OPINION: El tema de la deuda
De nuevo los principales medios de comunicación de la República Dominicana dieron cuenta la semana recién pasada de nuevas informaciones sobre el preocupante tema de la deuda pública, la que cada día que pasa va en aumento sin que la misma produzca escozor a las autoridades gubernamentales.
Repasando los escritos de los economistas Paul A. Samuelson y William D. Nordhaus (1996) estos señalaban que: “La presencia de un elevado déficit en los periodos de pleno empleo tiene graves consecuencias, entre las cuales se encuentran la reducción del ahorro y la inversión nacionales y del crecimiento económico a largo plazo”.
“Los presupuestos son sistemas que utilizan los gobiernos y las organizaciones para planificar y controlar los gastos y los ingresos. Los presupuestos muestran un superavit (o un déficit) cuando los ingresos del Estado son mayores (o menores) que sus gastos”.
“La política fiscal se refiere a la política de impuestos y gasto. A veces se utiliza una política fiscal anticíclica en programas discrecionales consistentes en obras públicas, los programas de empleo y algunos otros programas de impuestos”.
“Las obras públicas requieren tanto tiempo para ponerse en marcha que no se recomiendan para combatir las recesiones breves. Además de la política fiscal discrecional, la economia moderna también está dotada de importantes estabilizadores automáticos”.
“Sin necesidad de recurrir a ninguna medida discrecional, la recaudación fiscal varia automáticamente cuando varia la renta, lo cual reduce el multiplicador y elimina parte de la perturbación. El mismo efecto estabilizador produce el seguro de desempleo y otras transferencias asistenciales, que aumentan automáticamente cuando disminuye la renta”.
“Sin embargo, los estabilizadores automáticos nunca contrarrestan totalmente las inestabilidades de la economia. Reducen el multiplicador, pero no a cero”.
“Para tener un indicador mejor de los cambios de la política fiscal discrecional, los economistas complementan sus conocimientos de los presupuestos distinguiendo en el presupuesto efectivo el componente estructural y el cíclico”.
“El presupuesto estructural calcula lo que recaudaría y gastaría el Estado si la economia se encontrara en su nivel de producción potencial. El presupuesto cíclico tiene en cuenta la influencia del ciclo económico en los ingresos fiscales, los gastos y el déficit”.
Siguen diciendo estos economistas que, “para valorar la influencia de la política fiscal en la economia, se debe prestar mucha atención al déficit estructural, los cambios del déficit cíclico no son una causa de los cambios de la economia sino una consecuencia”.
“La deuda pública representa los préstamos acumulados. Es la suma de los déficits de años anteriores. Un útil indicador de su magnitud es el cociente entre la deuda y el PIB”-
“Al analizar los efectos de la política fiscal, es útil distinguir los efectos a corto plazo y a largo plazo de los déficits y de la deuda. En el caso del corto plazo, los economistas les preocupan la posibilidad de que los déficits publicos estructurales expulsen inversión”.
“El grado en que la política fiscal activa expulsa inversión también depende de los mercados financieros y las relaciones internacionales, de los determinantes de la inversión y del modo en que se financien los déficits”.
“Es probable que se expulse una gran cantidad de inversión cuando el banco central y los mercados financieros reaccionan a los aumentos de la producción mediante una contracción monetaria. En este caso, la inversión y otros sectores sensibles a los tipos de interés pueden disminuir en la misma cuantía en que aumente el gasto público”.
“La política fiscal activa, si se adopta en un momento de profunda recesión y con una política monetaria acomodaticia, puede fomentar, por el contrario, la inversión”.
“Esta se incrementa cuando aumenta la producción y las empresas se ven reducidas a gastar en planta y equipo porque aumenta su utilización de la capacidad. Este efecto puede compensar los efectos-expulsión de los tipos de interés hasta que el sistema comienza a aproximarse al elevado empleo”.
“Los déficits provocan un complejo conjunto de reacciones, entre las cuales se encuentran una reducción de la inversión interior y extranjera. La mejor apuesta actual es que, salvo en una profunda recesión, el gasto público expulsara un volumen significativo de inversión”.
“En la medida en que se pidan más préstamos a otros países para consumir y se comprometa la propiedad para devolver los intereses y el principal de esa deuda externa, los descendientes se encontraran, de hecho, con que tendrán que sacrificar consumo para pagar sus intereses y devolverla”.
“En la medida en que se deje a las futuras generaciones una deuda interna pero no varíe el stock de capital, existen diversos efectos internos e introducir varias distorsiones en la producción y en la eficiencia, pero eso no quiere decir que se debe deber dinero a otro país”.
“Por otro lado, el crecimiento económico puede ser lento si la deuda pública desplaza capital. Este síndrome se produce porque el capital de las empresas, financiado con obligaciones y acciones, es un buen sustitutivo de los bonos del Estado”.
“Por lo tanto, un aumento de la deuda pública puede reducir el stock de capital privado de la economía”.
Finalmente esos reconocidos economistas expresan que: “A largo plazo, un aumento de la deuda pública puede frenar el crecimiento de la producción potencial y del consumo debido a los costes de pagar los intereses de la deuda externa y devolverla, a la ineficiencia derivada de los impuestos necesarios para pagar dichos intereses y la reducción de la acumulación de capital provocada por el desplazamiento de capital”.
De estas reflexiones de los economistas, Samuelson y Nordhaus, se puede colegir que el hecho de que se traiga a colación de manera recurrente a través de los medios de comunicación y se trate en distintos foros el tema del aumento de la deuda pública no es exageración ni alarma de los agentes económicos, organismos internacionales y público en general sino una real preocupación valedera por las consecuencias negativas que una excesiva deuda pública acarrea y acarreará a la economía dominicana en el corto y largo plazos.
Es menester que se ponga coto ya, a la carrera desenfrenada del endeudamiento público pues cada día es más costosa pues entre enero y junio se desembolsaron US$2,512 millones para cancelar los compromisos derivados de la contratación de la deuda, lo que significa un aumento de 16.5% con respecto a lo pagado en igual lapso del año pasado.
El valor de los papeles soberanos en manos de acreedores privados foráneos aumentó en US$1,746.7 millones solo en el primer semestre, lo que elevó el total de la deuda externa hasta los US$20,213 millones en ese periodo.
En tanto, la deuda interna en circulación se redujo en US$765.3 millones en la primera mitad del año, con lo que sumó US$9,957 millones entre enero y junio.
Por el servicio de la deuda externa se pagaron US$969.5 millones entre enero y junio de este año, cantidad que superó en 10.3% lo pagado en igual lapso de 2017 por principal e intereses a los acreedores.
Conforme informaciones por la Dirección de Crédito Publico, dependencia del Ministerio de Hacienda de la República Dominicana, en el semestre julio a diciembre del presente año se deben pagar US$415.33 millones en principal e intereses de la deuda externa emitida en dólares, mientras que por la colocada en pesos deben pagarse RD$1,780 millones.
Ante esta alarmante situación, economistas, financistas, agentes económicos y público en general pegan el grito al cielo por el crecimiento deportivo u olímpico de lo que se debe a terceros lo cual es una bomba de tiempo que en cualquier momento estallará.
Pero nada de lo anterior inmuta a las autoridades no obstante a que el endeudamiento haya crecido más que el Producto Bruto Interno (PBI) las autoridades de turno no se dan por aludida de que deben poner un stop a esta situación que tal como expresan los afamados economistas señalados en estas reflexiones es un tema que hay que ponerle mucha atención para evitar consecuencias que vayan en detrimento del desarrollo económico y social de la nación dominicana.
felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com