Un turismo que nos incluya a todos
La República Dominicana, con su clima cálido y su belleza natural, ha sido un destino turístico de renombre durante mucho tiempo. No obstante, para mantener y mejorar esta industria, es imperativo reevaluar nuestras políticas públicas y adoptar un enfoque más inclusivo y sostenible.
Históricamente, las políticas relacionadas con el turismo dominicano se han centrado en atraer inversionistas y crear un entorno propicio para el crecimiento del sector. A pesar de su papel fundamental en ese aspecto, es esencial expandir los incentivos fiscales y considerar cómo estas políticas pueden beneficiar a la población local.
Los incentivos fiscales, han sido una herramienta efectiva para el crecimiento del sector turístico. Ahora bien, estos deben ajustarse en función de que aseguren su efectividad, que reflejen una visión más inclusiva y responsabilidad, que sus beneficios demuestran más y mejor compromiso con la población local. No se trata solo de obtener ganancias, sino de contribuir con el cuidado y bienestar de la comunidad.
La Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (ASONAHORES) ha liderado este enfoque de relevancia internacional, promoviendo un turismo sostenible y responsable. Ahora hay que desarrollar iniciativas que fortalezcan la inclusión en el sector y promuevan los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Su impulso sería una forma de estar a la altura de las demandas internacionales, se requiere la colaboración de los Ministerios de Turismo y Planificación, Economía y Desarrollo y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Esta necesidad promovida por ASONAHORES, enfatizada en diferentes escenarios, de llamar a los sectores productivos aprovechar esta industria para aumentar, diversificar, tecnificar y humanizar sus actividades, crear la base para elevar la calidad de los dominicanos.
Esto demuestra que los principales actores de la industria turística dominicana reconocen la importancia de la sostenibilidad y están dispuestos a dar pasos concretos hacia un modelo que sea más inclusivo, seguro y beneficioso para todos los sectores.
Ahora bien, los incentivos fiscales son un medio valioso, como también necesario democratizar su acceso. Esto significa que las empresas turísticas beneficiarias pueden asumir una parte de la realidad social donde operan para impactar positivamente.
Por ejemplo, Mantener adecuadamente las vías de accesos a sus instalaciones, mejorar su iluminación, arborizada y cambiar otros aspectos relacionados con su estética y la conectividad con la comunidad local. Esta práctica sería sinónimo de una expresión de ese compromiso, de reconocer la importancia de la integración, la sostenibilidad y la de sobrevivencia de esta actividad humana.
El esquema de «todo incluido» en el turismo debe incluir a todos, extender sus beneficios a la población local y minimizar sus efectos adversos. Como compromiso social de las empresas convendría, su participación activa en las comunidades en las que operan es estar a tono con la perspectiva mundial.
La circunstancia manda no dejar solo al Estado en este aspecto, la voluntad del Consejo de Fomento Turístico (CONFOTUR) y de otras instituciones del gobierno para proteger a los residentes de esas zonas de desarrollo turístico han sido respuestas imprescindibles.
De modo que una manera de lograrlo es motivar a las empresas turísticas, especialmente las que están ubicadas áreas receptivas de turismo de La Altagracia, a invertir en esas comunidades. Patrocinar el buen estado de los espacios públicos abiertos, por ejemplo, las avenidas de Barceló y España en Verón-Punta Cana serían un gesto significativo. De ninguna manera es quitarle responsabilidad al gobierno local. En lugar de depender únicamente del Estado, el sector privado puede contribuir en su adecuación, es un deber compartido o forma de cooperación.
Es hora de considerar un cambio en la gestión pública del turismo en la República Dominicana, centrándose en el fortalecimiento del producto turístico y conciliar los intereses colectivos con los privados. La planificación estratégica de desarrollo turístico debe reflejar los intereses de todas las partes interesadas.
En última instancia, nuestro objetivo es claro: un turismo que beneficie a todos los dominicanos y que sea sostenible y responsable. Solo a través de la colaboración activa entre el sector público y privado, juntos, podemos alcanzar este objetivo y garantizar un futuro próspero para nuestra industria turística.
Entonces, hay que convenir el mirar más allá del enfoque de «todo incluido» en el turismo y dirigir nuestra atención hacia una herramienta que sea verdaderamente inclusiva y sostenible. Esto implica una mayor responsabilidad por parte de las empresas turísticas, el gobierno y la comunidad local.
Solo a través de una colaboración activa podemos lograr un turismo que beneficie a todos los dominicanos y que garantice un futuro próspero y sostenible para nuestra industria turística.
jpm-am
como dominicana siento que estoy excluida de muchas playas porque cualquier empresario turístico o inmobiliaria cerca la playa, dejándole al pueblo una orilla y a veces ni eso. esto es sobretodo frecuente en punta cana. no quiero ese modelo en todo el país que es el que promueve el gobierno. por otra parte, ya es hora de que esos beneficios fiscales se vayan terminando porque ya. el país necesita que paguen impuestos ajustados a sus gananci