¿Adonde vamos?
Los políticos y partidos dominicanos que no están en el gobierno, se portan bien, someten su accionar a las leyes vigentes según las interpreta el poder y creen que la “democracia” y la modernidad requiere y espera de ellos un comportamiento “responsable”, es decir, obediente y sumiso. El gobierno sin embargo, viola todas las leyes, subvierte su propia legalidad y deja constancia diaria de que lo guía la conveniencia y el interés, no la Constitución ni las leyes. Por lo tanto la ventaja es del gobierno.
Los dominicanos, una mayoría significativa, están hartos de Danilo Medina y del PLD. Antes, tenían esperanzas de cambio con las elecciones, el surgimiento o relanzamiento de algún proyecto político pero esas esperanzas se desvanecen por días ya que nada de lo que denuncian logra detener a Danilo. Esa es otra ventaja para el gobierno.
En su afán por quedarse, Danilo Medina está dispuesto a atropellarlo todo. Son muchos quienes lo denuncian, abunda la evidencia de las fechorías del gobierno, aumentan los indignados, el desencanto es abrumador, las calles están abarrotadas de viviendas con letreros de SE VENDE, los medios de comunicación cierran filas con el empresariado, callan y ambos, cómplices, se someten al poder. Aunque ahora lo ven mas claro que antes los descontentos todavía no están dispuestos a pagar el precio de deshacerse de Medina. También esto le da ventaja al gobierno.
Y ¿cuál es ese precio que debemos pagar para deshacernos de Medina? No tengo el monto a mano pero si la regla que lo determina. Medina, desfachatado y silencioso ha dado sobradas muestras de que está dispuesto a todo para quedarse. Entonces, nosotros debemos estar también dispuestos a todo y si no lo estamos, Medina dispone de esa otra ventaja adicional.
El está dispuesto a todo porque, fuera del poder, nadie puede garantizarle la impunidad que el mismo se ha construido. El está dispuesto a todo porque ya está demasiado embarrado y comprometido con lo mal hecho. El está dispuesto a todo porque nuestra experiencia pasada le dice que aquí los crímenes quedan sin castigo, que los dominicanos olvidan y que el escándalo de hoy sepulta el de ayer en el olvido.
Nosotros no estamos dispuestos a todo, no todavía. Debemos la casa, el carro, la moto, los electrodomésticos, la tarjeta; no queremos quedarnos atrás en la carrera de ratas. Tenemos miedo a perder los bienes, empleos y/o negocios que tenemos pero tampoco queremos dejar de gozarnos la fiesta, el resort, las bebidas, las mujeres, los viajes. No queremos a Danilo pero tampoco incurrir en sacrificios para deshacernos de el y esa es otra muy grande ventaja a su favor.
Hay cirugías que son electivas y otras obligatorias. El paciente conservador sufre y aguanta a ver si evita el gasto, el riesgo y el dolor. Otros pacientes optan por la cirugía para mas calidad de vida. En ambos casos, se trata de elegir una opción. Cuando la cirugía es obligatoria no hay nada que hablar, uno se la hace aunque se muera en el camino. ESTA ES LA DISYUNTIVA A LA QUE SE ENFRENTAN LOS DOMINICANOS. CUALQUIER SEMEJANZA CON LA SITUACION ACTUAL DEL PAIS, ES INTENCIONAL.