TAILANDIA: Elevan a 21 los muertos en explosión Bangkok
Las autoridades tailandesas han elevado a 21 la cifra de muertos en la explosión producida este lunes junto al santuario de Erawan en Bangkok, al tiempo que siguen la pista de un sospechoso de aspecto asiático que fue grabado por cámaras de seguridad poco antes del atentado. En las imágenes, se acerca al lugar con un bulto.
Por lo tanto, de momento se descarta que los rebeldes separatistas musulmanes del sur del país (de mayoría budista) sean los autores del ataque, ya que no coincide con sus «tácticas habituales», ha manifestado el jefe del Ejército tailandés.
El jefe de la junta militar, el primer ministro Prayuth Chan-ocha, también ha pedido a las fuerzas de seguridad que identifiquen al sospechoso, ya que por ahora «no se sabe quién es».
«El tipo de bomba usada tampoco concuerda con la forma de actuar en el sur», ha dicho el jefe de la Fuerza Real tailandesa y viceministro de Defensa, general Udomdej Sitabutr, durante una entrevista televisada. En este sentido, el jefe de la policía tailandesa, Somyot Poompanmuang, ha declarado que la explosión se produjo por una bomba de fabricación casera.
Hasta ahora nadie ha reclamado la autoría del atentado y las autoridades aún no han culpado a ningún grupo por un suceso que el Gobierno ha calificado como un ataque a la economía y el turismo de Tailandia: «El artefacto fue diseñado para matar a tantas personas como fuese posible, ya que el santuario está lleno de gente en torno a 18:00 y 19:00 horas», ha lamentado un portavoz de la policía.
El último balance indica que hay 21 muertos y 125 heridos. Por su parte, la agencia oficial china Xinhua ha confirmado que entre los fallecidos había tres ciudadanos de este país y se sopecha que hay más extranjeros entre los fallecidos, aunque hasta ahora las informaciones son confusas.
Mientras, los equipos de la policía científica continúan trabajando en el lugar de la explosión ya que, según Udomdej, la investigación no quedó completada el lunes.
Un escenario terrorífico
Motocicletas quemadas y tiradas por el suelo con neumáticos deshechos junto a la entrada del santuario de Erawan y un crater de cerca de dos metros en la callle, esta es la imagen que ofrece a primera hora de la mañana el lugar de la explosión. Un escenario que muestra los restos del «peor ataque» que jamás ha vivido el país, según el jefe de la junta militar que gobierna el país, Prayuth Chan-ocha.