Nacionalistas o desaprensivos y violentos?
El pasado martes 4 de diciembre un grupo de supuestos nacionalistas y alegados defensores de la soberanía protagonizó un desagradable espectáculo en la Biblioteca Nacional, al irrumpir de manera violenta en un foro de la publicación País Dominicano Temático, organizado con el propósito de debatir diferentes aspectos de la inmigración, no solo en nuestro país sino de manera general.
En su tercera edición como publicación especializada se anunció en julio pasado que la cuarta entrega abordaría el tema migratorio como fenómeno mundial pero con énfasis en el caso que nos concierne, puesto que resultaría ilógico explayarse en teorizaciones genéricas teniendo de frente una realidad cotidiana con el masivo ingreso de ciudadanos haitianos que ocupan nuestros espacios vitales.
Hablo de julio cuando en la República Dominicana no había la más ligera idea de que el Pacto Migratorio patrocinado por Naciones Unidas generaría las reacciones que ya conocemos tanto aquí como mundial.
Es decir, que se trató de una lamentable coincidencia que la puesta en escena del polémico pacto cayera justo al tiempo en que circulábamos la publicación en un acto que tendría como punto esencial un debate sobre la migración.
Es aquí donde se produce la provocación de un grupo de violentos que amparado en un nacionalismo mal entendido irrumpe para alborotar el acto, boicotear con improperios el debate moderado por quien escribe, e incluso poniendo en riesgo la integridad física de panelistas, diplomáticos, intelectuales y todo el público decente reunido en la Biblioteca.
Un escenario de violencia que provocó el retiro de panelistas de la categoría del jefe de operaciones de la Organización Mundial para las Migraciones, la directora del Instituto Nacional de Migración y el ex cónsul haitiano en Santo Domingo Edwin Paraison.
A pesar de ese retiro forzoso, decimos realizar el panel con Pelegrín Castillo y Wilfredo Lozano, pero ante la tremolina de los intrusos sólo Pelegrín pudo disertar.
Debo resaltar que esta hostilidad sucedió en presencia pasiva de agentes policiales enviados allí ante el peligro latente y que conforme sus palabras «recibimos instrucciones de la superioridad de sólo observar»—tamaña irresponsabilidad—, y ciertamente no movieron un dedo para impedir las agresiones.
Lo mismo podemos decir del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) que fue alertado días antes de lo que habíamos sabido que se preparaba y tampoco actuó.
Sabemos que estos revoltosos e insolentes son financiados por un truhán nieto del tirano asesino y ladrón y por el aspirante a político Porfirio López Nieto, quien anda en afanes electorales sobre la base de explotar un supuesto nacionalismo.
Este tipo de desaprensión le hace un daño enorme a la causa nacional, pues los decentes rehusarán coincidir con gente de ese jaez.