Por qué emigrar a USA y no a Cuba o Venezuela

Generalmente, algunas opiniones que se vierten sobre ciertos artículos míos, están cargados de un reproche tendente a denigrar a mi persona al resaltar con modos grotesco, rayanos en lo ofensivo, de que soy un comunista o socialista de dudosa moral, porque según esos críticos, siendo lo que soy, no debo de vivir en un país donde critico su sistema capitalista de gobierno, sino, que debo permanecer viviendo en mi país, y que en caso de que tenga que emigrar lo debería hacer a Cuba o Venezuela, nunca a los Estados Unidos o Europa, para según ellos, sea coherente con mi manera de pensar. En esta oportunidad explicaré a mis detractores mis razones y la de millones más, para no emigrar a Cuba y Venezuela, sino, hacia esos países, que operan bajo el sistema capitalista que le permite a una élite voraz adueñase de la mayor parte de las riquezas producidas en el mundo a costa de la cosificación de los hombres y mujeres que con su trabajo semiesclavo, generan las riquezas que van a parar casi en su totalidad a los bancos y bolsillos de ese jet set internacional aludido. Pues bien…en esta ponencia, lo primero a tener en cuenta es, que la República Dominicana no es un país soberano e independiente, como desde cierta atalaya nos quieren hacer creer, por lo que residir, ya sea en los Estados Unidos o en esta media isla, no impide la existencia del colonialismo encubierto con retóricas que no resisten un análisis científico de esta cruda realidad, por lo que vivir aquí o allá, políticamente, da lo mismo, pues ellos, son dueños absolutos de tierra, lugar y espacio de nuestro territorio insular. Y si usted amigo lector duda de estas revelaciones, indague esta categoría con los sionistas del Club Bilderberg o pregunte a los cubanos el precio a pagar, por ser libre, independiente y soberano. Por otro lado, en todas las legislaciones del mundo, hay un principio jurídico, que establece, que todo el que hace un daño tiene que resarcirlo. En la ley mosaica el resarcimiento al daño físico era, diente por diente y ojo por ojo; y los daños materiales se pagaban con dinero u otras especies y con la privación de la libertad, pero con el tiempo, esta forma de hacer justicia ha sido reemplazada por leyes codificadas, contentivas de penalidades más acordes con la evolución material, espiritual y social del hombre. En virtud de la premisa anterior, los millones que nos hemos vistos obligados aemigrar, ya sea desde Latinoamérica, África o parte del Asia, no tenemos que hacerlo hacia Cuba o Venezuela, porque estas naciones nada tienen que ver con nuestras precariedades y tormentos, sino que lo tenemos que hacer, hacia los Estados Unidos y Europa, que son los responsables directos de nuestro empobrecimiento, del hambre, de las injusticias, de las guerras, del atraso, y de todas las desastrosas condiciones y situaciones, que obligan a millones a emigrar, en busca de una existencia mas llevadera. Por lo tanto, para validar el principio jurídico (por cierto muy capitalista), de que quien hace un daño tiene que pagar por ello, dada esta situación con los Estados Unidos y Europa, entonces, es lógico, que sean ellos, los que tengan que cargar con la situación de desgracia causadas por ellos a millones de personas, y que en consecuencia, tengan que “chuparse” las miserias de esos millones, no Cuba y Venezuela, que nada tienen que ver con las penurias y desgracias de nuestro Tercer Mundo, siendo al contrario ellas, dos más de las muchas víctimas de esos imperios depredadores. Es irrebatible el hecho, que las riquezas de los Estados Unidos y Europa, en gran parte, han sido fruto del pillaje alevosamente programado y llevado a cabo sistemáticamente contra nuestras naciones por sus clases gobernantes. Es historia incontrastable, la generación por estas naciones, las tragedias de las guerras, subversiones y golpes de estados a gobiernos democráticos para imponernos dictadores ladrones y asesinos, leales a sus propósitos de dominio con subyugación, para la apropiación de nuestros recursos naturales. Y lo han hecho, usando de manera alevosa sus fuerzas armadas, sus instituciones financieras y sus bancos, controlando los mercados, las industrias y los gobiernos con imposiciones de modelos económicos que solo les benefician a ellos, como es el caso del neoliberalismo con sus tratados de “libre comercio”. En estas, en busca del control total de nuestras naciones, para mantenernos eternamente en la pobreza y el subdesarrollo, con vesania inaudita, han llegado al colmo de obligarnos a endeudarnos, con préstamos que por su carácter usurario, nunca podremos pagar. A efecto de esta situación, Néstor Kirchner, en la Cumbre de las Américas, celebrada en Mar del Plata entre el 4 y 5 de noviembre de 2005, declaró: Los Estados Unidos tienen una responsabilidad «inexcusable» por las políticas que han conducido a la pobreza y a la tragedia social a Latinoamérica; y Simón Bolívar, ciento ochenta y cinco (185) años antes, había predicho esta situación, con estas frases lapidarias: «Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar a América de miserias en nombre de la libertad». “Todo intento de libertad y emancipación de los pueblos Americanos, será ahogado con su propia sangre por el hermano mayor, los Estados Unidos de América”. De toda la situación expuesta qué desglosa claramente los motivos por los cuales millones emigran para sobrevivir, ante la misma, se hace difícil comprender, que individuos victimas del mismo sistema, sean capaces de enfrentar con insultos a quienes asumimos el derecho de criticar al sistema político que nos condena a emigrar de nuestra patria, para sobrevivir con empleos que los culpables de nuestras desgracias no quieren hacer, porque lo relegan a ciudadanos de segunda y tercera categoría que dan a los emigrantes. No entiendo, como estos moralistas, entienden el porqué de las riquezas del presidente, del general y del político en contraste con la pobreza del obrero, y que en cambio, no entiendan el porqué de la riqueza de los Estados Unidos y Europa en contraste con la pobreza de los países del llamado Tercer Mundo. Mucho menos entiendo… pero si entiendo…las críticas de los individuos hacia los que censuramos ese sistema político que crea las condiciones de pobreza en nuestros países que nos obligan a emigrar. No entiendo…pero si entiendo…por qué los pro capitalistas, atacan y exigen a los gobiernos de Venezuela y Cuba respeto a los derechos humanos, pero callan antes las violaciones flagrantes de eso derechos por parte de Israel contra Palestina, y ante las violaciones de los mismos, por parte de los gobiernos de Hondura, Nueva Guinea, los aliados árabes y de otras naciones, donde europeos y norteamericanos, se sirven con una cuchara muy grande de los recursos naturales de esas naciones y donde incluso se fomentaba y se fomenta actualmente el irrespeto a esos derechos, con el establecimiento de crueles dictaduras. No entiendo…pero si entiendo…que se nos exija lealtad para el verdugo, y que se nos tache de inmorales e incoherentes, cuando no nos plegamos a vivir en conformidad con el modo de vida esclavizante que ha elegido imponer a la humanidad una casta egoísta que se ha llegado a creer, que por decisión divina, son dueños y jefes supremos de la humanidad. Esta simpatía con lealtad, que reclaman como un compromiso de honor para con un sistema que nos oprime y margina, para mí, se hace patológico y lo identifico con el síndrome de Estocolmo, al despertar en el afectado, afecto por los que nos han malogrado la vida. Esta situación deviene a complicarse más para estos seres afectados del síndrome aludido, cuando le demuestro con datos fehacientes, que el capitalismo y ahora más que nunca, con su modelo neoliberal, es un invento de los hombres más egoístas y perversos que ha tenido la humanidad y que el mismo opera, para que las riquezas producidas por hombres y mujeres con su fuerza de trabajo semiesclavo, quede en manos de unos pocos, tal como se está dando mundialmente con el neoliberalismo. Las estadísticas mundiales arrojan que 250 millonarios poseen fortunas superiores a los ingresos anuales, de 5,000 millones de personas, de las cuales 2,500 millones, subsisten con menos de dos dólares por día, en tanto, que un millonario de éstos tiene hasta más de 70 mil millones para él solo, mientras se da la ignominia de que mueren a diario 100 mil personas por causa de hambre y enfermedades curables y hasta de sed, de las cuales 30 mil son niños y niñas. El poder global de estas personas, dueños de las empresas transnacionales, es tan inmenso, que dictan la política mundial sobre la producción, el comercio, las finanzas y el comportamiento de gobiernos y ejércitos, con capacidad además, de cómo y dónde iniciar guerras para desestabilización y destrucción de la y sus gobiernos naciones, que sean adversos a sus propósitos. Lo curioso de esta situación es, que su planificación y ejecución está a cargo de superpoderosos judíos. Se dice, que solamente 89 de estos, son dueños de unos 250 mil millones de dólares y que son propietarios y accionistas de las mayores empresas transnacionales productoras de bienes y servicios, de pertrechos, artefactos y maquinarias de guerra. Los judíos, hoy en día, literalmente son los dueños del mundo. Desde la aparición de ellos sobre la faz de la tierra se proclamaron como el pueblo elegido de Dios, y se propusieron la meta de ser el gobierno del mundo a través de un rey escogido del pueblo de Israel. Los Protocolos de los Sabios de Sion, ha sido su libro guía y lo han aplicado al pie de la letra, logrando éxitos sorprendentes. Veamos: En ese libro, ellos establecen como en nuestros días, el poder del oro ha reemplazado al poder de los gobiernos y como lograr sus objetivos de gobernanza mundial. Para lograr ese objetivo, considerado sagrado, los judíos corromperán a los pueblos no judíos y a sus gobiernos y administraciones y quebrarán a los Estados prestando dinero a los gobiernos más de lo que ellos puedan pagar. En pos del control mundial, buscarán la forma de cómo elegir gobernantes serviles, que tengan en su pasado alguna mancha infamante oculta, para por medio al chantaje poder manipularlos, pero colmándolos de privilegios y honores, pero también reemplazarán a los gobiernos por caricaturas de gobiernos para desorganizar y desestabilizar las naciones. Por otro lado se establece en ese libro, que para los fines de gobernanza mundial, los judíos volverán espías y delatores a todos, para que actúen unos contra otros y además, usaran de la religión como medio de control de las personas y a la prensa para tergiversar los hechos, con informaciones manipuladas y controladas. Concomitante con la puesta en ejecución de las medidas anteriores, relajarán la aplicación de los derechos consignados en la constitución y agobiarán a los obreros con salarios de miseria y se valdrán de la fuerza, la violencia y el terror, para reprimir y sofocar todo conato de insubordinación” y de paso, perturbarán las relaciones entre gobiernos y pueblos, promoviendo la desunión, la enemistad, el odio, y hasta el martirio y el hambre y la propagación de enfermedades y la miseria, para que los no judíos caigan en un estado de vulnerabilidad que los haga presa fáciles a los objeticos de gobernanza mundial de los judíos. Para lograr la sumisión ante los judíos de los pueblos no judíos, serán armas útiles, la astucia, la hipocresía, del uso engañoso de las palabras libertad, igualdad y fraternidad, así como también, la traición, las guerras, la apropiación de los bienes ajenos mediante la fuerza, el saqueo y el uso desmedido y abusivo del poder militar y económico. Dicen los judíos en ese libro llamado Los Protocolos de los Sabios de Sion… Dios nos ha dado a nosotros, su pueblo elegido, la dispersión, y en esta debilidad de nuestra raza radica nuestra fuerza que hoy nos conduce al solio de un reino universal. Poco es lo que nos falta para edificar ese reinado donde el rey será alguien escogido entre los hombre más dotados de talentos, nacidos en Israel. (Fin de la cita) Con todo lo expuesto anteriormente, creo dejar establecido, las causas y los causantes de la pobreza y del atraso de nuestros pueblos, y específicamente, porqué nuestra República dominicana, está en la desastrosa situación en que se encuentra, para que una mayoría significativa se vea forzada a emigrar por razones de subsistencia. Por igual, aspiro con lo explicado que se entienda, que no hay motivos morales que nos compelan a tener lealtad por un sistema político que de manera tan ruin nos ha empobrecido, y muchos menos hacerla extensiva a las elites que conforman las estructuras de tantas desdichas humanas. Pretendo además con este escrito, que se comprendan las razones, para no emigrar a Cuba o Venezuela, sino hacia los Estados Unidos y Europa, porque es justo y lógico que emigremos hacia los que nos han “jodido” la vida, para cobrarles en su mismo terreno, todas las que nos han hecho, y para poder disfrutar en algo de todo lo que nos han robado, sino, pregúnteselo a los miles de niños centroamericanos que hoy desesperados llegan a los Estados Unidos, acosados por la pobreza, que le han dejado a sus respectivas patrias las sarta de impuestos dictadores, las numerosas guerras y saqueos de recursos naturales, con impronta europea y norteamericana fabricada en los talleres de judíos.

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