Santiago Rodríguez necesita serie de obras promuevan desarrollo
SANTIAGO RODRIGUEZ.- A los legisladores nuestro les toca demandar un presupuesto decente para la provincia Santiago Rodríguez. Que dé y sobre para acometer las obras prioritarias que necesitamos para cimentar las raíces del progreso de todos.
En los próximos días se estará conociendo en el Congreso Nacional, en ambas cámaras, la Ley de Ingresos y Gastos correspondiente al año fiscal 2016. Quisiéramos creer que los legisladores pertenecientes a la provincia Santiago Rodríguez, y en sus calidades de representarnos ante el primer poder del Estado, tuvieran la agudeza de averiguar, de cabo a rabo, más que pedir debiéramos exigírselo, el monto de las partidas apartadas para obras de interés colectivo que son necesarias para mitigar en parte la línea de pobreza en la que hemos estado sumergidos desde que Dios nos eligió, a mucha honra, para vivir en este pedacito de patria, situado en el mismo centro de la Línea Noroeste.
Obras como la carretera de Mata del Jobo, por ejemplo.
Muy pocos ciudadanos cotejarían en su mente que no se nos tome en cuenta con los recursos necesarios para la ejecución de las obras de infraestructura que demanda la provincia para el salto hacia su desarrollo. O, expresado de una manera más llana: para el beneficio directo de los ciudadanos, para la tranquilidad moral y espiritual de todos Como es el caso particular de un nuevo acueducto para el municipio de Sabaneta; el que tenemos data del año 1973. Y se construyó para una población que desde entonces se ha más que triplicado; 42 años después sus calles son más anchas y más largas, y los barrios de aquel entonces, con rasgos aldeanos, anémicos y desmirriados, hoy día se han trasformado en un semillero humano.
Para las partidas que se requieren para invertirlas en obras de bien común, que nos beneficien a todos, necesitamos sentir y poner a pruebas una vez más las bondades y las buenas intenciones de las autoridades para resolver la mescolanza problemática que más daño nos hace, hasta asfixiarnos. Y que muy bien se pudieran subsanar con una suma que provea, y sobre, por ejemplo, para la construcción y equipamiento de un nuevo hospital General Santiago Rodríguez, un centro asistencial que, a decir por la gran cantidad de pacientes que van en busca de servicios, desde un tiempo a esta parte se ha convertido, lo saben las autoridades del sector, en un centro de salud con características regional.
Hará cosa de algo más de dos años, se anunció, con cornetas, panderetas, bombos y platillos, una inversión de 70 millones para su adecuación. Con mucha brega se empezaron a construir una especie de zaguanes. Y después de mucho demandar y hasta rogar, aun no se han podido terminar; por pereza o por falta de recursos, nadie sabe los motivos. Pero tampoco ninguna autoridad ha dado ningún tipo de explicaciones. Total, quienes somos los ciudadanos para exigir tanto. Dirían muchos.
Es pues un soberano compromiso de nuestros congresistas, traernos las buenas nuevas de un presupuesto que dé y sobre para invertirlo en obras de infraestructuras, como es el caso de la construcción de un nuevo mercado público para Sabaneta. El asfaltado de muchas calles de Monción, Villa los Almácigos y del municipio cabecera, muchas de las cuales están en muy malas condiciones.
La falta de agua en Monción es un problema terrible, que no obstante contar con una de las represas más grande y más moderna del país, lamentablemente no cuenta con un acueducto que supla el agua potable que demanda su población. Es increíble, pero en Monción tampoco hay un sistema de alcantarillado, ni oculto ni mucho menos en la superficie, por donde se transporte el acumulo de las aguas negras que desovan sus pobladores. Eso no se lo cree nadie que no haya ido a ese agraciado pueblo arropado por un seductor clima, el más agradable de la provincia, por una vegetación de primera, y habitado por la gente más buena y servicial de este mundo y cualquier otro.
Con una buena partida presupuestaria para nuestra provincia, pudiéramos encarar problemas que son necesarios resolver si queremos montarnos en las ancas del avance acelerado de los nuevos tiempos; si queremos salir de la pobreza extremas a que nos ha sumido la dejadez y la indiferencia de cada uno de los gobiernos que nos hemos dado desde 1844 a esta parte. Si nos lleváramos por los daños terribles que nos han infringido las espantosas necesidades que nos han caído encima, y que se han quedado por siempre en nuestros lomos, muy bien pudiésemos ser reconocidos con el apodo de: “la raza inmortal”, con perdón de los tantísimos héroes, nuestros héroes, que ofrendaron sus vidas para suministrarnos un lugar donde pudiéramos vivir.
La Raza Inmortal no sólo son los que se inmolaron defendiendo nuestra soberanía, contra Trujillo y en contra de la anexión a España, sino también, y nos toca a todos revertir esa situación, los que sufren por falta de justicia, de alimentos, de medicina, por la falta de una educación de calidad, y por la falta de servicios fundamentales para vivir como Dios manda: llenos de dignidad y decoro. Guardando la distancia, la gran mayoría de los habitantes de la provincia Santiago Rodríguez, de la parte urbana, de los barrios, de las comunidades, por las necesidades insatisfechas, por los tantos dolores de cabeza que le han causado tantas deudas acumuladas, muy bien pudieran ser llamados la raza inmortal. ¿Si, o no?
jpm