OPINION: Nuevo Orden deportivo en RD (1 de 3)
POR VICENTE MEJIA
La revolución que está en marcha dentro del movimiento deportivo dominicano, basada en un plan único de desarrollo del deporte, comienza a acelerarse sobre la confianza y seguridad que inspira la sinceridad y cordialidad del ministro Danilo Díaz Vizcaíno.
Con la aceptación sin traumas del cambio de concepto en la asignación de recursos por parte del Estado, a través del Ministerio de Deportes, a las federaciones deportivas para la ejecución de sus programas en el presente año y con miras a las olimpíadas 2020, puede asegurarse que al deporte y a los atletas dominicanos les aguarda el éxito.
Díaz Vizcaíno llegó el pasado 16 agosto a un mundo envuelto en una guerra soterrada, donde imperaba la desconfianza y la desidia, debido, entre otras cosas, a que aquel modelo de asignación de recursos basado en los logros o rendimientos de atletas ya evidenciaba la necesidad de cambios profundos, de ideas renovadoras y acordes con los nuevos retos.
La coincidencia del final de un ciclo olímpico con un descenso notable en la cosecha de logros internacionales por nuestros atletas de élite, el reclamo de la población por la inclusión deportiva en el sistema escolar y la construcción de nuevas instalaciones deportivas en las escuelas, crearon el clima adecuado para revisar el viejo esquema.
Emergió de pronto la figura de Díaz Vizcaíno, hombre proveniente desde las entrañas de los clubes (San Lázaro), conocedor como el que más del movimiento deportivo, de sus intríngulis y particularidades. Ducho en las lides políticas, el nuevo ministro de Deportes se presentó ante el país con el programa que demandaba la sociedad y, en particular, la familia deportiva.
Su discurso de unidad e inclusión sin importar institución u organización deportiva, desprovisto de mezquindades, sin prejuicios sociales de ninguna índole, caló de inmediato en la dirigencia deportiva, clubística, empresarial y atlética. En esos primeros 100 días, el nuevo ministro de Deportes se hizo acompañar de un reducido grupo de hombres (Enmanuel Trinidad, Tony Mesa, Luis Colpo Heredia, Valentín Contreras y Vicente Mejía) para ante el asombro de todos visitar a cada federación deportiva, clubes sociales, culturales y deportivos, al Creso (programa Creando Sueños Olímpicos), comité ejecutivo del Comité Olímpico (COD), Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana y a todos los organismos vivos del deporte. Los escuchó, observó y conoció sus interioridades para luego tener idea más claras de lo que se debía hacer.
Desde ese 16 de agosto, las puertas del Ministerio de Deportes se abrieron a toda la población y no se han cerrado ni un solo día, en una titánica labor 24-7 en busca de la unidad de la familia, del consenso programático y la implementación de un nuevo sistema de asignación de los recursos a las federaciones y al COD, que permitan el salto hacia el éxito definitivo del deporte dominicano.
of-am