No es campaña sucia publicar indiscreciones políticas
Danilo, recuerda, castigar corrupción por simple rumor público, como prometiste, no lo has hecho. Pasar balance a la cooperación interna en esta campaña 2016 del PLD, fue un teatro dentro del comité político, el lunes 4 de abril.
Mi impresión es que buena parte del electorado que votó por Danilo en 2012, frente a un Hipólito desgastado y viejo, lo hizo, entre otras cosas, con la esperanza de poder que, por primera vez en la historia política reciente de R.D., la corrupción sería sancionada con todo el rigor de la ley, aclarando que esa sanción no debería recaer solo sobre los perejiles, sino sobre los jerarcas del régimen del León.
Lo que nunca se ha hecho, slogan de Joao Santana, convenció en 2012. No sé si podrán en 2016.
No es un deseo de venganza lo que impera en buena parte de la sociedad, solo en aplicar la ley y que impere la justicia.
En ese contexto parece haber dos líneas de argumentación al respecto. Por un lado, están quienes dicen que como Danilo necesita el apoyo del leonelismo en el Congreso para obtener ciertas leyes, un avance frontal de la justicia contra la corrupción de la “década ganada” generaría pérdidas de apoyo particularmente en el Senado con Félix Bautista.
Tengo mis serias dudas al respecto, pero en todo caso sabemos que si algo no tiene la dirigencia política en general es lealtad. Los tránsfugas lo demuestran, son parte del folclore dominicano y si no vean como, ante la perspectiva de tener dinero vía exoneraciones y barrilitos, todos se unen.
Digamos que billetera mata lealtad. Papeleta mato a menudo.
Por otro lado, hay otra línea de argumentación sobre el tema de la corrupción que consiste en pedirle a la justicia que está más cuestionada que el mismo Ejecutivo a que avance a paso redoblado para sancionar el latrocinio que los amigos de Leonel llevaron a cabo durante 12 años con toda impunidad, la persecución a quienes pensaban diferente fue moneda corriente y el abuso del poder y el uso del Estado para amedrentar a los opositores rozó casi, en terrorismo de Estado.
Cero contratas, anuncios, nombramientos y conexiones esfumaron los opositores. Sobrevivir es ser amigo del jefe, me recuerda a Trujillo.
Por otro lado, hay otra línea de argumentación sobre el tema de la corrupción que consiste en pedirle a la justicia que está más cuestionada que el mismo Ejecutivo a que avance a paso redoblado para sancionar el latrocinio que los amigos de Leonel llevaron a cabo durante 12 años con toda impunidad, la persecución a quienes pensaban diferente fue moneda corriente y el abuso del poder y el uso del estado para amedrentar a los opositores rozó, si no es que efectivamente fue terrorismo de Estado.
Quienes siguen esta línea de argumentación sostienen que sin proceder a un nunca más de la corrupción y del abuso del poder será imposible tener un verdadero sistema republicano.
¿Cuál de las dos posiciones resulta más útil? Si uno especulara con la conveniencia política de corto plazo, tal vez la primera alternativa podría llegar a ser la más beneficiosa para el gobierno, siempre y cuando solo buscara ventajas de corto plazo sabiendo que el Poder Judicial fuera del poder es una máquina de entorpecer al que gobernó para voltearlo. En otras palabras, denunciar la herencia recibida y la corrupción de esos 12 años hace daño a la reelección y decidieron la otra opción, no tirar piedras hacia atrás.
EPD Jorge Blanco creyó eso en 1984 y EPD Balaguer se la cobró, después de ahí, el PRD demostró que sus días estaban contados y surgió el moderno PRM.
Ahora bien, pensando en el largo plazo, denunciar en RD y que el Ejecutivo y Procurador colaboren para que la justicia investigue los actos de corrupción es el camino correcto para el crecimiento de largo plazo.
En un país donde el valor principal es vivir a costa del trabajo ajeno, ayudas del Estado, chantaje y macuteo, no tendrá inversiones, ni crecimiento, ni mejora en la calidad de vida de la población. Si no hay costo por abusar del poder y cometer actos de corrupción, el compadreo será la forma de gobierno.
¿Por qué no ser corrupto, si es todo beneficio y tiene cero costos?
En una sociedad gobernada por corruptos el sistema económico no se basa en la inversión a largo plazo ni en desarrollar la capacidad de innovación de las personas, sino en el oportunismo.
La regla es la destruir riqueza robándole el fruto de su trabajo a los que producen con impuestos, peajes y demás artificios. Pocos tienen estímulos para producir y muchos quieren consumir, con lo cual no hay crecientes bienes y servicios a disposición de la gente que es, en definitiva, lo que permite mejorar la calidad de vida de la población. Si la regla es robar y atracar con impunidad, la inversión brillará por su ausencia y la pobreza cubrirá a la mayoría de la población, en tanto que al ser el robo la regla, la violencia también dominará a esa sociedad.
Por el contrario, si la corrupción es sancionada con toda severidad al igual que el abuso del poder, los gobernantes se cuidarán de incurrir en ambas prácticas porque saben que irán presos y las inversiones llegarán al país y la capacidad de innovación de la gente se desarrollará de tal manera que el país será un país de emprendedores con abundante trabajo y bien remunerado.
En síntesis, en mi opinión, aplicar sanciones ejemplares a quienes abusaron del poder durante los últimos 20 años, incluyendo amigos de Hipólito que practicaron la corrupción con total impunidad es la base misma de porque estamos hartos de tanta demagogia.
Sancionar el abuso de poder y la corrupción implica sentar las bases instituciones (reglas de juego) por las cuales quien quiera progresar en R.D. tendrá que trabajar. Y el que quiera progresar siendo corrupto tendrá como destino la cárcel.
jpm