OPINION: San Juan de la Maguana, una provincia sin horizonte

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Arco de entrada a la ciudad de San Juan de la Maguana

Llevo ya casi 60 años viviendo en esta tierra que me vio nacer, y desde que tengo uso de razón he logrado recordar aquellos tiempos en que la economía de nuestro pueblo era bien prospera.

Esa economía que descansaba en la crianza de animales y en la siembra de arroz, habichuela, maíz, guandules y maní de donde nos proviene el nombre de granero del sur, se ha estado marchitando poco a poco.

La mayor actividad económica que se ejecuta en esta bella y productiva provincia, radica en el cultivo de la tierra y en la crianza de animales, cultura esta que no se quiere abandonar.

Esa cultura de hatero, nuestros hombres del campo no quieren desprenderse de ella, para dedicarse a otras actividades dentro del mismo cultivo de la tierra y la propia crianza de animales.

Mientras comunidades como Rio Limpio, Las Matas de Farfán, Padre Las Casas, Guayabal, Las Lagunas, entre otras cercanas a San Juan, han modificado sus actividades agrícolas, los sanjuaneros seguimos con los métodos arcaicos y desfasados.

En esas comunidades arriba señaladas, los productores agropecuarios se lanzaron a invertir en invernaderos para producir vegetales, y en la siembra de limones y aguacates, que le están dando muy buienos resultados.

Pero resulta que mientras en uno de los gobiernos del doctor Joaquín Balaguer éste nos construye el aeropuerto María Montes en Barahona, en otro del doctor Leonel Fernández se nos conecta a través de una moderna carretera con ese aeropuerto y el puerto de esa ciudad.

Los sanjuaneros no les hemos sabido sacar provecho a tan importante vía de exportación de los productos agrícolas que se pueden muy bien producir en nuestra tierra.

EL AUTOR es Comunicador. Reside en San Juan de la Maguana.
EL AUTOR es Comunicador. Reside en San Juan de la Maguana.

Aquí no hay un solo sanjuanero que tenga instalado ni medio metro de invernadero produciendo vegetales para la exportación, y quienes si están dándose banquete con esas exportaciones son compañías extranjeras que se dedican a esa tarea económica.

Nadie se atreve a incursionar en esa agricultura moderna por falta de recursos, se sigue con la mentalidad de hatero, de tener dos vaquitas, cinco chivos, tres gallinas y un marrano amarrado en el patio.

Pero para desgracia de nosotros los sanjuaneros, nos damos el lujo de gastarnos un presidente nacido en esta provincia, cuyos ojos al parecer son bizcos, pues en materia agropecuaria ha sido muy tímida la inversión que este a hecho.

¿Cómo es posible que teniendo los sanjuaneros en Barahona, un puerto y un aeropuerto a menos de una hora, no se haya diseñado un buen plan por parte del Estado para utilizar esta vía de comunicación para exportaciones?

¿A dónde fueron a parar los planes de la tan cascareada reconversión agrícola? El tiempo se le agota rápidamente al presidente sanjuanero y nos dejara con un amargo sabor en la boca por las pocas inversiones que se hicieron en su tierra.

El despegue económico de San Juan esta fundamentado en una agricultura sostenible, y esta la da la instalación de invernaderos en todo este valle para exportar por Barahona.

Hemos visto anuncio por parte de la presidencia, dando cuenta de que Rusia y  países del Caribe, desean exportar vegetales desde nuestro país hacia ellos ¿Qué hemos hecho al respecto?

Nuestras tierras gozan de un micro clima único en este país y en todo el mundo, podemos producir abundantes vegetales para satisfacer las necesidades de los países que lo requieran.

Solo falta la voluntad política de quienes nos gobiernan para poner nuestros productos en esos mercados extranjeros, así teniendo mercados asegurados volveremos al sitial de la tercera capital que teníamos antes.

Otra de las cosas que le hace falta a San Juan es la apertura del mercado haitiano, muchos excedentes de productos que se pierden por falta de buenos precios, muy bien pudieran ser comercializados en Haití.

A los sanjuaneros nos cabe aquella frase de un emperador romano, que no me llega ahora a la memoria, este emperador dijo refiriéndose a Roma “No te pude hacer rica, pero te hice bella”

San Juan es una provincia muy bella, con una ciudad muy hermosa, pero las riquezas de sus ciudadanos están concentradas en dos o tres familias, pudiendo este panorama cambiar si se aplicara una buena política desarrollista.

Dejemos pues esa atrasada cultura de hateros, y forcemos a este gobierno y a todos los que puedan surgir, para que se implemente una buena inversión en la instalación de invernaderos, en aras de que podamos tener una buena actividad económica.

San Juan, una provincia sin horizonte.

Llevo ya casi 60 años viviendo en esta tierra que me vio nacer, y desde que tengo uso de razón es logrado recordar aquellos tiempos en que la economía de nuestro pueblo era bien prospera.

Esa economía que descansaba en la crianza de animales y en la siembra de arroz, habichuela, maíz, guandules y maní de donde nos proviene el nombre de granero del sur, se ha estado marchitando poco a poco.

La mayor actividad económica que se ejecuta en esta bella y productiva provincia, radica en el cultivo de la tierra y en la crianza de animales, cultura esta que no se quiere abandonar.

Esa cultura de hatero, nuestros hombres del campo no quieren desprenderse de ella, para dedicarse a otras actividades dentro del mismo cultivo de la tierra y la propia crianza de animales.

Mientras comunidades como Rio Limpio, Las Matas de Farfán, Padre Las Casas, Guayabal, Las Lagunas, entre otras cercanas a San Juan, han modificado sus actividades agrícolas, los sanjuaneros seguimos con los métodos arcaicos y desfasados.

En esas comunidades arriba señaladas, los productores agropecuarios se lanzaron a invertir en invernaderos para producir vegetales, y en la siembra de limones y aguacates, que le están dando muy buienos resultados.

Pero resulta que mientras que en unos de los gobiernos del doctor Joaquín Balaguer, este nos construye el aeropuerto María Montes en Barahona y el doctor Leonel Fernández nos unifica con una moderna carretera con ese aeropuerto y el puerto de esa ciudad.

Los sanjuaneros no les hemos sabido sacar provecho a tan importante vía de exportación de los productos agrícolas que se pueden muy bien producir en nuestra tierra.

Aquí no hay un solo sanjuanero que tenga instalado ni medio metro de invernadero produciendo vegetales para la exportación, y quienes si están dándose banquete con esas exportaciones son compañías extranjeras que se dedican a esa tarea económica.

Nadie se atreve a incursionar en esa agricultura moderna por falta de recursos, se sigue con la mentalidad de hatero, de tener dos vaquitas, cinco chivos, tres gallinas y un marrano amarrado en el patio.

Pero para desgracia de nosotros los sanjuaneros, nos damos el lujo de gastarnos un presidente nacido en esta provincia, cuyos ojos al parecer son bizcos, pues en materia agropecuaria ha sido muy tímida la inversión que este a hecho.

¿Cómo es posible que teniendo los sanjuaneros en Barahona, un puerto y un aeropuerto a menos de una hora, no se haya diseñado un buen plan por parte del Estado para utilizar esta vía de comunicación para exportaciones?

¿A dónde fueron a parar los planes de la tan cascareada reconversión agrícola? El tiempo se le agota rápidamente al presidente sanjuanero y nos dejara con un amargo sabor en la boca por las pocas inversiones que se hicieron en su tierra.

El despegue económico de San Juan esta fundamentado en una agricultura sostenible, y esta la da la instalación de invernaderos en todo este valle para exportar por Barahona.

Hemos visto anuncio por parte de la presidencia, dando cuenta de que Rusia y  países del Caribe, desean exportar vegetales desde nuestro país hacia ellos ¿Qué hemos hecho al respecto?

Nuestras tierras gozan de un micro clima único en este país y en todo el mundo, podemos producir abundantes vegetales para satisfacer las necesidades de los países que lo requieran.

Solo falta la voluntad política de quienes nos gobiernan para poner nuestros productos en esos mercados extranjeros, así teniendo mercados asegurados volveremos al sitial de la tercera capital que teníamos antes.

Otra de las cosas que le hace falta a San Juan es la apertura del mercado haitiano, muchos excedentes de productos que se pierden por falta de buenos precios, muy bien pudieran ser comercializados en Haití.

A los sanjuaneros nos cabe aquella frase de un emperador romano, que no me llega ahora a la memoria, este emperador dijo refiriéndose a Roma “No te pude hacer rica, pero te hice bella”

San Juan es una provincia muy bella, con una ciudad muy hermosa, pero las riquezas de sus ciudadanos están concentradas en dos o tres familias, pudiendo este panorama cambiar si se aplicara una buena política desarrollista.

Dejemos pues esa atrasada cultura de hateros, y forcemos a este gobierno y a todos los que puedan surgir, para que se implemente una buena inversión en la instalación de invernaderos, en aras de que podamos tener una buena actividad económica.

jpm

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