Ramírez Morillo cita efectos de ataques Quirino a Leonel
SANTO DOMINGO. El politólogo y consultor político Belarminio Ramírez Morillo dijo hoy que la embestida que está recibiendo el ex presidente Leonel Fernández de parte del confeso narcotraficante Ernesto Paulino Castillo (Quirino) están generando un desconcierto y una depresión emocional en un alto porcentaje de la dirigencia y militancia del PLD y de la población dominicana en su conjunto.
El profesor universitario entiende que la estrategia de ignorar los ataques y calificarlos como chismes no es la correcta, puesto que las acusaciones son graves y deben ser consideradas como tales, ya que de no hacerlo, tanto el liderazgo cuestionado como el partido que preside, el sistema de partidos y la propia democracia dominicana, pagarían caras las consecuencias.
Considera que si Quirino miente los involucrados deben decirlo públicamente, aunque a partir del momento den por cerrada la discusión.
“Es bien sabido que Quirino financió a un alto porcentaje de partidos y políticos. Si quienes recibieron el dinero ignoraban su procedencia deben explicarlo al país, ya que en la democracia ese es un derecho que les asiste a los ciudadanos. Ahora bien, si estaban consciente del origen del dinero incurrieron en una complicidad de la que no podrán liberarse y deberán pagar el costo moral.” Dijo el escritor y profesor universitario.
“Si esto no se aclara debidamente, el estado emocional de los dirigentes, militantes y simpatizantes del PLD, y de un significativo porcentaje de la población no vinculada al partido morado, pero que ejerció el sufragio en pasados procesos electorales por Leonel Fernández, recibirá una alteración en sus estados de ánimos lo que podría estimular a un cambio en el mapa de posicionamientos políticos de cara al futuro, en caso de que se ignore el deseo de más 70 por ciento de los electores que se muestran de acuerdo con una reforma constitucional para reelegir a Danilo Medina .” Reflexionó el politólogo.
Considera que el asunto es grave y la peor forma de encarar este problema es ignorando su dimensión. La gran verdad es que existe una preocupación emocional compartida en la familia peledeista y en un alto porcentaje de la población dominicana.
El estudioso de la conducta electoral describe el escándalo como un “tizón ardiendo” como un “sartén a 500 grados de temperatura” que debe tomados con las manos aunque a alguien se les quemen, ya que si se opta por dejar que se apague por sí sólo, tomará un tiempo muy largo, y el daño moral tanto a las personalidades vinculadas, así como la pérdida de confianza en la política, en los políticos y en el sistema de partidos, pudieran resultar irreparables.
Piensa que mientras más larga se les dé al asunto el daño será mayor para el liderazgo de Leonel Fernández, para el PLD, para el sistema de partidos, así como para la propia democracia.
Considera que el conflicto debe ser afrontado con firmeza de carácter y determinación o ignorado por completo, pero sin jamás minimizarlo, ya que en el ciclo de la democracia en que vivimos lo que más se debe cuidar es la ecología emocional de las personas, así como los sentimientos y la preocupación emocional compartida. El asunto es grave y delicado. El costo político para el sistema es impredecible. Cosas como esas sucedieron en Venezuela en los años 80 y 90 y la estrategia del liderazgo y de la partidocracia fue ignorarlos, y de ahí vino Hugo Chávez con la secuela de acontecimientos que trajo el hecho para el liderazgo político y esa Nación que 50 años atrás fue modelo de desarrollo democrático en el Continente, hoy se mueve sobre olas turbulentas que presagian un futuro no halagüeño.
El politólogo recuerda que con la salida del escenario de los caudillos ilustrados –Joaquín Balaguer, Juan Bosch y José Francisco Peña Gómez- el pueblo dominicano pudo superar y salir airoso de un vacío de liderazgo, precisamente porque las esperanzas de la población fueron puestas en los liderazgos de relevo.
Considera que son muy pocos los liderazgos dominicanos que en los actuales momentos concitan altos niveles de confianza y credibilidad, y mientras mayor sea la escases de estos, mayor será la amenaza para el sistema y mayor será el peligro que se cierne sobre el futuro de la Nación.
jpm