Subir impuestos y bajar gastos
Si crecemos con baja inflación, ¿por qué aumentar la presión impositiva en República Dominicana? me preguntan todos, y respondo claramente, porque una mayor recaudación daría un superávit primario y se tendrán más recursos extras para el clientelismo político y las obras prometidas que quieren dejar los presidentes para justificar que cambiaron el país y cumplieron sus promesas.
Suba de los impuestos indirectos, regresivos, inflacionarios, que no discriminan y recaudan mucho pronto, como itebis tienen bemoles políticos y Danilo Medina debe hacer algo diferente para adecentar el sistema impositivo.
Dilema en Palacio hoy, es como utilizar ahorro en costos, por la baja del petróleo: Para invertirlos, o para bajar el déficit, o una combinación de ambos, es la apuesta callada.
Ganarán los que insinúan gastar más. Hay tantas necesidades y nadie quiere esperar, por eso quieren mayor presupuesto financiado con impuestos. Ya se subió el itebis, medicamentos suben y todos sufriremos de la presión.
Vienen cambios por la ley 253-12 que prevé disminuir de 28% al 27%, un punto, la tasa de impuestos sobre los beneficios; estabilizar todo el ITEBIS, o impuesto al valor agregado nacional con el 16%, y aumentarlo del 13% al 16% para rubros de canasta diaria, que originalmente pagaban un 8%. Quitan uno y suben 3. Nada mal para empezar.
Un pacto fiscal más equitativo es necesario. El 2015 nos llegó con una cruz a cuesta.
Los fiscalistas dicen a diario, debemos tener más recaudación para igualarnos a presión de otros países que tienen mejores recaudaciones con menor crecimiento que República Dominicana y citan a Nicaragua, Guatemala y Honduras. Miremos eso en detalle.
Un solo dato, entre el 1992 y 2014 los ingresos tributarios a nivel nacional recaudados, pasaron de RD$46,416 a RD$312,064 millones; la recaudación aumentó monstruosamente, por eso los ingresos del Fisco crecieron 16.8%, en términos reales, en promedio, superando el 14.76% del producto, PIB Nominal, aunque los ingresos en cuatrienio del 2008 al 12 solo crecieron al 8.69% y el producto un 10.64%, reflejando alta evasión y necesidad de recaudar donde se está creciendo más, o cerrar las exenciones, una de dos. Ver datos de Arturo Martínez Moya, DGII y Banco Central.
Datos oficiales dicen que crecemos como nunca y aún pedimos más impuestos porque hay más pobres. «Queremos más recaudaciones, para crecer más. El Pacto Fiscal es la única salida para elevar la presión tributaria, mantener un adecuado nivel de gasto y lograr un superávit primario que garantice la sostenibilidad de la deuda al 52%».
Es la idea en Palacio, que le repiten al Presidente.
La excusa es, nuestra presión tributaria es baja en República Dominicana y necesitamos más ingresos, DRCAFTA nos quitó mucha recaudación en Aduanas y no vemos el beneficio acumularse en las arcas fiscales.
Todos los ministerios quieren y necesitan aumentos y los libramientos no dan lo que se necesita.
Ahora bien, no te dicen que la feroz carga tributaria, las tasas, pagos a seguridad social y peajes no afecta solamente a los productores o al sector privado en general. Esta fenomenal carga impositiva también impacta en el bolsillo de la gente que trabaja en relación de dependencia que no tiene sueldos gigantescos.
Por eso la protesta de los sindicatos y el pedido de técnicos casi afines al gobierno para que la gente no pague más impuestos por tramos más altos o por valor agregado.
Es que los aumentos prometidos de salarios que recibirá la gente son para compensar parte de la inflación, ponerse al día y renovar menajes de casa renovables.
Como a esos aumentos el Estado los considera mejoras salariales, suben el tramo impositivo, terminan siendo una carnicería impositiva, porque se cobra más impuestos sobre salarios que están cayendo en términos reales.
Pero supongamos que no hay inflación, que es baja, solo del 2.8%, según el Banco Central y que el gobierno aumente la carga tributaria como la aumentó en todos estos años con itebis, placas y patrimonios ajustados, entonces, es falso, que el aumento del gasto público genere un incremento del nivel de actividad ante la mejoría en el déficit fiscal o que para aumentar consumo y sostener la obra pública y los planes sociales que, en rigor, no son otra cosa que clientelismo político, que se deben subir más los impuestos.
Todo el dinero que se le quita al sector privado vía impuestos y tasas es menos capacidad de consumo que tiene el sector privado, o menor capacidad de ahorro que luego se traduce en menos crédito para el consumo y la inversión, porque aunque al gobierno no le guste, el crédito no se imprime.
Este se genera vía el ahorro que no es otra cosa que sacrificar consumo presente por consumo futuro. El aumento del gasto público, que en la era del León de Villa Juana, fue fenomenal, se financiaba con más carga tributaria y aun así no aumentaba la demanda global, como dicen nuestros keynesianos fiscalistas.
La demanda global total es la misma, lo que cambiaba es quién consume y quien conseguía más. En el modelo económico de Leonel, con la presión impositiva, el cajero del banco, el empleado de comercio, el camionero, etc., etc., consumen menos y se eximen de lujos por los impuestos que se pagan, pero consumen más los que reciben recursos de impuestos, bajo la forma de programas sociales u obras públicas, es decir, pueden consumir más, gratis, los militante del partido en el poder, y los pobres que pagan poquitos impuestos directos, pero mucho indirecto para su nivel de ingresos.
Son los sin empleos, que por solidaridad financiamos, los que producimos, ¿Verdad?
Las tarjetas Solidarias, canastas, bono luz, gas, becas y demás regalos, han aumentado un 200%. Mire erogaciones ejecutadas de Noviembre a diciembre y llore. Y recuerde agregar los Reyes Magos, millones más, y sufra más.
El problema adicional es que eso no sólo, no aumentó el nivel de actividad global con el mayor gasto público, sino que se beneficiaron quienes consiguieron un cargo público con altos beneficios, o el que recibió el dinero del contrato estatal. Estos no borronean y esconden sus bienes y efectivo, por el temor de no saber justificarlos. Alta evasión.
No es que la plata no alcance, como comúnmente se dice, sino que los bienes no alcanzan para todos a buen precio. Billetes de papel sobran y ahí crédito.
Lo que no sobra es, gasolina, pan, carne, pollo, trigo, leche, etc. porque el Estado desestimula con la carga impositiva.
Espanta las inversiones con sus regulaciones, impuestos, tasas, con anuncio de una luz más alta, aumento de salarios obligados y robos en aumento, por lo que se gasta hoy más en vigilantes que en la cocinera de la casa.
Esto hace que, al no haber inversiones, no pueda crecer la capacidad de producción y falten bienes.
Cada vez hay menos gente produciendo y más consumiendo sin producir. Ahora, si el gobierno financia el aumento del gasto público con emisión monetaria, el M2, que calcula el Central entonces sube y se liquida a la gente con el impuesto inflacionario.
Esto no pasa porque lo controla Junta Monetaria, se prohíbe imprimir billetes sin control.
La otra opción es financiar el aumento del gasto colocando bonos que compren los ahorristas japoneses, italianos, ingleses, alemanes o norteamericanos. En ese caso, en el corto plazo, el Estado puede gastar más sin quitarle poder de compra al contribuyente, pero en el largo plazo habrá que pagar esa deuda más los intereses en dolores y es ahí cuando cae la demanda de la gente. En definitiva, acá no hay magia.
No es que el gasto público produzca la multiplicación de los peces y permita que la gente acceda a más bienes y servicios por arte de magia. No es que no se pueda bajar los impuestos por los planes sociales y la obra pública presupuestada.
No se pueden bajar los impuestos porque se acaban los recursos para el clientelismo político, y la repartidera con elecciones en 16 meses.
La comodidad de los impuestos indirectos, mucho más fácil de cobrar que los directos, es el camino equivocado y trae más inflación. Mire esto.
Un galón de gasolina paga un impuesto específico de 71 pesos, más un impuesto del 16% sobre el Precio de Paridad Importación de 12 pesos, hoy. Son $83 por galón. Eso es abusivo, y deben bajarse si queremos dinamizar nación, pero no lo harán, pues es dinero fácil y sin protestas.
Los precios de combustibles deben bajar más ya que aumentado base itebis lo compensan, pero nadie ve eso.
Bajen del 16% al 14% y se moverá todo, llegando más barato y creceremos al 9%.
Además de ser científicamente incorrecto afirmar que el aumento del gasto público genera más actividad, lo concreto es que los fiscalistas encontraron en Keynes la excusa ideal para transformar el país en una gran villa de oportunistas y, de paso, dar lugar a los casos de corrupción más resonantes de la historia Rep. Dominicana.
Todo en nombre del gasto público. Gastemos más, que pague el otro.
Pacto Fiscal viene. Cero nuevos impuestos indirectos queremos. Cobremos más a los que se lo ganan suave, mire sueldos de poderosos.