María Rosario: ¿100 años de soledad?

(A todos los graduados del Instituto Bíblico de Concepción de la Vega Real. A los guerrilleros ocultos de la fe que siempre están presentes. A la memoria, también de Mauricio Vargas Veloz quien fue testigo de tantas vivencias que la misma María Rosario vivió. A toda la generación de jóvenes que se pasean por la senda angosta. A Tomas Pimentel, Salvador Rivera, Arcadio Berigüete, Josee Beltre Feliz, Dilenia Pimentel).

CONCEPCION DE LA VEGA REAL.- Por la calle Manuel Ubaldo Gómez venía María Petronila Rosario; María Petronila Rosario venía cargada de años y de historias imperecederas que gravitan en todos los corazones de los seres humanos que vivieron esa historia tan fresca y tan añeja como el dolor del hombre.

Situado en la Calle Manuel Ubaldo Gómez con esquina Federico García Godoy todavía enhiesto y firme, como una antorcha encendida se conserva el Templo Evangélico Frank Butler donde todo comenzó. Donde las tinieblas se convertían en luz. Donde en las noches más oscuras aparecían los Cocuyos encendidos con sus antorchas de la buena nueva de salvación.

María Petronila Rosario vive y vive en el corazón de todos aquellos que les dio su cariño desde muy joven. Hoy el barrio X y la Cigua son famosos porque allí precisamente allí las piedras adornaban el firmamento ante la prédica constante de varios hermanos en la casa donde vive aun María Rosario.

Esencialmente allí, y solo allí, un mecánico de Ferrocarril llamado Cecil Samuels con una visión ciclópea comenzó la revolución de los protestantes en todo el Cibao Central y parte del Sur. Samuels llegó al país a mediados de julio de 1938 según lo afirmó en una conversación con el autor de esta crónica corrigiendo así la fecha que aparece en el libro El protestantismo en Dominicana, escrito por George Lockward. (Página 392.) Fue el primer misionero que se estableció en el pais. Fue uno de los que estaba plantando iglesias en diversos puntos estratégicos del Cibao. La primera iglesia la estableció en La Vega y luego en Cotuy donde hoy se predica el evangelio gracias al esfuerzos de ese señor que lo dio todo por el Evangelio de Jesucristo en la tierra de Duarte Sánchez y Mella… En el municipio cabecera hay más de 40 templos que profesan la fe del evangelio.

Por aquellos años el Seminario de Los Pinos Nuevos anclado en la finca Oliver, cerca del pueblo que me vio nacer, Placetas, Las Villas Cuba, envió unos seis misioneros a tierras lejanas, Zeida Campos, Florentino Toirac, Secundino Bermúdez y su esposa Noemi Villafaña, Efrain Raimundo, Cecil Samuels, Georgio Morell, Hilario Diaz Bonachea entre tantos otros.

Todo comenzó por los años de 1936 y 1939. En un grave problema que sucedió en el Seminario de Los Pinos Nuevos se tomó la decisión de ensanchar el campo misionero y para esos años salieron hacia Haití los misioneros que los pinos les quedaba muy pequeño y tenían otra visión de ensanchar el evangelio. Ese matrimonio junta a Zeida Campos aterrizaron en Haití para trabajar con muchos haitianos en Puerto Príncipe especialmente con muchos que habían regresado desde Cuba.  También en 1938 Florentino Toirac se estableció como misionero a lo largo de 12 años en el pais de Petion. Fue allí y solo allí donde surgió el nombre de West Indies Mission. Con el tiempo Juanita Toirac también se unía al trabajo en Haití como también Benita Binet por aquellos años de esfuerzo misionero.

En vista que la Republica Dominicana era un tendón fuerte para evangelizar debido al catolicismo romano y la misión no tener una fórmula para expandir el evangélico enviaron a Cecil Samuels a realizar trabajo misionero explorativo. Luego del reporte del misionero jamaicano se estableció el trabajo en 1939. Las diferencias de varios misioneros en Cuba hicieron que se expandiera la obra misionera a través de Haití y luego la Republica Dominicana. Precisamente La Vega se convertiría en el centro por excelencia de adiestrar hombres para Jesucristo con la misma visión que Elmer V. Thompson se preño del Instituto Bíblico donde graduó y seguido en Cuba, luego en Haití, Jamaica y la Republica Dominicana. El Manguito fue algo mucho mejor en fertilidad de la tierra que en Los Pinos Nuevos en Placetas, Cuba.

La década del 40 fue grandiosa para la Mision en territorio dominicano respecto a captar creyentes para la fe evangélica. Muchos de los misioneros que estuvieron en el pais fue un experimento para varios de ellos, pero la retama en verdad y el precio a pagar fue por varios misioneros cubanos, norteamericanos y canadienses con la excepción de Cecil Samuels el mecánico de ferrocarril que nació en Devon, Jamaica.

María Rosario que había nacido en 1920 en La Vega Real cuando todavía el pais estaba ocupado por primera vez por los Estados Unidos de América. María Rosario tenía 25 años de edad cuando en una Escuela Dominical se entregó a Jesucristo escuchando a la señorita Doris Milesson quien había llegado de Cuba en 1942. María Rosario se destacó como una cantante especial que en todos los foros evangélicos entonaba himnos e inclusive escribiendo algunos coros cristianos. Casó con Francisco Sánchez y fue misionera en el sur dominicano donde fue muy conocida por aquella época de los años 60.

¡Escuchar a esta mujer a los 100 años de edad es multiplicar el drama de la pasión en pasos de viacrucis! Y el Hijo del hombre sigue recorriendo las estaciones, entregado por la cobardía jurídica de Pilatos, enviado al suplicio por el texto de la ley rutinaria, ultrajado por la canallería plebeya. El mas fiel de los suyos le sigue negando. Como en aquellos días tremendos en que entregó la justicia divina a la venganza humana, riega hoy y siempre en las piedras inhóspitas y deja el llagado sello de sus pies en caminos hostiles.

Señores, María Rosario, desde muy temprano nos enseñó que la humanidad que quiso redimir al precio del propio sacrificio, sellador de su doctrina, convirtiendo así la palabra en carne de renovación, no está redimida todavía. El le acerca el rostro moribundo, ella le vuelve las espaldas. El agua lustral de la víctima no ha ablandado milenarias costras de barbarie, y la tiniebla se hace sobre la tiniebla triste hasta la muerte.

Por la calle Manuel Ubaldo Gómez venia en una silla de ruedas María Rosario. Iba hacia el templo Frank Butler quizás rememorando en sus tantos años lo ancho, lo hondo y cálido que fue el verbo de nuestro señor Jesucristo. Me dijo en la esquina del Templo, «Ñaño y tu estas aquí», ¡Daniel! Le dije que si que estaba junto a ella en honor a todo su trabajo a treves de tantos años y que también Luis Naut (Chito) había venido a estar en un evento tan importante e histórico para los evangélicos y para la misma ciudad de La Vega.

Ver a María Rosario sentada encima de la plataforma donde tantos predicadores predicaron a Jesucristo crucificado y glorificado solo pienso por María que solo puñaladas se asestan, bombas destrozan, incisivos caminos desgarran, en el imperio de la selva en marcha. Cuan larga fue su caminata sobre montañas de ruinas, llantos de huérfanos mientras que el algodón pólvora absorbe la esencia de nardos del espíritu. En momentos difíciles cuando cayó “Chapitas” y los evangélicos de La Vega vivieron momentos tremebundos, allí estaba María Rosario con su frente en alto mientras un pueblo tomaba venganza de una tiranía que llegaba a su fin en el suelo dominicano.

Y como dijo el licenciado Luis Naut (Chito), recordando aquellos horribles momentos cuando en toda La Vega se cantaba “fuera, fuera protestantes, fuera de nuestra nación que queremos ser amantes del sagrado corazón” presente estaba esa gigante de la fe evangélica dispuesta a dar su vida por el Rey de reyes y Señor de señores.

Estoy persuadido al ver esta heroína de la fe cristiana que esta la esperanza de que, como en El, tras la muerte vendrá la resurrección, sin la cual todo seria insensato e inútil. Y como dijo Mayobanex Espinal, “la única justificación de tantas tumbas es que de ellas nazca el porvenir.”

María Rosario: ¿100 años de soledad? ¡No! 100 años de victoria en Jesucristo recordando al Apóstol Pablo cuando escribió: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”

cafebambu76@gmail.com

JPM

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