Plátanos y café: presente y porvenir de Enriquillo
La prosperidad económica que ha tenido el centenario municipio de Enriquillo en cualquier época ha sido sobre la base de la explotación agrícola de algunos rubros que en su momento han ocupado casi la totalidad de sus tierras fértiles. Es por eso, que sin ninguna duda el presente y el porvenir económico de Enriquillo esta en los trabajos de la agricultura y se impone la necesidad de hacer conciencia al respecto para no distraer esfuerzos dando palos a ciegas. Hace cincuenta años el cultivo de algodón y de café eran los productos líderes de la comunidad y dominaron por varias décadas la economía y la vida de este pueblo que vio desfilar por sus fincas destacados técnicos nacionales y extranjeros, y obreros de todos los pueblos barahoneros que venían a trabajar en la recogida de algodón y café. Sin embargo, la siembra de algodón fue eliminada desde hace más de veinte años, y todo lo que se ha inventado en esos predios ha fracasado o funcionado a medias, y el café primero disminuyo sustancialmente su producción y productividad hasta prácticamente desaparecer por el ataque de la roya y otras enfermedades. Esa realidad ha provocado el abandono del pueblo y del campo en grandes masas y reducido drásticamente la población al extremo que sus calles lucen desiertas y las familias desterradas o reducidas a la presencia de un solo miembro. Pero hay una luz en el túnel, el asentamiento en las otroras tierras algodoneras hace una década y la necesidad de trabajo ha provocado que muchos parceleros nos empoderemos y hemos emprendido el cultivo de varios rubros principalmente plátanos que se ha convertido en un soporte de la economía de la zona. Asimismo, con un tímido apoyo oficial se han habilitado parte de los cafetales en las lomas de Chene, Palmarito, Peñalba, etc. y se espera que a partir de este año se inicie la producción de café de la variedad catimor traído desde Colombia para adaptarlo a nuestras tierras por ser más resistente a las enfermedades. Es evidente a todas luces que si nos organizamos y demandamos apoyo oficial para los cafetaleros y los plataneros en poco tiempo Enriquillo estará viviendo un florecimiento económico y una masificación de sus pobladores que no tendrían que ir a pueblos tan lejanos como Higuey a ganarse la vida con trabajo digno. Además, de esa manera nos preparamos como antesala del destino turístico para jugar el rol de abastecedor y sacar mayores beneficios a esos nuevos estilos de vida que se impondrían en la zona. Ahora mismo el cultivo de plátanos y el inicio de la producción de café marcan sin temor a equivocarme la ruta económica de un pueblo desamparado que hace de tripas corazón por mantenerse y resurgir como un municipio importante y prospero del país.