Para evitar feminicidios
Es demasiado alarmante lo que esta sucediendo con los asesinatos de la mujeres de parte generalmente de sus parejas. Resultan incomprensibles muchos de esos casos. Se califica como Feminicidio y resulta intolerable para toda persona sensible a un flagelo social que requiere intervención drástica del Estado con la mayor eficiencia y capacidad posible.
Lamentablemente esa parece que no es la realidad.
Se han formado agencias e instituciones para responder a esa creciente crisis social, que no se han desempeñado con las capacidades necesarias para frenarla.
Dicho esto, no se puede criticar simplemente sin tratar de hacer algún tipo de aportación que quizás podría ayudar aunque sea a una sola potencial victima. Razón por la cual se han examinado artículos referentes al caso y como resultado se presentan en esta entrega algunas ideas y consejos de alguna manera comprobados y pertinentes para que cualquiera pueda orientarse u orientar a alguien y quizás así contribuir a evitar un posible y lamentable caso.
La separación o divorcio puede ser suavizado, fluido y hasta saludable.
Nadie contrae matrimonio o se une en pareja esperando que fracase. Aún así, más del 20 por ciento de los primeros matrimonios terminan en divorcio dentro de los cinco años, y el 48 por ciento de los matrimonios se disuelven en la marca de 20 años, según datos de 2006-2010 de la Encuesta Nacional de Crecimiento Familiar del gobierno de los Estados Unidos.
La separación y el divorcio son emocionalmente eventos difíciles, pero es posible tener una ruptura saludable. Con cooperación, comunicación y mediación.
Entiéndase que el nivel cultural/educacional definitivamente incide en la medida que estas ideas atenuantes descriptas aquí y los consejos confiables y comprobados recopilados, sean adaptadas y por lo tanto su efectividad sea igualmente variable. En el país el segmento de la población más afectado por dicha epidemia es claramente donde más brilla por su ausencia una educación de sensibilidad moral-humana y aún peor, el desconocimiento casi total del manejo emocional adecuado más los estereotipos subyacentes y generalizados en la sociedad entera.
El final de un matrimonio o unión de una pareja generalmente desata una avalancha de emociones que incluyen ira, dolor, ansiedad y miedo. A veces, estos sentimientos pueden surgir cuando menos los esperas, tomándote desprevenido/a. Tal respuesta es normal, y con el tiempo la intensidad de estos sentimientos disminuirá. Mientras tanto, sé amable contigo mismo. Los investigadores han descubierto que las personas que son amables y compasivas consigo mismas, que se quieren a sí mismo/a, tienen más facilidad para manejar las dificultades cotidianas del divorcio.
Intenta no pensar en la ruptura como una batalla. La mediación del divorcio es a menudo una buena alternativa a los procedimientos judiciales. En Estados Unidos existen profesionales en este campo.
Intentar resolver las cosas usted mismo puede ser frustrante y contraproducente, ya que es probable que los problemas que contribuyeron a su divorcio resurjan durante las negociaciones de divorcio. La investigación muestra que la mediación puede ser beneficiosa para la satisfacción emocional, las relaciones conyugales y las necesidades de los niños.
Para la cultura dominicana y sus realidades socioeconómicas parece muy utópico planteamientos como estos en los niveles donde se están produciendo la gran mayoría de los femenicidios , aún así, las autoridades correspondientes bien podrían crear campañas educativas y servicios disponibles efectivos y capaces de manejar esos niveles sociales por los diversos medios disponibles tecnológicamente hoy en día. ¿Quién no tiene un celular en este país?
Sentarse y hablar con su futuro ex cónyuge puede ser lo último que desea hacer, pero la cooperación y la comunicación hacen que el divorcio o separación sea más saludable para todos los involucrados.
Hablarle y aconsejarle a la gente desesperada porque sabe que posiblemente va a cometer una desgracia, si este ha sido expuesta/o a esas ideas o porque ha sido educado de alguna manera con los múltiples recursos propagandísticos disponibles actualmente, es probable que quiera buscar alguna ayuda u orientación en algún medio a su alcance donde podrían ayudarle a tomar decisiones coordinadas con un mínimo de conflictos entre el/ella y su pareja, esas personas probablemente puedan llegar a ese grado de civilidad que hoy nos parece lejos.
Puede ser difícil recordar detalles importantes cuando las emociones se están agotando. Elija un momento en el que se sienta tranquilo para escribir todos los puntos que desea discutir. Cuando te sientes con tu futuro ex cónyuge, utiliza una lista como guía. Tener un «guión» para trabajar puede eliminar parte de la emoción de la comunicación cara a cara. Si las discusiones en persona siguen siendo demasiado difíciles, considere manejar algunos de los detalles por correo electrónico.
Cuando los niños están involucrados en un feminicidio, es extraordinariamente desastroso, a veces incluso ellos son también victimas fatales. De aquí que es imperativo el proceso de educación masiva y la adopción de leyes que respondan con dureza legal y con la provisión de recursos adecuados.
En todo caso, aun cuando no se llegue a la fatalidad criminal que nos ocupa, el divorcio o separación puede ser una experiencia traumática para los niños.
Sin embargo, la investigación sugiere que la mayoría de los niños se ajustan bien dentro de los dos años posteriores al divorcio; Por otro lado, los niños a menudo experimentan más problemas cuando los padres permanecen en matrimonios de alto conflicto en lugar de separarse.
Durante un divorcio/separación , los padres pueden hacer mucho para facilitar la transición del niño. Haz tu mejor esfuerzo para mantener cualquier conflicto alejado de los niños. El conflicto parental continuo aumenta el riesgo de que los niños tengan problemas psicológicos y sociales.
A menudo es útil para los padres divorciados elaborar un plan y presentarlo a sus hijos juntos. Y mantenga abiertas las líneas de comunicación. Los niños se benefician de tener conversaciones honestas sobre los cambios que está experimentando su familia.
En muchos casos, el cambio repentino puede ser difícil para los niños. Si corresponde, avise con unas semanas de anticipación antes de mudarlos a un nuevo hogar o antes de que un cónyuge se mude. Puede ser útil minimizar los cambios tanto como sea posible en los meses y años posteriores al divorcio.
A los niños les va mejor cuando mantienen un contacto cercano con ambos padres. La investigación sugiere que los niños que tienen una mala relación con uno o ambos padres pueden tener más dificultades para lidiar con la agitación familiar. Se ha demostrado que los programas de educación para padres que se centran en mejorar la relación entre los padres y sus hijos ayudan a los niños a sobrellevar mejor en los meses y años posteriores al divorcio.
Estos consejos son el resultado de muchas investigaciones realizadas por instituciones que han desarrollado a través de los años normas y estrategias de conductas conducentes a un manejo efectivo de esa ya muy frecuente situación de disociación de la unión familiar.
Hay quienes conservan la familia aún por encima de que pueden sentirse en momentos dispuestos a dar el paso pero muchos son temerosos de los cambios provocados por la separación y el divorcio. Estos pueden ser muy abrumadores por lo que es importante que si se toma la decisión saber navegar en ese “tumultuoso mar”.
Se recomienda que la persona acceda a su red de apoyo y pida ayuda y comodidad a familiares y amigos. Los grupos de apoyo formales también pueden ayudarlo a sobrellevar las muchas emociones de un final de unión matrimonial.
Para mantener una actitud positiva al comenzar un nuevo capítulo de su vida, intente involucrarse en actividades que antes le gustaban pero que no ha hecho en mucho tiempo. O pruebe nuevos pasatiempos, actividades y nuevos aprendizajes. Manténgase físicamente saludable comiendo bien y haciendo ejercicio.
Los psicólogos son fundamentales para ayudar a mediar en ese trago amargo de la separación, es un momento difícil para toda la familia. Los cónyuges que se divorcian y sus hijos pueden beneficiarse de hablar con un psicólogo para ayudarlos a manejar sus emociones y adaptarse a los cambios. Los psicólogos también pueden ayudarlo a pensar cuidadosamente sobre lo que salió mal en su matrimonio para que pueda evitar repetir cualquier patrón negativo en su próxima relación.
Quienes lean y consideren importante esta entrega, aunque no le atañen en lo personal esta desagradable situación, se les sugiere que la compartan con la mayor cantidad de personas posible, dada que se ha hecho con la sana intención de aportar y contribuir a combatir el flagelo en que llegan a caer tantas parejas con daños desbastadores en nuestra sociedad.
JPM