¡Merecido reconocimiento!
Con el reconocimiento que hace la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a nuestro país por la reducción del hambre en los últimos 25 años, podemos darnos cuenta ( a pesar de dos ó tres voces agoreras y fatalistas que imitando al escritor decimonónico José Ramón López, se oponen al progreso dominicano), de que la nación se dirige a pasos firmes por la senda del desarrollo.
En el informe dado a conocer por la FAO, la República Dominicana entre el período 1990 y 2002, tenía 2.5 millones de personas subalimentadas. Pero sin embargo, ya para el periodo 2005-2007, unas 200,000 personas habían salido de este renglón, llegando la cifra a 2.3 millones.
Pero en el cauce que lleva a nuestro país por el trayecto del avance, el informe de la FAO dice que entre el 2010 y el 2012, el número de subalimentados disminuyó a 1.6 millones, para más adelante situar a la fecha en solo 1.3 millones en condición de subalimentados los existentes en nuestro país.
Pero un dato relevante que sale a relucir en el informe del prestigioso organismo internacional perteneciente a la ONU, es que los países que gozan de este privilegio, como lo es la República Dominicana exhiben una sólida estabilidad política y han sido promotores del crecimiento económico, todo esto contradiciendo a seudos economistas, que su petrificado y metafísico discurso se ha circunscrito en negar y abominar el crecimiento económico que ha experimentado el país en los últimos años, y que a decir de la FAO contribuye en la superación de los escollos sociales, como lo es la subalimentación.
Con este reconocimiento por parte de la FAO, la República Dominicana cumple con uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, todo eso a pesar de la severa crisis económica por la atraviesa la humanidad desde el año 2008, que ha llevado a las más grandes economías del planeta a desmantelar programas de bienestar social, generando esas medidas fuertes tensiones sociales, protestas y resurgimiento de nuevas fuerzas políticas que se han ganado el favor del electorado hastiado de ver soportar sobre sus hombros el gran peso de la crisis.
Claro está, todavía queda mucho camino por recorrer. La política del presidente Danilo Medina de acudir en auxilio de la gente productora comienza a cosechar sus frutos no solo en el ámbito de la generación de miles de empleos, sino también en el incremento de la producción agropecuaria, que indiscutiblemente contribuye al aumento de la oferta alimentaria.
Este merecido reconocimiento de la FAO debe llenarnos de orgullo y motivarnos a seguir hacia delante en la producción de bienes alimenticios que permitan elevar el bienestar de nuestro pueblo.