Se creía catedrático, pero no era loco
Durante el período de los Doce Años ocurría de todo un poco en el recinto de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Aquel lugar fue escenario de históricos eventos.Recuerdo las luchas por el medio millón que tantas calamidades, atropellos, arrestos y muertes dejó a la familia estudiantil. Las protestas eran frecuentes, en consecuencia contingentes policiales rodeaban el entorno y se suspendía la docencia con una facilidad asombrosa. Dentro de ese mar de incertidumbre, las agrupaciones de estudiantes se enfrentaban por diferencias ideológicas, operaba el movimiento de la nueva canción, los equipos deportivos secompetían, la rondalla hacia presentaciones, en fin la UASD seguía su agitado curso y los sueños de ser profesional rondaba en la mente de miles jóvenes. En ese discurrir de cosas, apareció un personaje que los estudiantes llamaban «profesor» era un señor de apellido Matos Méndez que había llegado a la capital desde un campo de Neyba y trajo lailusión de lograr un titulo universitario que no fue posible. No se si «el profesor» vive aún, pero al parecer las calamidades le afectaron sus facultades mentales y entonces se declaró «catedrático universitario». Constituía un espectáculo escuchar al «profesor» Matos Méndez con su voz articulada, mostrandotraje negro, sombrero y un maletín del cual nadie sabia el contenido. El «profesor» lanzaba teorías y conceptos sobre las cosas que dejaba muertos de risa a los presentes; rodeado por decenas de estudiantes, a veces su arenga era interrumpida con aplausos, pero Matos Méndez nunca entendióque esas ovaciones eran una forma para estimularlo a que siga con su discurso de fantasías. Con sus ocurrencias el «profesor» desafiaba la lógica. Decía que no entendía cómo en un conteonumérico al pasar el diez no decíamos diez y uno, diez y dos, y así sucesivamente hasta llegar al diez y seis. Otra teoría suya analizaba la palabra comedor, la cual afirmaba que era lacalificación para la persona comía. Se refería al lugar donde se agrupa la gente a comer o se sirven los alimentos, que estimabas debía llamarse «comedero». Eran tiempos difíciles en el aspecto político, pocos eran de confiar, la universidad estaba infiltrada por informantes del gobierno, a veces los estudiantes le requerían al «profesor» sobre temasrelacionados al gobierno, entonces contestaba con evasivas. Recuerdo una vez que un joven le pidió se refiriera a la forma de gobernar del Presidente JoaquínBalaguer, Matos Méndez sin pensarlo le contestó : «Bachiller, ese no es el tema de éstaconversasión, por favor dejemos de ese aspecto para otra oportunidad». El «profe» quizás era trastornado, pero por la forma que actuaba, obviamente no era loco.