Qué hacer con el pírrico 14%?
Por JUAN LOPEZ
Dos sectores del Comité Nacional de Salario (CNS) impusieron un pírrico 14% para aumentar el salario mínimo, con efectividad a partir del 1ero. de junio.
En la reunión del pasado 20 de mayo, luego que se retiraron los representantes de los trabajadores, por falta de consenso, el sector empresarial se confabuló con la representación gubernamental para, ciegos y sordos ante la realidad económica y social del país y los múltiples reclamos de justicia, imponer un 14% al salario mínimo, lo cual es absolutamente insuficiente para que el pueblo trabajador pueda adquirir los productos de la canasta familiar.
Un simple cálculo matemático evidencia el carácter abusivo e injusto del 14% para los tres salarios existentes en el sector privado:
a) El salario mínimo actual en el sector empresarial es de RD$11,292.00. Al sumarle el 14% sería de RD$12,273.00.
b) En las zonas francas el salario mínimo es de RD$7,200.00, con el 14% llegaría a RD$8,208.00.
c) En el sector turismo ahora es de RD$8,400.00 más el 14% ascendería a RD$9,576.00.
Ante esa inequidad social es válido informar que, de acuerdo al Ministerio de Administración Pública, “alrededor del 83% de los empleados públicos ganan el salario mínimo equivalente a RD$5,117.00 mensual. En varios cabildos algunos servidores perciben entre 2, 3 y 4 mil pesos mensuales.“
Mientras que, de acuerdo al Banco Central, el promedio de la canasta familiar en nuestro país, en lo que va de este año, es de RD$27,619.88 mensual, lo cual es indispensable para la subsistencia con dignidad.
Con estas cifras estamos informando que más del 75% de los empleados públicos y privados ganan, mensualmente, menos de la mitad del valor de la canasta familiar mínima de subsistencia.
Esta penosa realidad económica y social se debe, en gran parte, a la debilidad y dispersión que padece el movimiento sindical en general, lo cual genera impotencia e indefensión en los trabajadores tanto del sector privado como en la administración pública.
La superación de ese patético y peligroso panorama en que se encuentra la mayoría de los dominicanos sólo podría ser superado mediante la concienciación del empresariado y de la clase política, en especial los principales líderes de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, cuando se empoderen de que esa injusticia social tiene una alta repercusión en la delincuencia e inseguridad ciudadana que afectan el sosiego y la estabilidad de nuestras familias.
Muy preocupado con esta exclusión social, consideramos, casi de urgencia, que el actual Gobierno debe cumplir con la promesa de aumento general de sueldos a los empleados públicos que hizo el Ministro de Hacienda, precisamente en mayo del pasado 2014, enseñando con el ejemplo y asumiendo su ineludible responsabilidad en con estos propòsitos:
a) Enviar, a la mayor brevedad posible, al Congreso Nacional un adéndum para modificar el Presupuesto Nacional vigente, a los fines de introducir un aumento del salario de 15% a todos los empleados públicos, pensionados y jubilados con sueldos de hasta RD$50,000.00; de un 10% para los sueldos hasta RD$80,000.00 y de un 5% para los sueldos superiores a los dos primeros rangos.
b) En esta ocasión es de rigor la inclusión de los empleados municipales ya que en el anterior aumento que se hizo en el 2011 fueron excluidos por el Gobierno Central.
c) Impartir instrucciones a su representante en el CNS para que sea un verdadero árbitro en un nuevo diálogo entre el sector empresarial y sindical que permita corregir el pírrico 14% de aumento al salario mínimo.
d) Los aumentos deben ser efectivos a partir del 1ro. del próximo mes de junio.
Debe quedar claro que estas medidas serían un paliativo justo y necesario a la enorme precariedad que padecen los trabajadores y empleados públicos y privados del país.
Si somos capaces de prever y ver más allá de la curva, y se procede de acuerdo a estas mesuradas y prudentes sugerencias, estaremos actuando con justicia y colocando un dique a un posible estallido social. Así evitamos que siga en aumento las desigualdades sociales, la violencia e inseguridad que ponen en zozobra a dominicanos y los turistas que nos están visitando.