OPINION: Por qué estoy en contra de esa vagabundería de marcha para el 27
No estoy de acuerdo de la marcha del 30 de Febrero de unos políticos que se visten de verde para engañar a los incautos. Agarran al sufrido pueblo dominicano y le pagan para ir a esas protestas para hacer un grupo ficticio. No se atreven a realizar la marcha hacia la plaza de la Bandera que es una plaza cívica. Ahí se notará que no tienen poder de convocadora. Siempre en el Conde porque con cuatro gatos toman fotografías para confundir y son llamados a nivel nacional. O deberían hacerlo en el puente de la 17 a ver si es verdad que tienen poder de convocatoria.
¿Civilización?, ¿madurez?, ¿elevado índice cultural? Quién sabe. El pueblo dominicano es un pueblo pobre e ignorante. Ciertamente es un pueblo caudillista por conveniencia poblado de los mesías del patio. Rafael Percival Peña, Juan Hubieres, Manuel Jiménez, Morenito, Fello Baba, Mazarita, el sinvergüenza de Rogelio y Nino, Narciso Valentino Isa conde, La Tayota, Fiquito, La Gaviota, Blas Peralta, el monaguillo, entre otros… asi estos nuevos libertadores de la Patria que son peores que los que nos gobiernan son los que convocan a un pueblo jarto y aburrido de tanto sufrimiento que han pasado en esta bendita democracia de cartón y ahora para arremangar la dictadura de partido encabezada por la Cuyaya del Sur.
Las protestas con sentido tienen validez en todo nuestro mundo occidental. El 27 de Febrero se celebrará el día de la Independencia Nacional. De nuevo los eunucos vuelven a la carga para protestar en «contra de la corrupción.»
La naturaleza del orden social depende del predominio de las fuerzas morales, y que el curso de la Historia se trata en el plano íntimo de las decisiones del individuo. Eso nos sitúa a la vez que nos consuela. Serán las ideas en última instancia las que determinen. Verdad esta que ha sido prehendida por todos los grandes que han pasado por el mundo.
En la más reciente protesta que fue una coordenada de todo el país, la proporción de los que asistieron fue muy pírrima y la oposición que se engancharon a ciudadanos dignos les salió de nuevo el tiro por la culata. A estas alturas del juego es imposible que un burro le diga un conejo orejudo.
El pueblo dominicano no cree en políticos. Cree en el cash… que le resuelvan, porque ese es el dicterio del populismo del partido gobernante. Todos quieren que le pongan la ñoña, para seguir robando. El escándalo de los brasileños no es lo único. Viaje por la carretera que va rumbo hacia Samaná y notará las mansiones peledeísta que hay allí y en su mayoría son tierras que se han robado por la cuña que tienen con el gobierno. Usted mira a estos fantoches senadores que critican la tiranía de Trujillo pero quieren ser Senadores y diputados vitalicios. Están sumergidos hasta los tuétanos en negocios fraudulentos; son los que ponen a los haitianos a invadir terrenos privados y estatales para ellos repartirse el país. Pero esos no son solos los COMESOLOS sino que también están los PERRODEISTAS, los bandidos invasores que no tiene escrúpulos y luego se venden como mirlos blancos.
El país está en ruinas no por culpa de los peledeístas sino por culpa de muchso malos dominicanos que sólo miran para sus beneficios personales. Están esperando para cantar ese famoso guaguancó del Gran Combo Puertorriqueño: «Quítate tú pa ponerme yo.»
Se le ha querido poner un nuevo vestido a los perros ladrones nacionales, porque vivir de la oposición deja buenos dividendos. En Miami, en Nueva York son los mismos perros con diferentes collares. Asi no hay marcha que valga la pena. Y de seguir asi parodiando un antiguo merengue de la época de Trujillo les pasará igual: A los marchadores por estar de guapos lo van a llevar con la mesa al caco…».
«Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará», dijo San Pablo. «Un principio justo desde el fondo de una cueva puede más que un ejército», dijo Martí. Y esto nos sitúa porque podemos poner los pies sobre la roca firme en un universo moral. Nos consuela porque nos deja ver un horizonte al que no alcanzan la osadía del demagogo ni el disfraz untuoso de los hipócritas. Sobre el impacto brutal de los hechos se alzará el rayo esperanzador de las ideas. Tras el drama sangriento de los ladrones, viene el amanecer glorioso de la Resurrección en la nueva Restauración que se aproxima.
Y sigo preguntando si podría
borrarme lo que llevo tras la oreja,
y quitarme de encima las raíces
y el olor a galera
en estos cinco siglos de nostalgia
que lame la razón como una hoguera,
y no quiero pensar en un futuro
por incierto que fuera,
que de todos las cosas de este mundo
una es la que me aterra;
que siga la ignorancia deambulando
sin parar y azotando
los hijos de tu tierra.
Ahora ustedes entenderán porque no estoy de acuerdo con marchas que no tienen decoro ni moral. Los que la representan no tienen calidad moral para combatir a los ladrones de Palacio. La que falta es que busquen a Blas Peralta, para que en nombre de Fabrillet con los otros pigmeos se el mariscal de la marcha.
Al que le quede el quepis que se lo ponga.
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Daniel Efraín Raimundo
Santo Domingo de Guzmán, Capital Primada de América, martes, 07 de febrero de 2017.