Rumbo para evitar el colapso del sistema nacional de salud

POR DAVID DE LUNA Y MANUEL JACINTO LORA PERALTA

INTRODUCCION

Constituye una gran preocupación del panel de  expertos de consulta de asuntos médicos-epidemiológicos de la Comisión de Salud del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. ( CRD), contemplar que en las últimas semanas hemos visto como de forma creciente y constante se elevan los casos de infección por el virus SARS-CoV-2, conocidos como COVID-19 en nuestro país, de la mano con un rápido colapso del sistema de salud en la región del Cibao, con manifestación preocupante  hacia las demás regiones del territorio nacional.

Todos conocemos la situación global que ha provocado el COVID-19 con casi 700,000 casos confirmados más un porcentaje de mortalidad creciente y espantoso, dependiendo del punto de vista estadístico que se valore.

En nuestro país, el comportamiento de los casos nos resulta aún más preocupante, pues vemos como exponencialmente tenemos un aumento de casos confirmados de los cuales decenas de personas han fallecido; la velocidad de crecimiento nos lleva a reflexionar si realmente estamos enfocados en el camino correcto de control de la enfermedad, pues si bien es cierto que el acceso a las pruebas conlleva al registro de estos casos, también es cierto que el número sería mucho menor, si las medidas de control de brotes y seguimiento de contactos cercanos se hubieran implementado a tiempo.

Otra gran realidad, es que muchos centros de salud del sector privado y hospitales públicos, obviaron las alarmas de la llegada del COVID-19 a sus territorios, dando como resultado una mala gestión de los primeros casos con el agravante de no contar con directrices claras de sus autoridades locales para la conformación de áreas de aislamiento, capacitación de personal, compra de insumos, logística en toma de muestras y de traslados de los pacientes.

Problemáticas de la Región del Cibao:

En  la región del Cibao, hasta la fecha, muchas de las instituciones privadas que proveen salud, se siente huérfanas sin la asistencia por parte de los estamentos competentes del Ministerio de Salud Pública y del Servicio Nacional de Salud, pues cada institución ha tenido que programar su propia logística de manejo, lo que ha traído como consecuencia el acaparamiento de medicamentos e insumos por aquellos centros que tiene mejor capacidad económica, uso no consensuado de fármacos de alto costo e implementación de medidas terapéuticas que no tienen un fundamento científico.

Al igual que los centros de salud, el personal de salud carece del debido acompañamiento, a pesar de que una parte de estos se están entregando en cuerpo y alma, muchos sienten la inseguridad de exponerse a una enfermedad que les puede ocasionar la muerte sin contar con una autoridad que les garantice a ciencia cierta su integridad social, laboral y de salud, pues en principio muchos no fueron capacitados para la situación actual,

Situación ante referida, que conlleva que muchos desconocen cuando pueden convertirse en contacto de riesgo, temen llevar la enfermedad a sus familias y entienden que no tendrán un sistema que les respalde en caso de caer en enfermo; tanto en el sector público como en muchos de las clínicas privados no se están aplicando las debidas medidas de bioseguridad (ya sea por falta de insumo o aplicación inadecuada de los protocolos de control de infecciones hospitalarias) provocando la contaminación de personas que trabajan en el sector salud, o como muchos casos, la renuncia masiva de mano de obra profesional que teme quedar expuesta al SARS-CoV-2.

Para los que estamos en el frente de batalla, en uno de los epicentros de esta guerra con nuestro enemigo invisible, resulta insólito, por ejemplo, que las clínicas privadas más importantes de la ciudad de Santiago, tengan cada una, una mejor capacidad de respuesta que el principal hospital regional, desde todos los aspectos (número de camas, logística de laboratorio, equipos coordinados de trabajo, número de ventiladores, etc…), sin embargo, aun bajo esa premisa, casi todas están al borde del colapso por la gran cantidad de personas que piden ser atendidas, lo peor, es que nos hemos ido quedando sin ventiladores mecánicos, y en lo personal me he visto en la difícil situación de tener que avisar a algún familiar que tendrá que espera que se desocupe una de estas maquinas para poder atender su paciente, por tanto, algo que ya debemos prever es que habrá en lo adelante una alta necesidad de ventiladores mecánicos, al igual como de  muchos otros insumos.

ACCIONES RECOMENDABLES

Sobre estas premisas y preocupaciones citadas, dentro del panel de expertos de consulta de asuntos médicos-epidemiológicos  de la Comisión de Salud del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), entendemos, que nos queda un camino complejo por recorrer, por lo que, con solo medidas políticas apropiadas, además, con  la integración y el apoyo de todos los sectores de nuestro país, podremos superar esta situación en el menor tiempo posible.

También consideramos, como primordial la integración de las pruebas de detección viral a toda la población (enfermos y sanos) apoyada por medidas de aislamiento de los casos identificados.

Entre otras medidas,  vemos que las clínicas y hospitales deben contar con las garantías de acceso a los insumos y del acompañamiento de las autoridades para implementar las medidas de bioseguridad, debe existir un mecanismo de incentivo y apoyo para el personal de salud, las medidas de aislamiento deben individualizarse dependiendo de la condición social de cada persona, y además considero, que cada ciudad debe contar con su propio equipo profesional multidisciplinario para dar asistencia a los pacientes de su demarcación, y así evitar la movilización de estos hacia otras provincias.

Asimismo, vemos de importancia, ejecutar sin más retardo prueba de detección rápida aleatoria en las comunidades donde hay fuerte presencia de actividad de la enfermedad; tener  disponible arsenal terapéutico adecuado, Azitromicina, Ceftriaxona, Vancomixina, Estatinas, Hydroxi Cloroquina y Tocilizumad, entre otros;  EPP en cantidades necesarias para preservar la salud del personal sanitario, como también, proceder a una vacunación masiva contra la influenza en personas de riesgo libre de la sospecha de COVID-19, personas mayores de 60 años y embarazadas.

Resulta de gran relevancia, trae la experiencia que nos deja y nos dejará el coronavirus, al Estado Dominicano proponerse en sus tareas  principales , agendar  en el futuro inmediato, dar paso a una ciudad sanitaria en la Ciudad de Santiago para la Región Norte, y una ciudad sanitaria en la Ciudad de San Francisco de Macorís, para la Región Nordeste.

Por  medio de este trabajo, la Comisión de Consulta de Asuntos Médicos-Epidemiológicos  de la Comisión de Salud del  Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD) , desea  transmitir sus  inquietudes a nuestras autoridades, que sin lugar a dudas están haciendo su mayor esfuerzo por combatir esta tragedia mundial, pero que con apoyo y trabajo en conjunto, sin dudas, podría hacerlo mejor y salir triunfadores en los  retos que el coronavirus nos impone a todos los integrantes de la sociedad dominicana.

Los autores son : 

Dr. David De Luna, Miembro de la Comisión del Panel de Expertos de Consulta de Asuntos Médicos-Epidemiológicos de la Comisión de Salud del Consejo Regional de  Desarrollo, Inc. ( CRD), Coordinador servicio de Infectologia del HOMS, Miembro Asociación Panamericana de infectologia y de la Asociación Americana de Infectologia.- Correo: crd.consejoregionaldedesarrolo@yahoo.com. Tel.  809-244.5496.- República Dominicana 

Dr. Manuel Jacinto Lora Perelló, Miembro de la Comisión del Panel Expertos de Consulta de Asuntos Médicos- Epidemiológicos de la Comisión de Salud del Consejo Regional de  Desarrollo, Inc. ( CRD), médico y empresario. Correo: crd.consejoregionaldedesarrolo@yahoo.com. Tel.  809-244.5496.- República Dominicana

JPM