OPINION: El día después de las elecciones
Cuando haya transcurrido un día de las elecciones generales en República Dominicana, la población experimentará sensaciones diversas tales como; el néctar de la victoria, el amargo de la traición, frustración, pataleo y avisos de impugnaciones, todas a consecuencia de los resultados que la Junta Central Electoral (JCE), se ha comprometido en ofrecer a las diez de la noche este 15 de mayo.
A la misma concurren dos grandes coaliciones electorales. Una encabezada por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y su Frente Progresista, ahora liderado por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y otra lideradas por los partidos Revolucionario Moderno (PRM) y Reformista Social Cristiano (PRSC), más la Convergencia para un mejor País, que agrupa a varios partidos emergentes.
El presidente Danilo Medina luce al momento como virtual ganador, mientras que el candidato opositor y principal aspirante a ser nuevo inquilino del Palacio Nacional, Luis Abinader, asegura que solo Dios detiene su asunción a la Silla de alfileres y lo que él denomina «el gobierno del cambio»
Igualmente y tal como ha sido tradición en el país caribeño, el numero de partidos que logran ser reconocidos como mayoritarios por el Tribunal de elecciones, no pasan de tres y eso significa que habrá movilidad en ese sentido. Para lograr ese reconocimiento, es necesario obtener más del 5% de los votos válidos emitidos, por lo que se desprende el siguiente orden.
Si el presidente Medina lograse ser reelegido, el PLD recuperaría la casilla 1 para las elecciones del 2020, el PRM pasaría de la posición 15 a la 2, mientras que el PRD, pasaría de la 2 a la 3 y el PRSC,actualmente en la posición 3, pasaría a la 4 o quizas 5ta. posición, actualmente en manos del Bloque Institucional (BIS) y con ella, perdería su reconocimiento como partido mayoritario.
También destacar que un hipotético triunfo del oficialismo con muchos puntos sobre Luis Abinader, podría producir una cascada de dirigentes perremeístas hacia su vieja casa blanca, en busca de ser incorporados al gobierno compartido de unidad nacional anunciado por Danilo y Miguel Vargas a partir del 16 de agosto. De ser así, una gran roca estaría sobre el tejado del PRD, en el entendido de que un gran éxodo de ex miembros, lo convertiría en la segunda fuerza política y entonces podría favorecerles un rol opositor con miras al 2020.
Así mismo otras organizaciones emergentes como la Fuerza Nacional Progresista (FNP) y Alianza País (AP) de Vincho Castillo y Guillermo Moreno respectivamente, obtendrían resultados favorables respecto a certámenes anteriores, no así las demás.
jpm