Odebrecht, un charquito difícil de brincar
Las implicaciones de funcionarios de todos los niveles del partido morado en actos reñidos con las leyes y la Constitución de la República, va cada día en aumento y tal parece que según pasan los días la gravedad de los hechos aumenta en proporciones alarmantes, lo que aplica decir que la voracidad, ambición y falta de escrúpulos se han convertido en la tarjeta de presentación de esas organización que se vendió como lo más puro para gobernar.
La más reciente de las perversas acciones moradas se destapa a raíz de los problemas judiciales que enfrenta la compañía brasileña Norberto Odebrecht y Andrade Gutiérrez y que a juicio de Gonzalo Castillo y José del Castillo no tendrá ninguna repercusión en el país, por lo que no hay nada por qué preocuparse, y es que según los socios principales del presidente Danilo Medina, tienen mecanismos y disposiciones estrictas que garantizan que las obras sean ejecutadas en el orden correcto y apropiado.
Y tienen razón estos dos empresarios políticos y hacedores de la reelección del danilismo depravado y corrupto. En estos momentos no tendrán ningún tipo de repercusión porque ellos controlan todos los mecanismos de fiscalización y la justicia dominicana, pero se olvidan de que existe un pueblo que tarde o temprano pasa factura, se cansa, se hastía de tantos abuso de poder, de tanta corrupción, de tanta desfachatez en el ejercicio del gobierno.
Con razón los leonelista le temían como el Diablo a la cruz a la llegada de Danilo Medina y su cuadra al gobierno y es que parece que ellos conocían la forma poco ortodoxa de gobernar que implementarían. Es posible que conocieran la forma avariciosa de hacer negocios sin importar a que y quienes se lleven de paro. Por eso es que se deprende del desarrollo del accionar del actual gobierno que Gonzalo Castillo es el Félix Bautista de Danilo Medina. ¿Razones?, los grandes negocios con la mediación del Estado desde el primer gobierno peledeista hasta la fecha.
Para muestra un botón grande y enchapado con el liquido de la corrupción: Las plantas a carbón adjudicadas a Odebrecht por orden del promotor principal de Danilo Medina a la presidencia, Inácio Lula da Silva, cuya sobrevaluación ha quedado demostrada y cuestionada por la forma grotesca con que se descartó mejores y favorables ofertas.
Un recuento realizado se determinó que durante el transcurrir del funesto presente gobierno que encabeza Danilo Medina Sánchez se ha entregado a Odebrecht préstamos por más de 1,000 millones de dólares. Esta corporación brasileña ha ejecutado, un total de 12 obras por un valor superior a otros 1,000 millones de dólares.
Odebrecht y sus socios locales del Grupo Estrella son responsables de la construcción de las presas de Sabana Yegua y Monte Grande; los acueductos de la Línea Noroeste, Samaná, y Hermanas Mirabal; carreteras El Río- Jarabacoa, Casabito – Constanza, Bávaro – Uvero Alto – Miches, Autovía del Coral y Corredor Duarte, todas cuestionadas por la forma de asignación, los sobrecostos y los términos de los préstamos.
Estamos en presencia de la mayor y más acelerada forma de desfalcar al Estado Dominicano, el actual gobierno ha roto todos los record de empréstitos con instituciones internacionales pues su control absoluto de ambas cámaras le permiten hipotecar el país más allá del parámetro de la prudencia, sensatez y capacidad del que el país lo permite.
Que les importa a ellos, el asunto es generar riqueza para poder tener el poder económico necesario para perpetuarse y no tener la incertidumbre de ser enjuiciado por el robo claro y sin tapujo de los recursos de la Nación.
Lo que si se da por sentado es que este charquito que ha producido el caso Odebrecht le será difícil de brincar al decepcionante mandatario dominicano, junto a sus socios nacionales y extranjeros y es que el dragón interior que tienen los pueblos, conjuntamente a una nueva política de persecución a la corrupción que se está poniendo en práctica en el continente americano, como nueva metodología para el respiro económico de los pueblos que lo componen, le van a impedir que continúen llevando el país por el despeñadero que va, hasta convertirlo en un nuevo ejemplo de país quebrado.