Temas peledeístas

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EL AUTOR es dirigente del PLD. Reside en Washington.

Alegría y optimismo sentimos de pertenecer a un partido político que sabe mantenerse en el poder y cuenta con un presidente que goza de alta popularidad a dos años de las próximas elecciones. Muy contentos también por la algarabía y efervescencia que generó la campaña electoral interna, cuando los candidatos al Comité Central presentaron sus propuestas y promovieron sin cesar los emblemas del partido de la bandera morada y la estrella amarilla, durante los meses que transcurrieron para la culminación del VIII Congreso Norge Botello. Se trató de un bien coordinado trabajo de marketing político que aliviará la carga económica y el esfuerzo humano a emplear en la campaña del 2016; aunque dejó lecciones pendientes para mejorar la salud del partido fundado por Juan Bosch. A pesar de ello, las ejecutorias puntuales en la administración pública reflejan dinamismo y profundizan el carácter social del gobierno; y a la vez, aseguran la necesaria gobernanza que busca seguir colocando al país en el mismo trayecto del desarrollo humano. Es una obra maestra del PLD, organización empeñada en lograr la modernización y el bienestar de la sociedad dominicana; que no acostumbra a dormirse en sus laureles y sabe perfectamente que a pesar de los desaciertos de la oposición, aún fragmentada; de los elevados niveles de popularidad del Presidente Medina; de la reactivación de sus cuadros medios; de la aceptación que por encima del 50 % tiene como partido; del lanzamiento de varios precandidatos en busca de la presidencia de la República; debe emplearse a fondo para concluir con éxito este período de gobierno, y de paso, ganar las próximas elecciones generales. El PLD cuenta entre sus opciones presidenciables con Leonel Fernández, considerado el dirigente más depurado de sus activos, y quien ha construido además un liderazgo muy sólido a nivel internacional. Nadie ha influido tanto como él en el proceso de modernización de la sociedad dominicana. Es el único dominicano vivo que ha gobernado en tres períodos, el que mayor crecimiento ha logrado a favor de la economía dominicana, el que mayor fortalecimiento institucional ha conseguido a favor del aparato estatal y el que ha elevado la imagen de la República Dominicana a los más altos escenarios de la comunidad internacional. Constituye la fortaleza electoral y la garantía de estabilidad más sólidas, con las que cuenta el país, de cara al 2016. Bastaría con recorrer el territorio nacional y ver la base material y reconocer la fortaleza emocional de la nueva sociedad dominicana encontrada por el Presidente Danilo Medina en agosto del 2012, para darnos cuenta que se encaminaba a dirigir un gobierno de éxitos. Además se suma a ello la forma inteligente que ha utilizado para maximizar resultados, sumarle su estilo y hacer un gobierno bueno, humilde y con apoyo, en beneficio de todos. Basta con seguir de cerca el cumplimiento de su palabra en la ejecución de su obra, para darnos cuenta de las grandes fortalezas que su administración va dejando en la conciencia dominicana y en el cuerpo del PLD. Sin embargo hay que admitir situaciones a superar, como son: la falta de apoyo al liderazgo local, el escaso seguimiento institucional al desarrollo político y académico de los agentes dedicados a las tareas de partido y de gobierno, la falta de oportunidades para los compañeros que esperan poner en práctica lo aprendido en 40 años de militancia política; la falta de reconocimiento al desarrollo profesional y político de los que se han preparado y de la juventud del partido; la insolidaridad manifiesta entre los compañeros que trabajan en el gobierno y los que perseveran en la base de la organización; entre otros temas propuestos, pero no ampliamente discutidos en el pasado Congreso. Como situaciones a reflexionar para superar están los casos de militantes honorables que se han visto abandonados, olvidados, ignorados y hasta abusados sin que su partido haya sacado la cara por ellos para reconocerlos, recordarlos y defenderlos. Situaciones importantes que bien podrían ser temas candentes de debate para buscarles solución en talleres, seminarios y conferencias pendientes de realizar. Los adversarios políticos, sumados a un segmento reducido pero mediáticamente poderoso de la sociedad civil magnifican y llegan al extremo de considerar errores cometidos en nuestros gobiernos, como sombras que vienen de las nubes de nuestro partido; y lo sospechoso es que todos los atribuyen al gobierno más reciente de Leonel Fernández. Pero hay que aclarar que no todo lo negativo que se ha querido vender a la población acerca de ese gobierno es cierto. Por lo tanto, la percepción de que con Leonel de candidato estaríamos en desventaja, es equivocada y viene de una estrategia diseñada por la oposición para debilitar la unidad del PLD e impedir que continúe en el poder. Ahora bien, no podemos negar que esa percepción negativa aumentó debido a cuestiones poco comprendidas de su estilo de gobernar y a los intríngulis e intereses defendidos por una parte conocida pero muy descalificada de la sociedad civil. Por su parte, el panorama actual creó el escenario ideal a las declaraciones recientes del Presidente del Consejo Directivo del Indotel, Gedeón Santos, quien señaló que el candidato que mantendrá al PLD en el poder más allá del 2016, no se había lanzado todavía. Lo que llevó a muchos a pensar que se refería a las declaraciones del ex presidente Fernández en San Cristóbal, de que “vientos soplan, de manera rápida, a su favor”. No sabemos aún si dichas declaraciones se referían a esos vientos que hace rato comenzaron a soplar a favor del próximo candidato de la convivencia dominicana; o más bien a las legítimas aspiraciones del que cree en el poder de atreverse. Uno de los más recientes precandidatos tirado al ruedo político para lograr la candidatura presidencial del PLD, es mi querido profesor de Derecho Civil, Reynaldo Pared Pérez. Un hombre prudente, pero que no baraja pleito y sabe muy bien que solo tirado a la calle E Pa’ Lante que va; aunque se da cuenta que ni Leonel ni los demás van a detenerse. Siendo presidente del Senado y Secretario General del partido entiende que tiene en sus manos un gran desafío; y cuando ha tenido que referirse a este tema, ha dicho con firmeza, que desea ser un candidato de consenso y que por eso y por principio no apoya ataques en contra de ningún compañero, pues al final de la jornada, todos tendremos que coincidir frente a cualquiera de los adversarios. Por la historia y las declaraciones de Reynaldo, estamos seguros que cualquiera que sea el candidato del PLD para las elecciones generales del 2016, contará con su trabajo incansable y él procurará a su favor todo el apoyo del partido, del gobierno y el voto de la mayoría del pueblo dominicano. De manera que el candidato del presidente será aquel que más convenga al partido y al país. Será el resultado de una escogencia que en su tiempo y de manera prudente tomará el PLD. Nada más y nada menos ha dicho Leonel Fernández: “debe ser una decisión bien tomada, luego de asegurarnos que hemos hecho todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar y permitir que Danilo Medina realice una excelente obra de gobierno”. En eso está el presidente del partido desde que se empleó a fondo para dejar al PLD en el poder, en las manos de Danilo Medina Sánchez. No cabe duda que a favor del proyecto de nación que construye el PLD, están siempre en primera fila Danilo, Leonel, Margarita, Jaime, Rafael, Reynaldo, Gedeón, Francisco, José, Temo, Segura, los demás precandidatos y por supuesto todos nosotros. En definitiva, el candidato del presidente es aquel capaz de abrazar hasta el final, de manera solidaria y entre todos, el trabajo sagrado de realizar el mejor de los gobiernos. Si antes del 16 de agosto del 2012, Danilo Medina era considerado por muchos un compañero solidario; tenemos que estar absolutamente seguros de que el 16 de agosto del 2016, concluirá su mandato, quedando valorado por todos ante la historia como tal y como un presidente muy solidario con su pueblo. Una obra más que logrará mayor bienestar en la población dominicana, honrará la memoria de Juan Bosch y seguirá llenando de gloria la vida del Partido de la Liberación Dominicana, que gobernará, según confía Leonel Fernández y aprobará el pueblo dominicano, hasta el 2044.

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