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OPINION: A propósito del pan que contiene bromato de potasio
Una organización que agrupa a muchos de los que fabrican pan en la República Dominicana ha denunciado la presencia de pan en el mercado nacional con presencia de una sustancia considerada cancerígena, llamada bromato de potasio.
Vista esta observación de una industria tan antigua en la humanidad queremos hacer algunas advertencias acerca del uso de esta sustancia en el procesamiento de la harina para hacer un alimento que está entre los más consumidos por los seres humanos y que forma parte de la dieta de los hombres mucho antes de la Era Cristiana.
El pan tiene tanta incidencia en el menú de la gente que Jesús lo usó como sinónimo de alimento para hacer la oración del Padre Nuestro y para enseñarnos que no debemos preocuparnos por el pan de mañana y que debemos preocuparnos por el de hoy como dice esta oración tan usada por muchos religiosos seguidores de Cristo.
Lo más lamentable es que estas advertencias las hicimos en el año 2007 -se publicó en algunos periódicos y nadie hizo caso-, como ha pasado con muchos medicamentos que han sido prohibido y/o restringidos en otros países y se siguen vendiendo y peor, aún, recetándose en la República Dominicana.
En tiempo de Jesús no se usaban tantos aditivos para conservar, darle sabor, color ni olor al pan como hoy en día que muchos productos destinados para el consumo humano están saturados de sustancias alergógenas (causantes de alergias) y cancerígenas, la mayoría desautorizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En este grupo está el bromato de potasio, un polvo cristalino parecido a la sal y el azúcar blanco, utilizado en la harina de trigo para texturizarla y acondicionar la masa para poder trabajar más fácil con ella. Aunque esta sustancia está presente en la harina para elaborar pan y piza también es usada para tratar el agua para el consumo humano.
Por esta razón la Coca cola tuvo que retirar del mercado de Inglaterra el agua que vendía y la Comunidad Europea la prohibió desde 1989 en productos destinados al consumo de las personas y recomendó a los países miembros no usarla.
Por otro lado, el bromato de potasio fue calificado en 1983 por la Agencia Internacional de investigación sobre Cáncer, un organismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), como un producto que pone en riesgo la salud de los consumidores.
En Perú fue considerado por las autoridades como una sustancia no apta para el consumo humano. En Argentina fue prohibida desde 1998 mediante la resolución 190/98 por las autoridades de esa nación debido a los daños que produce y los altos riesgos a que se expone a los consumidores.
El bromato de potasio es considerado cancerígeno y según la FAO (Organización de Alimentos y Agricultura de las Naciones Unidas y también por la Organización Mundial de la Salud. Por tal razón no debería estar presente en ningún alimento.
Además de su efecto cancerígeno –dado a conocer por el investigador japonés Yuki Kurokawa en 1982-, el bromato de potasio es muy inflamable y puede producir vómito, diarrea, depresión del sistema nervioso, destrucción del la vitamina B1 y B3, disminución del hierro y del ácido fólico. También puede causar anemia rebelde a los tratamientos usuales. Se ha asociado un aumento de la incidencia de tumores en los riñones en los consumidores de pan con esta sustancia.
De igual manera a tumores en el peritoneo y en la glándula tiroides. Muchos pacientes estudiados presentaron irritación gastrointestinal, sordera y depresión respiratoria, degeneración del hígado e inflamación en el corazón, hinchazón de los pulmones y disminución peligrosa de la presión arterial. También se ha relacionado a daño del ADN, que es la estructura donde está el código hereditario de la célula y que contiene la información del mecanismo de reproducción. Lo que le predispone para tener la capacidad de organizarse y agruparse en poblaciones celulares con tendencia tumoral y de otro tipo. Se ha observado cambio en la estructura de la célula y un aumento de las posibilidades de que se desarrolle cáncer de la glándula tiroides en personas que consumen pan con bromato de potasio.
En estudios realizados en animales de experimentación se encontraron tumores de lo riñones en más del 80 por ciento de los casos alimentados con esta sustancia. También se presentó una alta incidencia de sordera por los efectos dañinos para el aparato auditivo. En muchos casos se reportó atrofia, necrosis y degeneración de túbulos proximales renales como causa de muerte en las necropsias practicadas a los animales fallecidos después del uso del bromato de potasio en sus alimentos.
Esperamos que los encargados de manipular la harina para el pan, la piza, las pastas los pastelitos y la repostería dejen de usar bromato de potasio y lo sustituyan por otras alternativas como la harina de trigo, guandul, frijoles, garbanzo o de soya. También se podría utilizar como excelente sustituto la vitamina C y la lecitina