OPINION: Detrás de mejores rendimientos

El comportamiento económico global o de un país en particular obedece a los diferentes factores de las actividades productivas que desarrolla el ser humano en el ambiente donde este se desempeña.

Conforme aspectos o fundamentos económicos (forma que se tiene para resolver determinados problemas a nivel económico) tan importantes como el comercio, la producción, el trabajo, las finanzas, el consumo interno y externo, los precios, la tecnología y el medio ambiente, van trazando y dirigiendo el accionar mismo de la economía y las finanzas.

Esto así, ya que un factor económico afecta a otro de forma superficial o  profunda, que obliga a retroceder en la decisión tomada en un momento determinado para paliar o aminorar el efecto negativo que este puede producir.

Hoy se avizoran señales e inclusive ya se viven cambios en la economía que pueden poner en alto riesgo financiero las actividades que el hombre realiza en este ámbito y que daría al traste con el buen vivir de las personas.

Se habla ya de una inminente recesión o freno en la economía y las finanzas al punto de que para evitar efectos catastróficos se toman medidas que permitirían enfrentar los choques internos y externos que impactarían en el quehacer mismo de la vida económica de un país.

Decisiones importantes para mitigar los efectos negativos de la ralentización de la economía y las finanzas comenzaron a tomarse de forma más acentuada desde mediado del año 2018, tales como la intervención de la banca central en los mercados a los fines de aumentar la liquidez en los mismos a través de la compra de nuevas deudas.

De ahí que el Federal Reserve Bank of New York mensualmente inyecta unos US$60,000 millones a través de la compra de bonos del Tesoro para ampliar el balance y responder a las necesidades de liquidez en el mercado de deuda a  muy corto plazo, también disminuye los tipos de interés al extremo de que recientemente los redujo entre 1.5% y 1.75%.

También la Fed extendió las operaciones diarias de recompra de activos para mantener el flujo de liquidez y evitar que la tensión salpique la economía real o afecte la confianza de las empresas y de los consumidores en el momento mismo que la economía norteamericana creció 1.9% en el tercer trimestre de este año con baja presión inflacionaria.

Mientras esa situación se escenifica el Banco Central de la República Dominicana comunica que la economía dominicana alcanzaría su potencial entre un 5% y un 5.5% y convergería en un 5% para el año 2020 con mucha probabilidad de que la inflación permanezca baja durante el presente año, cerrando el año alrededor del límite inferior del objetivo del 4% más o menos 1%.

La inflación interanual, es decir, de septiembre 2018 a septiembre de 2019 se ubicó en 2.02% y la correspondiente a los primeros meses del presente año se situó en 2.38%, mientras la inflación subyacente se ubicó a septiembre 2019 en 2.14%, la cual refleja las condiciones monetarias.

Sin embargo, el crecimiento económico puede verse afectado por la incertidumbre a nivel internacional, asociada con disputas comerciales entre economías más grandes y conflictos geopolíticos que han debilitado las perspectivas de crecimiento global, así como factores internos, como el ciclo electoral en el país.

Ante esta última consideración el Banco Central de la República Dominicana con el propósito de estar a tono con la situación mundial y ser fiel a la literatura económica invoca las herramientas de política monetaria para hacer frente a los síntomas de la ralentización de la economía global y local revisando continuamente el entorno endógeno y exógeno de la economía y las finanzas.

La semana pasada el Banco Central de la República Dominicana revisó la tasa de interés de política monetaria y la Junta Monetaria, máxima autoridad de dicha entidad emisora decidió mantener su tasa de interés de política monetaria en 4.50% anual.

Ante este ambiente tan turbulento el cual puede agudizarse en los próximos meses, caracterizado fundamentalmente por la flexibilización monetaria a los fines de contrarrestar un posible ciclo recesivo los tenedores de fondos ociosos o inversionistas hoy desorientados buscan con desesperación que sus capitales invertidos alcancen el mayor rendimiento con el menor riesgo posible en los diferentes mercados mundiales, y ante tanta incertidumbre según Financial Times hay pocos activos seguros para refugiarse si se invierte el mercado.

El indicado medio de prensa agrega que pese a que la semana pasada las acciones estadounidenses marcaron otro máximo histórico, los inversores deben cambiar sus estrategias de inversión para proteger la cartera de inversión contra una recesión severa.

Las acciones globales se vieron impulsadas por la política monetaria más expansiva, las esperanzas de que se calme la guerra comercial entre China y Estados Unidos, las señales de que el Reino Unido será capaz de evitar su salida de la Unión Europea sin llegar a un acuerdo y la escasez de alternativas.

Sin embargo, los gestores de fondos saben que si alguno o todos esos soportes se desmoronan, la protección habitual podría resultar inadecuada.

Por historia los bonos de alta calidad han sido el paraíso preferido de los inversores, ya que demostraron repetidas veces su fortaleza como clase de activo que contrarrestan las crisis.

Actualmente, los títulos de deuda son tan caros y los rendimientos tan bajos que su utilidad ha disminuido. El dólar estadounidense es la moneda de reserva mundial y se beneficia cuando el mercado atraviesa períodos de tensión. Dada la importancia que sigue teniendo el dólar para el sistema financiero mundial, es probable que este patrón se mantenga.

Dicha publicación también resalta que el yen japonés es otra divisa segura, por lo que algunos inversores están apostando a ella, también se agregan posiciones en coronas noruegas y coronas suecas.

Se advierte que los inversores deben prepararse para los desafíos de hoy, armando carteras o portafolio que ofrezcan una verdadera diversificación contra los riesgos tan correlacionados que se observan en muchas clases de activos.

Los inversores tienen hoy pocas opciones. Hace casi un siglo John Maynard Keynes llamó al oro, reliquia bárbara, pero su utilidad como refugio quedó demostrada muchas veces. La crítica de que el preciado metal no ofrece verdaderos flujos de caja pierde fuerza.

A nivel local muchos pensaron que el Banco Central de la República Dominicana bajaría su tasa de interés de política monetaria por debajo de 4.50% ya que la Reserva Federal de los Estados Unidos la redujo entre 1.50% y 1.75%.

Pero recuérdese que las condiciones económicas de ambos países no son similares ya que EE.UU es una economía más grande y expuesta a mayores riesgos que la de República Dominicana además la nación dominicana debe hacerse más atractiva respecto a la nación del norte a los fines de evitar que haya fugas de capitales.

Esto así porque los inversionistas procuran siempre obtener mayores rendimientos y el hecho de bajar o equiparar la tasa que pagan los instrumentos financieros de los Estados Unidos se estaría estimulando la salida de dinero del país en busca de mejores rendimientos y se desestimularía el ahorro en perjuicio de la inversión.

Realmente la situación actual es de mucha incertidumbre y vulnerabilidad por lo que se aconseja cautela, diversificación y mucha atención a los cambios constantes que se operan en los mercados tanto nacionales como internacionales.

También procurar que los tipos de interés seleccionados se encuentren por encima de la tasa de inflación y la depreciación de la moneda pero sin deja a un lado el conocer el nivel de riesgo que se enfrenta, con el propósito de que el margen de beneficio se mantenga y se garantice compensar la pérdida de valor del dinero a través del tiempo.

felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com

jpm/of-am

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