Un activismo de críticas
Es común, quizás más de lo que muchos deseamos, ver a activistas sociales y a miembros de organizaciones no gubernamentales quejarse de las debilidades del gobierno, del que sea, por favor no le ponga partido.
Pero sus acciones en apoyo de un cambio quedan cortas y no pasan de condenar lo que consideran desacertado, sin aportar soluciones, aunque puedan hacerlo.
En el caso de las entidades, es como si los fondos que recibieran para trabajar fuesen destinados solo a denunciar, por ejemplo, que en el barrio hay una cañada que contamina, que provoca enfermedades diversas y ya sabe usted que más.
Pero su labor no llega al punto de ayudar a remediar ese problema.
Nunca he entendido por qué el Poder Ejecutivo asigna en el presupuesto general partidas para que organismos no oficiales hagan lo que está obligado a hacer.
Sí, claro, es igual de incompresible y de manido que legisladores reciban fondos para asistencia social.
A veces pasma la actitud de personas y de organizaciones seudosocialistas frente a situaciones en las que con su accionar, con su primer paso podrían mostrar que es posible un cambio.
Sorprende que hasta en escenarios en los que está afectada la salud de un ser humano, estos “propulsores” de la justicia social, de la equidad, en lugar de tender la mano arremetan contra el sistema, que no cubre, que deja morir a los pobres, etc, etc, etc.
Todos conocemos, o eso creo, las carencias que permean a este Estado, pero ante situaciones de urgencia, criticar y quedar en la crítica no aporta.
Frente a realidades de esa índole, usted tiene dos alternativas o coopera, si puede o no lo hace si en verdad no puede.
Pero si tiene la posibilidad de aportar y en vez de desprenderse limita su acción a acabar con las autoridades ¿cuáles es la diferencia entre usted y ellas?
JPM
la diferencia? que a las autoridades se les asigna un «bojoton» de cuarto para resolver y a mi no!