Palo si boga y palo si no boga
POR HUGO GIL
Resulta particularmente interesante ver cómo un gran número de personas podrían ser ubicadas bajo la premisa popular contenida en este título. Entre ellos muchos simpatizantes de equipos deportivos, miembros de partidos o tendencias ideológicas, seguidores de banderías políticas, creyentes de sectas o grupos religiosos, por mencionar sólo algunos.
Su lema es atacar y desmeritar al contrario, sin importar lo que éste haga o lo que diga. El diccionario define “fanático” como: “Que manifiesta celo excesivo por una religión u opinión”. Intolerante, sectario, idólatra, son sinónimos,
Es que hay muchos individuos con grandes dificultades para reconocer algún merito, virtud o aspecto positivo en la manera de pensar de otros que no sean de su grupo particular.
Es como si dijeran: “si no es como yo ni piensa como yo, no sirve para nada”.
Esta manera de ver las cosas es bastante cavernaria, primitiva y denota un escaso desarrollo educativo e intelectual. Estos individuos que categóricamente pueden ser catalogados como verdaderos fanáticos. Esto es, personas cerradas a cualquier otra posibilidad. Alguien con una visión de túnel, implacable.
El fanático no es capaz de ver nada valioso en el participante del equipo opositor. Su visión o punto de vista queda totalmente castrada y limitada para sólo ver como bueno y válido lo que procede de su líder o de su grupo particular. Si viene de otra persona o grupo, no hay lugar para el análisis, ya es negativo por el solo hecho de proceder del bando contrario.
Para el fanático sería traicionar la causa si se pusiera a analizar qué de bueno o de malo podría tener lo que el opositor plantea o hace. Incluso, cualquier obra ayudadora o aporte es catalogado como algo invalido por el fanático.
Una persona medianamente educada y con un desarrollo mental promedio siempre deja espacio al análisis objetivo; da oportunidad a que puedan aparecer otras variantes o posibilidades, porque sabe que es la única manera de progresar y avanzar en cualquier aspecto de la vida. A la persona madura de pensamiento no le duele reconocer que el otro puede tener algo bueno en que aportar.
El fanático es básicamente una persona emocional en la cual la lógica, el sentido común, el análisis y la síntesis brillan por su ausencia. El pensar como individuo le resulta una tarea muy desafiante e incómoda.
Por eso prefiere dejarle el oficio de pensar al líder y se limita a seguir como borrego lo que el otro diga, sin analizarlo ni sospesarlo. Si es de los mío es bueno y si viene del bando contrario es malo y punto. Lo nuestro es todo bueno; lo del otro es todo malo. No importa lo que haga o diga. El fanático pierde totalmente el sentido de justicia ¡Palo si boga y palo si no boga!
jpm-am
quiero expresar mi agradecimiento de antemanos a todos los que se tomen parte de su tiempo leer este arti****. si lo cree util, compartalo. su comentario lo tendremos en alta estima y lo valoramos con mucho respeto. gracias
de que miguel espaillat me estas hablando.el ejemplo que todos los periodistas en rd es del extinto.miguel velasquez mainardi.fanatico de un politico para cuando gane los mande de embajador a europa.mateo y una pila de loros amaestrados.
gracias torá por tu comentario.
gracias tifa por tu comentario.