Semántica económica
La soga de varios cabos (rara) es un tipo de soga que nunca se sabe por dónde se va a romper aunque se sabe que por el lado más flaco de uno de los tantos cabos. Así es República Dominicana como soga de muchos cabos que no se sabe por dónde se va a romper aunque siempre por el lado flaco, como veremos luego. Ahora bien, qué es lo que se va a romper en República Dominicana vista como soga de muchos cabos que se rompe por el lado más flaco? Por el momento nada porque ya República Dominicana está rota en mil pedazos pues todos sus cabos se halaron y la rompieron por el lado más flaco tras la caída del régimen de Trujillo. Hace unos días la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (Anje) dijo que una de las fallas del Estado como entidad es la falta de control en el manejo de los fondos públicos. Según Anje, se obvian los artículos 25 y 36 de la ley de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, sobre la necesidad de una ley de Responsabilidad Fiscal que establezca consecuencias sobre omisiones y desviaciones con la que se administra los fondos públicos. Además de Anje, todo el mundo ha opinado sobre el cuestionable manejo de fondos públicos, incluyendo la Cámara de Cuentas. Sobre el particular habría que preguntarle al Dpca para que revele el record de condenas específicas en el tren administrativo. De otro lado, el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) considera el Estado como perenne creador de nuevos organismos estatales, empleos públicos, programas de asistencia social y subsidios; barajador del presupuesto nacional, responsable del crecimiento exponencial del endeudamiento público, concentrador del crédito en actividades de consumo y responsable del 65% del empleo informal en República Dominicana. Se le olvidó al Conep la corrupción administrativa y la mano de obra haitiana que desplaza la dominicana. Mientras, el ministro de Economía y Planificación, Temístocles Montás, destacó que el PIB de 2013 fue de US$103,000 millones. De su parte, el presidente Danilo Medina dijo que después de 2012 se crearon 200,700 empleos, la mayoría de ellos formalizados en el sector privado, y que 528,061 personas (6% de la población estimada) fueron sacadas de la pobreza y se convirtieron en clase media baja. El Banco Central baja el telón al descubrir en el año 14 del siglo XXI la dispersa tendencia de altos ingresos de personas o actores “que se la buscan” fuera del sector formal de la economía, entre estos trabajadores técnicos de nivel medio, empleados de oficina, trabajadores de los servicios, operarios, conductores y trabajadores menos indicados. Por lo tanto es propicia la ocasión para que el Banco Central erradique el PIB que recomiendan los organismos internacionales y oficialice el cálculo de la riqueza material mediante el “PIB del Sector Informal de la República Dominicana”, a ver qué pasa. Sería una manera de involucrar el Estado con la informalidad de la economía y no como sector productivo de la economía como otro cualquiera, como he venido explicando. Lo único que cuando lo hago parto de la formalidad (Ref./Google: “PIB 2.0 – Pacto por la Productividad”). Una vez puesto en práctica el “PIB del Sector Informal de la República Dominicana” de parte del Banco Central cabría preguntar de quién o quienes dependen las personas o actores del sector informal teniendo en cuenta “lo que hacen o a lo que se dedican” para ganarse la vida. La respuesta sería la siguiente: “El trabajo, actividad o dependencia de las personas o actores del sector informal es consecuencia de la productividad que genera el sector formal de la economía (Bienes y Servicios), de lo contrario estaríamos hablando de un trabajo, actividad o dependencia que se origina fuera del Planeta Tierra”. En otras palabras, cabe la posibilidad de que el Banco Central calcule el PIB del sector informal interplanetario para definir el comportamiento económico del Universo. Para tales fines el Banco Central podría contar con la ayuda técnica de los “Empresarios de la política”, entre estos los partidos políticos reconocidos por la JCE, los sindicatos del Estado, los gremios y/o sindicatos que generan ingresos (empresarios) y los que no, y los gremios y/o asociaciones del estamento social-institucional del país. También del Ministerio de Trabajo y hasta la simpatía del propio Estado en vista de su carácter informal si nos llevamos de los señalamientos del Conep y Anje. De hecho el Estado dominicano es un ente informal que no se considera sector de la economía como otro cualquiera con lo que pone en riesgo la estabilidad económica y social del país. Sin embargo, no hay quien le hable de eso ni tampoco le interesa entrar en detalles. Como ya no hay “Mártires de la Patria” me pregunto qué dirán los “Mártires de papel”. Por eso a la economía formal no le queda otro camino que no sea el de fortalecerse con una mayor productividad a la par con su crecimiento como contrapeso frente a todo a aquello que la “desestabiliza”, pues como dijo el Señor: “Te ganarás el pan con el sudor de tu frente”. Con todas sus vicisitudes el sector formal de la economía es uno de los lados flacos de la soga, pero no tanto el más flaco sino uno de los más débiles. Solo alguien o algo fuerte, poderoso y que hale bien duro puede romper la soga de varios cabos por los lados flacos que a la vez sean débiles. Ese alguien es el Estado Político y/o Supra Estado (Ref./Google: Estado Político I, II y III). En este caso República Dominicana es una soga con los siguientes extremos: #1 – Estado Político y/o Supra Estado (su lado fuerte), y #2 – La economía formal (su lado débil). Sin embargo, el lado más flaco (el más flaco de todos, pero a la vez el más fuerte) por donde la soga ha querido romperse a partir de 1961 es el sistema democrático. Pero ese sistema no se rompe. El otro lado flaco pero a la vez el más débil por donde siempre se ha roto la soga es la democracia. Por tanto democracia y sistema democrático son conceptos distintos en República Dominicana. La democracia tipifica el Estado Político y/o Supra Estado que pone en práctica el “colonialismo estatal” en perjuicio del pueblo dominicano. El sistema democrático, el lado flaco pero a la vez el más fuerte de la soga, tipifica el Estado Democrático y/o Estado Nación que beneficia el pueblo dominicano. Ese todavía no lo tenemos. Para evitar un trauma entre una cosa y la otra es que planteo el “PIB 2.0 – Pacto por la Productividad”, a manera de entender la semántica económica que evite el caos en la interpretación de la economía, por un lado, y para que nos acostumbremos al logro de metas y objetivos en bien de la sociedad, por el otro. Ah, por poco olvido un “Marca País” que identifica la informalidad en República Dominicana. Me refiero a la corrupción e impunidad, contrabando, narcotráfico, sicariato, delincuencia, tráfico de influencia, clientelismo político, atipicidad jurídica, masiva inmigración haitiana que desplaza la mano de obra dominicana, atentados al medio ambiente, reformas fiscales, inflación mas lo que dicen Anje y el Conep. También hay que incluir los atentados soberanos (Ref./Google: “Atentados soberanos”, “Indecisión soberana”) contra la Patria a la hora de hacerle frente a la masiva inmigración ilegal haitiana, entre otros. Sorprende que tanta informalidad contraste con la formalidad, civismo y buen comportamiento del pueblo dominicano que propicia estabilidad política al ejercer el sufragio cada cuatro años, donde los partidos que han ocupado el poder se convierten en instrumentos de esa estabilidad. Pero no de la estabilidad política que desnaturaliza el orden económico y social donde el fomento a la informalidad es una de sus causas, para no confundirlo con la interpretación de la economía que desborda en discusiones estériles sin llegar a ningún lado, en franco irrespeto a la madurez política que tanto sacrificio le ha costado al pueblo dominicano, lo que debilita su destino. Basta comparar lo que en materia productiva hemos logrado en los últimos 50 años, que es mucho decir. En vista de eso el Estado Político y/o Supra Estado tendría que preguntarse cuál ha sido su rol como Estado. Por eso cuando se transgrede el sistema democrático se derrumba la línea tenue que separa los partidos del estado como entidad y surgen diferentes alternativas hegemónicas. Es hora pensar en el bienestar material y social del país para que la formalidad institucional y productiva construya una mejor nación. Para eso los sectores público y privado tienen que ver la economía como una soga que por más que se hale nunca se rompa de lo contrario el país se seguirá partiendo en miles de pedazos. eduardofranjul@yahoo.com