Presidente, hay tiempo todavía…
Para determinar el desinterés y falta de defensa a la actual gestión gubernamental que encabeza el presidente Danilo Medina de parte una franja importante de militantes y dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana no hay que ser un súpergenio.
Tampoco hay que ser un técnico de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA) ni un maestro de la sociología política criolla para darse cuenta de que dentro de las filas del PLD se advierte un febril movimiento de indiferencia ante la vorágine incesante de hostigamiento y asedio hacia la gestión del jefe de Estado pele deísta.
Ahora bien, si se analizan las jugadas y los pasos escenificados por el Presidente Danilo Medina en el tablero del ajedrez político nacional es posible deducir que muchos de esos comportamientos y sentimientos en esa organización obedecen quizás a la errática aplicación de algunas tácticas y estrategias.
Para que se tenga una idea, a continuación pasaremos revista algunos elementos, estrategias y decisiones políticas, tomadas por el presidente Danilo Medina, que a nuestro modo de ver han contribuido a construir la mirada arriba planteada.Veamos.
Desde el mismo momento en que el Presidente Danilo Medina ascendió las escalinatas del Palacio Presidencial el 16 de Agosto del 2012 y estableció una estrategia de demarcación de una parte importante de su base de sustentación política, dígase PLD, de su gobierno; ahí comenzó todo.
Pero más aún, otra de las tácticas erráticas, a mi humilde entender, que han contribuido y siguen contribuyendo a la ampliación de la brecha de interconexión entre el Gobierno y el Partido de la estrella Amarilla.
Asimismo, otro factor letal ha sido la preponderancia en los gabinetes presidenciales de Medina y otras instancias del Estado de figuras emblemáticas pertecientes y vinculadas a la “sociedad civil’.
Otras de las razones fundamentales que se esgrimen para entender el porqué de la percepción en ciertos sectores de opinión publican de la vulnerabilidad de la gestión del Presidente Danilo Medina, fue su separación o rompimiento con sus aliados políticos tradicionales, especialmente uno “Los Vinchos” como le llaman.
Hay que sumarle a esto, si queremos encontrar las razones de este comportamiento y sentimiento, las posturas y pronunciamientos altisonantes de ciertos sectores palaciegos hacia el alto clero con el asunto de la discusión y aprobación del Código procesal Penal .
Y finalmente, las inconformidades de una parte importante del empresariado tradicional que no le perdona al Gobierno que haya tomado en serio la construcción y la decisión de terminar uno de los proyectos energéticos más importantes de la República Dominicana: Las Plantas a carbón Punta Catalina. A pesar de todas esas razones expuestas creemos que el presidente Danilo Medina tiene todo el tiempo para revertir todo lo arriba mencionado. Apenas su nueva gestión comienza.
JPM