OPINION: Un gobierno bueno tildado de malo

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EL AUTOR es periodista. Reside en Santiago.

 

Un gobierno puede ser considerado bueno por sus ejecutores en cualquier sociedad, pero si es errático en el manejo de la comunicación, puede convertirse en malo.

 

Un gobierno que llega al poder con su Presidente tildado de malo, pero con un buen manejo de la comunicación, puede irse convirtiendo en bueno.

 

Son los típicos ejemplos de los gobiernos del Presidente Danilo Medina, de la República Dominicana, y  el de Donald Trump, de Estados Unidos. Trump, calificado de prepotente, derrotó a sus adversarios a lo interno del Partido Republicano, se convirtió en candidato y barrió a la demócrata  Hillary Clinton.

 

El hoy jefe de Estado norteamericano llegó a la Presidencia y entabló una controversia con muchos de los principales medios de comunicaciones. El ex alcalde Nueva York,  Rudy Giuliani, que era uno de los principales asesores de la campaña electoral presidencial, le dice: “Ahora tenemos que ganar la otra batalla en los medios de comunicaciones”. 

Trump aceptó el consejo y comenzó a hacer amigos en las grandes, medianas y pequeñas empresas periodísticas.  Ya Trump no es el mismo Presidente, porque eso lo ayudó a mejorar su imagen.   

A diferencia de la República Dominicana, casi todos los funcionarios del gobierno no escucharon las recomendaciones que les hacían decenas de comunicadores, de que había que cambiar el método de comunicación, porque le estaba haciendo daño al gobierno del Presidente Danilo Medina. ¡Fue que se creó un monstruo en una oficina con aire acondicionado! 

Ningún gobierno nacional o local puede funcionar bien sin contar con una buena estructura de comunicación, dentro y fuera. No es posible que el gobierno puede lograr éxitos de una buena gestión, como es la del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), en la persona del presidente Medina, con la mayoría de comunicadores con sus programas y periódicos cerrados o agonizando por falta de apoyo publicitario. 

Escuchamos a comunicadores vinculados al PLD criticando rudamente a funcionarios del gobierno, lo que es un ejemplo de lo mal que están las relaciones entre esos dos sectores. Los gobiernos del PLD pusieron en ejecución la mayoría de las exigencias de la oposición política, muchas veces manifestadas a través de una llamada sociedad civil, pero las cosas que fueron reclamadas ahora no son defendidas por esos opositores. 

Durante mucho tiempo, esa llamada sociedad civil exigió autonomía judicial, una Ley de Transparencia, de Libre Acceso a la Información Pública, otra contra la Corrupción y decenas de legislaciones, pero ahora no sirven. Si la Justicia libera a un acusado por falta de prueba y es un dirigente del PLD, es porque el Poder Judicial es controlado por la organización política en el poder.

Pero ocurre que el presidente de la República ya no puede nombrar ni siquiera un fiscal. Ahora hay una gran lucha en contra de la impunidad y la corrupción. ¡Nosotros también estamos de acuerdos  con esas exigencias!, pero  nos gustaría que esos opositores digan quiénes les están financiando las compras de millares de gorras y polcheres verdes. También cubriendo sus gastos transportando a millares de ciudadanos a protestar por esos supuestos motivos. 

¿Serán los empresarios que dijo el Presidente Medina que les están haciendo oposición, porque el gobierno evitó que ellos se ganaran miles de millones de pesos por no haber ganado las licitaciones de la construcción de la planta eléctrica de Punta Catalina? Si no son esos empresarios, el pueblo quiere saber quiénes son los auspiciadores de esos gastos y de estar llevando a cabo esas protestas. 

De algún lugar salen esos millones que están gastando los opositores en sus continuas protestas. Y si los que están gastando esos millones de pesos para financiar esas protestas son esos empresarios, para después sacárnoslos con aumentos en la tarifa eléctrica, si hubiesen ganado las licitaciones, ¿por qué hay millares de dominicanos que se están dejando arrastrar de sectores corruptos y corruptores protestando sin saber por qué lo hacen? 

El gobierno del Presidente del Medina no es una excelencia, pero su obra en materia de educación, salud, mejoría de los servicios públicos, como es el caso de los hospitales, apoyo a los diferentes sectores agropecuarios y fortalecimiento de la banca comercial, para sólo citar algunas áreas, supera a muchos regímenes anteriores. El problema está en que el gobierno casi no tiene defensores, porque, hasta el día de hoy, hay un trato cruel para la mayoría de comunicadores vinculados al oficialismo.   

En los gobiernos de Hipólito Mejía y luego en el de Leonel Fernández, esos gobiernos les facilitaron armas de fuego a los comunicadores de manera legal, si era necesario, y si eso no era posible, les otorgaban los permisos o, en caso contrario, si algunos de ellos requería de seguridad, se les otorgaba. ¡Ahora es cero! 

Hace aproximadamente dos años, un consultor de comunicación de México, de apellido Mejorado, dijo que uno de los problemas del gobierno del PLD, es que concentra su política de inversión publicitaria en grandes empresas, ignorando a las medianas y las pequeñas. 

Y según Mejorado, las grandes empresas de comunicaciones trabajan para aumentar sus ganancias, pero las medianas y las pequeñas lo hacen para cubrir necesidades, lo que hace que éstas últimas se identifiquen con la política del Estado, sin dejar de ser informativas. Según ese mismo criterio, Mejorado señala que a una empresa grande de comunicación se le puede retirar cinco anuncios y sigue trabajando sin déficits, pero si eso ocurre en contra de una mediana o pequeña, puede estar en el camino de la quiebra. Entonces, hay que equilibrar.      

El presidente Medina debe admitir que su política de comunicación, hasta ahora, es un fracaso. Y que ese fracaso se está reflejando en perjuicio de su buena obra gobierno, el cual-en su segundo período, con menos de un año- parecería que está terminando. Por esa falta de apoyo, el mundo cree que este país es el por de todos en materia de delincuencia y corrupción.

El problema está en que sólo se escuchan las voces de sus adversarios, porque el gobierno diseñó su política de comunicación ignorando a los comunicadores del PLD y aliados. ¡Los canales de televisión, la radio,  los programas y los periódicos, incluyendo a los más influyentes de hoy, que son los digitales, se pagan con dinero,N o con bellos discursos o saludos cariñosos! 

Esperamos la nueva iniciativa. Se sabe que hay funcionarios del gobierno que están dispuestos a dar la batalla, no para que los comunicadores defiendan lo injustificado, sino  lo justo.   

luiscespedesp49@gmail.com

JPM

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