Poder adquisitivo versus inflación
Nuestra reflexión “Contra la inflación, aumento general de salarios”, publicada el pasado 22 de enero, recibió algunos cuestionamientos. Inclusive, en una lacónica crónica se escribió “aumento de salarios: combustible para la inflación”.
No obstante la crítica con ese superficial argumento, reiteramos con mayor énfasis la necesidad de que, ante la innegable inflación y la evidente disminución del poder adquisitivo, en la RD urge realizar un aumento general del salario mínimo para empleados públicos y trabajadores del sector privado. ¡Lo requieren la paz social y la estabilidad macroeconómica!
Al respecto compartimos parte del editorial del periódico Diario Libre, del pasado 10 de febrero:
“Salarios: Deben ser aumentados porque no alcanzan para cubrir las necesidades de los empleados.
“Nadie discute la necesidad de que se produzca un aumento salarial general en el país, y no solo en el salario mínimo, aunque esta sea la primera urgencia.
“Los salarios ya estaban deprimidos antes del proceso inflacionario de los últimos meses, consecuencia de los problemas derivados de la pandemia, la guerra de Ucrania y la crisis de los fletes y la energía. Ya en años previos se había constatado una pérdida del poder adquisitivo y un crecimiento muy desigual entre los salarios pagados por el sector privado y los del sector público.”
También nos identificamos con el planteamiento que, recientemente, hizo el exministro de Economía, Juan Ariel Jiménez:
“el salario real del dominicano ha retrocedido siete años y el poder adquisitivo se colocó a los niveles del año 2015.
“Hemos tenido un aumento de precios de la canasta básica superior a 20% en los dos años y medio de gobierno del PRM, pero los ingresos laborales han aumentado muy poco, generando así una pérdida del poder adquisitivo”,
Veamos la realidad que se manifiesta a través de la confrontación entre el poder adquisitivo y la actual inflación en la RD:
El salario mínimo más bajo es de RD$11,900.00, mientras que el precio de la canasta básica familiar del primer quintil (para el sector de menor poder adquisitivo) es de RD$25,908,60, en enero pasado, para un déficit de RD$14,008.60 en contra de las familias.
El salario mínimo más alto es de RD$21,000 contra RD$43,484.94, que es el precio de la canasta familiar nacional, lo cual arroja un balance negativo contra las familias de RD$22,484.94.
También es válido recordar que el último aumento general de salario del sector público se hizo en febrero de 2019 (hace más de cuatro años) y que la ley laboral demanda indexar los salarios del sector privado cada dos años.
Hasta ahora, los reclamos de aumento general de salarios se han limitado a cuatro reuniones que se han realizado en el Comité Nacional de Salario (CNS), escuchando las propuestas del sector sindical ante la “mudez y táctica dilatoria” del sector empresarial y la vacilación del gobierno. ¡Aprovechándose de las debilidades e impotencia de los trabajadores!
Por lo anterior, consideramos que para la próxima reunión del CNS, será obligatoria la respuesta del sector empresarial con una justa propuesta y el sector gubernamental jugará su papel, aportando solución acordes con la realidad nacional: La creciente inflación requiere aumentar el poder adquisitivo haciendo un aumento al salario mínimo del sector privado.
El presidente Abinader debe dar un paso al frente, disponiendo mediante decreto, el aumento de los sueldos de los empleados públicos, con lo cual ofrecerá un positivo ejemplo, que será bien recibido por el pueblo dominicano. ¡Ojalá así ocurra!