En dominicana usamos mucho el refrán “lo cortés no quita lo valiente”, y es normal que en un evento social o de otra índole, los adversarios políticos se vean y se saluden; pero si ese saludo, o ese encuentro puede evitarse por razones políticas, los encargados de agenda y protocolo de los líderes políticos, se empeñan a fondo en evitarlos.
Eso no fue lo que ocurrió con dos personalidades políticas, como el Presidente de la República, y el expresidente Medina; estos líderes enfrentados por serios eventos judiciales en los dos últimos años, se encontraron en el sepelio de la madre de la familia Montas Domínguez; un saludo cortés y afectuoso, hubiera sido suficiente, y no despertaba ninguna de las especulaciones que ya comienzan a rodar.
Pero, los dos adversarios mantuvieron una conversación de casi media hora, y tenemos muy bien sabido que ninguno de ellos es dado a perder el tiempo.
¿Qué conversaron? ¿Qué puede ser más importante para Danilo Medina que sus hermanos presos? ¿Qué necesita Luis Abinader en estos momentos de Danilo Medina?
La respuesta la tiene un negociador del estrecho círculo del expresidente Medina, el Sr. Magín Díaz, exdirector de Impuestos Internos. Fue en una visita pautada a la Presidencia de la República; no cometió el error de querer conversar con el presidente Abinader sin anunciarse, como aparentemente pasó con el Dr. Molina.
Todo nos indica que las conversaciones y los entendimientos entre Luis Abinader y Danilo Medina han pasado de los encuentros personales a las comisiones de personas relacionadas con ambos.
Los problemas de Danilo Medina son altamente conocidos; los de Luis Abinader se los están mostrando las encuestas y los sondeos de opinión.
Como dijimos antes, la información es poder; pero el poder, casi siempre se usa según mandan las circunstancias y según convenga al mismo poder. Veamos amigo Sancho ¿se entendió esto?