Navidad con delincuencia institucional y social
Estamos llegando al final del año 2022 en medio de una gran ola de criminalidad social. Todos los días vemos actos de criminalidad y violencia donde seres humanos son agredidos y hasta asesinados por delincuentes de la misma sociedad en que vivimos.
El gobierno ha fracasado en su promesa de combatir y reducir la delincuencia social.
Pero hay un gran incremento en la criminalidad institucional, y eso debe preocuparnos aún más. Yo odio más la delincuencia institucional que la misma delincuencia social, porque la primera se hace con la protección de la ley.
Las empresas distribuidoras de electricidad, mejor conocidas como EDEES, actúan como mafias organizadas protegidas por la ley. Ellas se roban sus propios contadores en perjuicio de los usuarios, extorsionan y chantajean para obtener dinero de los usuarios cuando hay averías, provocan desfases de manera recurrente para cobrar peajes, etc…etc…de acciones delincuenciales.
Las fiscalías solo persiguen los delitos en donde ellos se pueden lucrar económicamente y no hacen nada para combatir la criminalidad que afecta a los ciudadanos todos los días.
Hay militares usando su uniforme para extorsionar y chantajear a dueños de negocios, usurpando rangos que no poseen y mintiendo a sus superiores sobre lo que hacen, al mismo tiempo que dicen tener funciones que tampoco las tienen, y lo peor es que las instituciones correspondientes no hacen nada contra esos militares delincuentes.
La policía confunde a la población porque mientras no hacen nada para apresar a delincuentes denunciados por la ciudadanía, aparecen asesinando a supuestos delincuentes en intercambios de disparos.
Si Ud. tiene un arma legalmente para protegerse de la delincuencia podría terminar fácilmente en la cárcel si la usa para defender y proteger su vida, su familia o sus bienes y propiedades, porque el sistema legal protege al delincuente contra la ciudadanía.
En fin de cuentas y a fin de año, la delincuencia institucional y la delincuencia social nos tienen acorralados por todos lados, y parece que la única opción es quedarse encerrado en su casa, que a su vez está encerrada en hierros y dejar que ellos se apoderen de las calles y de todo.
El único problema es que los delincuentes no producen riquezas, sino que la sustraen, y si la población que produce no puede salir y hacer su trabajo productivo de riquezas entonces la sociedad se empobrece, y una vez seamos todos pobres entonces se habrá empeorado el problema.
En realidad, la sociedad tiene que expresarse y salir a protestar y desafiar el crimen social e institucional que nos afecta.
Mientras tanto que tengan feliz navidad y cuidémosnos de la criminalidad.
jpm-am
que bueno es asi , pues lo que dejo el pld fue un paraiso, verdad ?
ya aperecio el calvo con su rabo’e gato negro en la calva.muchacho en nueva yol venden tupe en la 42 a 5 dolare.
el culpable de eso es el perverso ****.