Minou: haciéndose la inocente
El título escogido esta vez, obedece a la actitud de la inmensa mayoría de los legisladores dominicanos en ambas cámaras, ya que no es la primera vez que la irresponsabilidad de los señores senadores y diputados traslada la papa caliente al Excelentísimo Señor Presidente Danilo Medina para que la enfríe y baje presión en la opinión pública.
Durante la primera comparecencia del presidente Danilo Medina al pleno de la Asamblea Nacional el 27 de febrero del 2013, todos fuimos testigo de la valentía del Jefe del Estado en la defensa de los intereses nacionales frente a la empresa minera Barry Gold, la cual había sido autorizada por el Congreso Nacional a explotar el oro nacional con un beneficio de un 96% a su favor y solo un 4% para el Estado.
En aquella ocasión el presidente Medina declaró inaceptable las condiciones de aquel acuerdo, forzando una nueva negociación que le encumbró a niveles tan alto de popularidad que aún permanece por las nubes, mientras que ese mismo hecho, dejó a los señores legisladores muy mal parados frente al pueblo que le eligió argumentado que no lo habían leído a la hora de votarlo.
Ahora tenemos el caso de la modificación de Código Procesal Penal (CPP) que según el rumor popular ha restado conquistas sociales y ciudadana al pueblo a pesar de que ha contacto con la defensa magistral y técnica de grandes personalidades de la vida jurídica nacional.
Su modificación por parte del Congreso Nacional ha generado un rechazo casi unánime en la sociedad civil y la opinión pública respecto a los conceptos “Querella y Denuncia” de acto de corrupción en la Administración Pública, obligando al Presidente de la República quien tiene el oído en el corazón del pueblo a observar en veinticinco puntos la pieza legislativa ante de proceder a su promulgación en la Gaceta Oficial, tal y como lo establece la Constitución de la República.
De nuevo sucede que después de esta nueva metedura de pata, aparecen legisladores como la Doctora Minou Tavárez Mirabal haciéndose la inocente y engañada en una actitud irresponsable y con matiz electoral, en vez de asumir su responsabilidad colectiva como parlamentaria.
En nuestra opinión, con esta observación al proyecto de modificación del referido CPP, a los señores senadores y diputados se les ha presentado una oportunidad magnífica de corregir lo que está mal, en el entendido de que el presidente de la República no tiene poder de veto.
Lo que tratamos de explicar al lector es que aunque el Poder Ejecutivo (PE) haya observado el proyecto y por vía de consecuencia el mismo debe volver al Congreso Nacional, bastaría que ambas cámaras se confirmen en su aprobación y rechacen las observaciones al mismo para que el Poder Ejecutivo se vea en la obligación constitucional de promulgarlo. La oportunidad a la que me refiero es renunciar a ese derecho y acoger todas las observaciones y si es posible, mejorarlo.
Un anteproyecto de Ley o de modificación de Ley para ser catalogado finalmente como Ley, deberá pasar un largo trámite parlamentario, pero el menos difícil es justamente el más necesario, es decir “el espíritu del mismo” que debe ser corregir conflictos sociales y ahí justo en ese punto es donde el legislador tiende a perderse muchas veces movido por intereses de grupos o particulares.
Según nuestra sistema político, en República Dominicana vivimos en democracia representativa por lo que la soberanía nacional está representada en el Congreso de la República como primer poder de Estado, sin embargo muchas veces este poder no se comporta a la altura de las circunstancia.
Esta última reflexión no significa que en lo adelante un presidente de la República no tenga que observar otro proyecto de Ley o de Modificación de Ley, ya que son tramites regulares en la formulación de las mismas y propias de la teoría de la separación de los poderes del Estado como única garantía de evitar el autoritarismo.