Mucho ojo con la presión alta
MIAMI.- Un nuevo criterio más estricto para determinar la seria condición de la hipertensión, o presión alta, ha sido anunciado por la American Heart Association (AHA), el American College of Cardiology y otros grupos de profesionales de atención de la salud. Casi la mitad de todos los estadounidenses ahora están en la categoría de presión alta según el nuevo criterio.
La lectura redefinida de presión alta, ahora es de 130/80, una reducción desde 140/90. El criterio más estricto, que es el primer cambio significativo en los criterios de la presión sanguínea en 14 años, significa que un 46 por ciento de los adultos en los Estados Unidos, incluyendo un creciente número de personas menores de 45 años, ahora son considerados hipertensivos. Bajo el previo criterio, un 32 por ciento de los adultos en los EE.UU. eran considerados hipertensivos.
“Si alguien ahora tiene una presión sanguínea de más de 130/80, eso ya no se considera algo aceptable”, afirmó Ian Del Conde, M.D. un especialista cardiovascular con Miami Cardiac & Vascular Institute. “Ahora nos enfocaremos más en lograr que los pacientes hagas cambios a su estilo de vida, incluyendo mejores dietas, más ejercicio y menos consumo de alcohol. Queremos prevenir que la presión alta empeore”.
El nuevo criterio ya no incluye la categoría de “pre hipertensión”, la cual anteriormente se consideraba con lecturas sistólicas entre 120 y 139 o una variación diastólica entre 80 y 89.
La presión alta es un factor de riesgo importante para la enfermedad cardiaca y los infartos cerebrales – las dos causas principales de muerte en todo el mundo. Mientras que la tasa de infartos cerebrales continúa bajando entre las personas de 55 años y mayores, está ocurriendo lo opuesto entre los adultos más jóvenes, comenzando a mitad de sus 30, según las nuevas investigaciones publicadas en los primeros meses de este año. Los nuevos datos son bastante inquietantes para la comunidad médica, la cual promueve vigorosamente el tratamiento y la prevención de los factores de riesgo subyacentes para los infartos cerebrales tales como la presión alta, el alto colesterol y la diabetes.
“Hay reportes de que las personas entre 35 y 55 años están sufriendo más infartos cerebrales y no sabemos exactamente el motivo”, dijo Felipe De Los Rios, M.D., Director Médico del Programa de Infartos Cerebrales del Baptist Health Neuroscience Center. “Pero lo que sí sabemos es que las enfermedades que vemos normalmente entre las personas mayores ahora están ocurriendo a edades más tempranas. Vemos más obesidad, más diabetes y más hipertensión”.
Una presión sanguínea de menos de 120/80 aún es considerada normal, pero a niveles sobre estos, hasta 129, se llamarán “elevados”, según un comunicado de la AHA. El primer número en una lectura de la presión (sistólico) se refiere a la presión en los vasos sanguíneos cuando el corazón se contrae, y la segunda es la presión cuando el corazón se relaja entre latidos (diastólica).
Las nuevas directrices han estado planeadas por alrededor de tres años y están basadas en cientos de estudios y ensayos clínicos. Pero los autores de este nuevo criterio no están sugiriendo que más personas necesariamente tendrán que tomar medicamentos para controlar su hipertensión.
El nuevo criterio, que fue publicado en la revista de la AHA llamada Hypertension, enfatiza la necesidad de que los médicos se enfoquen en “un marco completo de cambios saludables de estilo de vida para los pacientes” – a través de una alimentación más nutritiva y de ejercicios regulares – para ayudar a la gente a tomar control de su presión más temprano.
“Sí vamos a clasificar a más personas como hipertensivas y vamos a recetar más medicamentos, pero también vamos a salvar más vidas y vamos a ahorrar más dinero al prevenir más infartos cerebrales, más eventos cardiovasculares y más insuficiencia renal”, afirmó Kenneth Jamerson, M.D., profesor de medicina interna y especialista en hipertensión en el University of Michigan Health System.
Él es uno de 21 expertos en el comité que escribió el nuevo criterio. “Si vamos a poner más dinero dentro del sistema de atención de salud, es beneficioso para todos si nos enfocamos en el tratamiento y la prevención en esta cara de la moneda, durante el tratamiento temprano”.
La presión alta ocurre cuando la fuerza de la sangre contra las paredes de los vasos sanguíneos es demasiado alta. Esta presión adicional causa que el corazón trabaje más fuertemente y que los vasos sanguíneos funcioneN con menos eficacia. Con el pasar del tiempo, el estrés daña los tejidos dentro de las arterias, lo cual causa daños al corazón y al sistema circulatorio.
La hipertensión a veces es conocida como ‘el asesino silencioso” ya que a menudo no presenta síntomas obvios pero representa más muertes por enfermedad cardiaca y por infartos cerebrales que casi todas las otras causas de muerte prevenibles y está en sólo el segundo lugar después de fumar.
JPM