Regalo navideño de Obama a USA: traición y sumisión

Los Estados Unidos a lo largo de su historia,  ha tenido varias fechas que se han convertido en  hitos en el discurrir de la misma. A mi entender, considero que cinco de ellas son las más notables y que más han afectado de una manera u otra el destino de esta gran nación.  En consecuencia, vamos a señalarlas.
 
 
    29 de octubre de 1929 (sufrió la Gran Depresión); 7 de diciembre de 1941 ( tuvieron el ataque a Pearl Harbor); 22 de noviembre de 1963 ( el asesinato de Jhon F. Kennedy); 11 de septiembre de 2001 ( ataque a las Torres Gemelas) y 17 de diciembre de 2014 ( el presidente musulmán Barack Hussein Obama, traiciona a la nación y claudica frente a sus enemigos al  iniciar  un proceso de negociaciones  para incentivar en un futuro próximo el  levantamiento de  las sanciones  diplomáticas que durante más de 5 décadas se han mantenido en contra  (no del pueblo cubano),  sino de la tiranía castrista.
 
    Los cuatros primeros sucesos  ya son historia y jugaron su papel en el discurrir  de la patria de Thomas Paine. En cambio,  el último que  es el más reciente y al que  quiero referirme, apenas ha comenzado.
 
    Es obvio que en toda negociación sea a nivel personal o entre estados, nadie, absolutamente nadie, entrega todo a cambio de nada. Más sin embargo, Barack Hussein Obama creo que ha sido el primero y quizás el último que dirige a la nación más  poderosa del planeta, que ha dado paso a unas negociaciones  y lo entregó todo sin recibir ni siquiera una promesa. Personalmente, no creo que sea ingenuidad, sino una actitud alevosa, planificada y deliberadamente formulada. Ya lo he manifestado en otros trabajos: Barack Obama ha sido y es el mayor peligro público de los Estados Unidos. Las negociaciones hecha con la dictadura comunista de Cuba, durante 18 meses de manera secreta y a espalda del congreso norteamericano, me dan razones para justificar esa apreciación.
 
    En lo personal, me pareció sumamente extraño ( y así lo hice público en uno de mis artículos),  la manera insistente en que el diario The New York Time  promoviera un acercamiento con la tiranía castrista,  según ellos a  «Fin de promover cambios en la dirección de ese gobierno y favorecer al pueblo cubano». Obviamente, desde hace casi 18 meses se estaba trabajando en eso y para ello se estaba ya condicionado a la opinión pública de los Estados Unidos y al resto de los países. 
 
    Generalmente y casi siempre en el ocaso de su último mandato, los presidentes  norteamericanos suelen  hacer algo que quede en la impronta como un sello personal de su obra de gobierno. El problema en ese aspecto radica  es que siempre los mandatarios demócratas  nos dejan un mal sabor en ese aspecto.  Lo de James  Earl Carter Jr.  en Irán  con su fracasada operación «Eagle Claw»  (Garra de Aguila),  fue desastroso y bochornoso.  
 
    Ahora, en el caso del musulmán nacido en Hawai, al finalizar su mandato, su legado se ha caracterizado por tres cosas que lo dejan muy mal parado  frente a la nación, a las leyes y a las instituciones de los Estados Unidos la cual el juró defender:  el Obamacare, la «Accion Diferida ( un premio al desorden y la ilegalidad) y ahora,  las iniciativas para complacer y ayudar a una dictadura sangrienta, cruel, asesina, decadente y vetusta.
 
    No veo la razón ni peso en las argumentaciones de Barack Obama, en el sentido de que para cambiar la política de los Castros en la isla, había que cambiar lo que hace 55 años está vigente.  La dictadura castrista está ya en pleno declive y sus principales actores  que son Fidel Alejandro y Raúl Modesto,  están viviendo los últimos años de su malvada existencia. Entonces, cuál es la prisa ? Porqué facilitarle con medidas administrativas  obtener  dinero a su gobierno,  provisiones, facilidades y una imágen gananciosa frente al resto del planeta, cuando su final es ya casi una realidad por la propia naturaleza de las cosas mismas? Eso fue una insensatez.
 
   Siempre he sostenido que Cuba ha sido en las lides política una  jinetera, pues nunca ha llevado su transformaciones sociales, económica y estructurales completamente sola. Primero estuvo casada con los rusos hasta 1989.  Cuando el imperio soviético se derrumbó, la soltaron en banda (como decimos los dominicanos). Ahí llegó como salvavida, un deslucido Tte. Coronel al cual Fidel, como zorro astuto ya le había echado el ojo y  ese fue su oxígeno. El reto ya es historia: petróleo gratis, sostenimiento  económico en todos los aspectos, cable submarino de internet, millones de dólares en inversiones, regalos de aviones, compra de mercancia, contratación de médicos  y educadores cubanos y la entrega de las instituciones  políticas y militares de la nación.
 
   Es evidente que los Castros se han dado cuenta que  Venezuela, su colonia en suramérica y su principal sotén económico, está en reversa y en bajada absoluta hacia el descalabro,  justamente al copiar el modelo castro-comunista e implantalo en esa nación. Frente a ese deterioro y  ese país  no tener  ya  los recursos  generados por la venta del petróleo al «malvado imperio yankee’,  le cuesta camino navegar de nuevo sola y es por eso que durante 18 meses estuvo en cabildeo con su eterno enemigos ‘imperialistas yankee». Ya veremos que ahora les llamarán los «amigos del norte» en vez de  «imperio».
 
   Lo único que me consuela, como amante de la democracia y de que las cosas se hagan como deben ser, es que las intenciones del presidente Barack Obama van a chocar con un muro bien difícil de romper para el nuevo año que se inicia dentro de algunos días: el Congreso de los Estados Unidos. Esta vez (gracias a Dios), dominada ambas cámaras por el Partido  Republicano, el cual dudo mucho que vote para derrocar la Ley Helms-Burton, la cual es el sostén constitucional que servirá como valladar ante esta estupidez y condescendencia  del presidente Obama con una dictadura oprobiosa como la de los Castros en Cuba.
 
    Lo único irónico y gracioso que ha surgido frente a esta imprudencia política del Barack Obama, es  la posición ridícula en que ha quedado el orate y conductor de autobús que se asienta en el palacio de Miraflores en Venezuela.  Cuba,  su  «gran aliado» y a quien  el gobierno chavista ha sostenido durante tres lustros, le dio la  espalda y lo marginó en las negociaciones secretas que sostenía con el  ‘imperialismo malvado»  y supuesto «enemigo mutuo».  El fiasco fue tan grande y sorpresivo, que mientras el llamado «Hijo Putativo» del Comandante Eterno y Galáctico hablaba las mismas sandeces en una reunión del ALBA y su grupo de chulos y chupa petróleo, Raúl Modesto daba conocimiento al mundo del comienzo de las negociaciones con el presidente Obama. 
 
    Cuando estuve en Cuba, llegué a escuchar un dicho cubanoque le viene como anillo al dedo al conductor colombiano, el cual en verdad se ha creído que es un presidente  valorado y que  a decir verdad, lo han  dejado muy mal parado frente a los acontecimientos. Es el que dice: «Se quedó como la guayabera cubana: por fuera». Pero si en algo le sirve  al   nesciente colombiano, les digo que  no ha sido el único que le ha pasado ésto cuando los comunistas negocian. A Fidel Castro los ruso le hicieron lo mismo  en la Crisis de los Misiles de 1962.  Y es que, a la hora de negociar, los comunistas sí se pisan la manguera, pues siempre optan por lo que más les conviene sin importarles a quién o quiénes traicionen.
 
    Entonces, queda pues esperar el mes de enero que ya está al doblar de la esquina,  para ver cómo se desarrollan los acontecimientos, tomando en cuenta que hay nuevos rostros y nuevas actitudes en el Congreso de los Estados Unidos.     !! God Bless América !!

 

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