Nueva York quiere controlar más la actividad de los grupos de presión
NUEVA YORK (EFE).- El estado de Nueva York quiere poner coto a las actividades «agresivas» de los grupos de cabildeo, como la «puerta giratoria» o la presión a autoridades electas a las que un grupo haya ayudado en sus campañas electorales, mediante el desarrollo de una ley.
La propuesta, anunciada este miércoles, incluye la creación del «primer código de conducta para los grupos de presión del estado, la prohibición de que los consultores políticos presionen a los funcionarios elegidos que ayudaron a ganar las elecciones y reducir los límites de los gastos en cabildeo».
«Podemos hacer más para asegurar la confianza de la gente y, por eso, queremos promulgar un código de conducta para los grupos de cabildeo» que ponga fin a los conflictos de intereses, aseguró el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, citado en un comunicado.
Asimismo, destacó que la iniciativa «ampliará la prohibición sobre los grupos de presión para acabar con la proverbial puerta giratoria y aumentará las multas a los cabilderos que infrinjan la ley».
Además, en aras de «limitar las actividades sin escrúpulos de los grupos de presión y aumentar la transparencia del Gobierno estatal», Cuomo propone otras medidas.
Así, con la nueva legislación los grupos de cabildeo deberán informar de cualquier actividad cuyos gastos superen los 500 dólares, incluidos sus negocios con funcionarios electos.
Con la nueva ley deberán desvelar sus contribuciones en las elecciones y los cabilderos no podrán hacer préstamos a los candidatos políticos.
La normativa también aumentará de 2 a 5 años el tiempo en el que un responsable político o legislador no puede ser contratado por un grupo de presión tras dejar su cargo público.
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