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OPINION: Presupuesto al vapor
Conforme el artículo No. 2 de la Ley Orgánica del Presupuesto General del Estado No. 423-06 el ciclo presupuestario de la República Dominicana comprende las etapas de: formulación, discusión, aprobación, ejecución, seguimiento y evaluación
Asimismo, entre otros aspectos, el Artículo No 39 de la referida ley trata sobre la Discusión y Aprobación, el cual expresa que: “el Poder Ejecutivo presentará al Congreso Nacional de la República a más tardar el 15 de julio de cada año un informe de avance de las proyecciones macroeconómicas y fiscales, los resultados económicos y financieros esperados y las principales prioridades que contendrá el Proyecto de Presupuesto General del Estado”.
Hasta donde se conoce nunca se ha informado sobre el cumplimiento de presentar al referido estamento del Estado dicho informe de avance de las proyecciones macroeconómicas y fiscales en la fecha preestablecida.
Ahora bien, se debe reconocer que en los últimos dos años el Gobierno Central Dominicano ha cumplido con enviar al Congreso Nacional el anteproyecto de presupuesto el 30 de septiembre, tal como establece el Párrafo I del Artículo 39 de la señalada ley.
Lo que el Congreso Nacional de factura Gubernamental y su partido (PLD) no han cumplido es con someter a discusión amplia o democráticamente dicha pieza para que todos los partidos representados en dicho Organismo y los distintos sectores del país puedan opinar sobre la referida herramienta de desarrollo económico y social, a través de vistas públicas, a los fines de aprobar un presupuesto con ribetes de amplia participación.
Es por ello que Diputados opositores que integran la Comisión Bicameral de Presupuesto, afirmaron el pasado miércoles 15 de este mes de noviembre, que no le dieron participación en la elaboración del informe que se presentó en el hemiciclo de ambas cámaras.
Lo anterior llevó a los representantes del Partido Revolucionario Moderno (PRM) a retirarse y los representantes del Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC) a abstenerse en la votación lo que aprovecharon los oficialistas para imponer su mayoría para aprobar el Presupuesto General del Estado del año 2018, conforme el Artículo No. 2 de la Ley Orgánica del Presupuesto General del Estado No. 423-06 por RD$816,821 millones, el cual solo espera la promulgación del Poder Ejecutivo para convertirse oficialmente en ley.
De igual modo ese día fueron ratificadas las adendas enviadas por el Poder Ejecutivo que aumenta las partidas presupuestarias al Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor) y la Oficina Nacional de Defensa Publica en RD$30 millones a cada una.
A la Cámara de Cuentas le aumentaron RD$60 millones incluyendo a su vez dos préstamos internacionales para dar soporte a la Ley de Presupuesto, que dicho sea de paso el presupuesto incluye unos RD$260,000 millones por préstamos con los cuales se pretende cubrir el déficit fiscal de 2.2% del PIB de la herramienta presupuestal para el año 2018.
Lo triste de todo ello es que al 30 de septiembre de 2017 la deuda del Sector Público No Financiero (SPNF) subió a US$29,062 millones, representando ya el 39.4% del Producto Interno Bruto (PIB), monto compuesto por 64.91% por deuda externa, para un saldo insoluto de US$18,865.7 millones y un 35.09% a deuda interna equivalentes a US$10,197.7 millones.
No es sano formular y ejecutar un presupuesto de forma unilateral sin que todos los sectores tomen participación en su discusión y elaboración ya que no es democrático aplicar los ingresos captados por el Gobierno de las recaudaciones de impuestos y gravámenes que pagan los ciudadanos, así como los recursos provenientes de préstamos y donaciones recibidas de gobiernos y agencias internacionales.
Se supone que un Presupuesto General del Estado es una herramienta que pertenece a los habitantes de un país por lo que esta debe beneficiar a todos por igual, pues no ha sido así, ya que los últimos presupuestos han respondido al interés de un solo partido y su gobierno que todo lo impone sin tomar en cuenta el parecer de los demás.
Se espera en próximas elecciones que la población pueda escoger un Congreso más equitativo o equilibrado que responda a todos los sectores por igual para que haya más justicia y equidad en la distribución de ese gran pastel llamado el presupuesto de la nación y no se imponga una sola voz y un solo voto que responde a un solo partido que siempre lleva la voz cantante y domina todos los estamentos del Estado.
felix.felixsantana.
jpm