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Responsabilidad social corporativa
La decisión del alcalde David Collado de intervenir un tramo de la avenida Kennedy ubicado frente a la Agencia Bella y proponer a esta empresa que comparta con el ayuntamiento la responsabilidad de rehabilitar el pedazo de acera suprimido durante la ampliación de esa vía, hace ya 20 años, es un tema que trasciende la simple formalidad jurídica.
Podríamos estar de acuerdo en que la actuación del alcalde no cumplió “el debido proceso”, como acaba de apuntar la Asociación de Concesionarios de Fabricantes de Vehículos, pero debemos convenir en que por fin una autoridad competente ha tomado la iniciativa de abordar y resolver un problema de interés público, reconocido como una real amenaza contra la seguridad ciudadana.
No obstante, hay que decir que David Collado no actuó de manera arbitraria ni afectó materialmente a la Agencia Bella, ya que lo que hizo fue habilitar un metro de espacio peatonal en un tramo de la calle “hasta tanto se logre tumbar el muro perimetral de la empresa que permita la construcción definitiva de una acera en ese espacio”.
Dentro de ese contexto debe esperarse que la Alcaldía y la empresa privada se pongan de acuerdo para resolver de una vez y por toda una insólita y peligrosa situación que no debe esperar más.
Pero el incidente bien debía servir para reflexionar sobre lo que en el ámbito del marketing empresarial se conoce como responsabilidad social corporativa, un concepto mucho más viejo que el término y que plantea el compromiso de la empresa de contribuir de manera activa y voluntaria a mejorar el entorno humano, social y ambiental en que actúa.
El sentido de esta responsabilidad implica que la empresa acepte su papel en la mejora de su entorno más allá de pagar impuestos y cumplir las leyes.
Y si esta reflexión es válida en el caso de la Agencia Bella y la intervención del alcalde David Collado, lo realmente trascendente no es el debido proceso o la justificación formal de una situación irregular, sino la voluntad de las partes de procurar una solución justa y socialmente necesaria. (30 de enero 2018)
JPM
¡ muy buen análisis del caso pendiente !lo importante aquí (también) es que la alcaldía reflexione en mejorar, no solo ésta situación, sino, cualquier otras que peligre el libre acceso peatonal. son muchas las constructoras de edificios que sé dan a la tarea de forzar al peatón a caminar por las calles, en vista de que bloquean las aceras. pero no se puede esperar mucho de un país donde las normas y las leyes están como el cuadro de la «mona liza», para que las observe sin tocar.