Manolo Tavárez Justo
POR TEÓFILO LAPPOT ROBLES
Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo) nació en la ciudad de Montecristi el viernes 2 de enero de 1931, hace ahora 90 años, cuando ya la República Dominicana estaba bajo las garras de un régimen de fuerza bajo el cual él tuvo que vivir sus primeros 30 años de vida.
Las comodidades materiales que podía proveerle su familia no lo convirtieron en un ser indiferente a la situación económica y política de su pueblo natal y de su país.
Al contrario, desde la adolescencia fue tomando conciencia de la dura realidad en que vivían sus compatriotas. Mientras otros, en diferentes lugares del país, se movían en simples golferías, Manolo fue forjando en su interior el compromiso de luchar, como lo hizo luego, por la libertad del pueblo dominicano.
La unión matrimonial y la coincidencia de ideales revolucionarios que tuvo con Minerva Mirabal fueron la más sólida fragua para moldear su lucha en favor del oprimido pueblo dominicano.
La extraordinaria, inteligente y valiente Minerva se convirtió en una potente inyección para vigorizar los ideales redentores de Manolo. El asesinato de ella, sus hermanas Patria y María Teresa, y el chofer Rufino de la Cruz, ocurrido el 25 de noviembre de 1960 en la carretera Gregorio Luperón, que conecta la ciudad de Santiago con la costa atlántica, fue para él un acicate para no desmayar jamás en sus propósitos patrióticos.
Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo) fue en su época el más prominente líder político de una parte considerable de la juventud criolla. Su magnética personalidad simbolizaba, en los primeros años de la sexta década del siglo pasado, los más puros ideales de bien común para el pueblo dominicano; después de más de 30 años de opresión y tiranía.
El 10 de enero de 1960, con la dictadura de Trujillo todavía en pie, se fundó en un lugar rural llamado Guayacanes, dentro del municipio de Mao, provincia Valverde, el Movimiento Revolucionario 14 de Junio. Manolo fue escogido como presidente de la directiva de esa audaz entidad de origen patriótico, cuyo principal objetivo era enfrentar con las armas al nauseabundo régimen que llevaba 30 largos años cometiendo tropelías en todo el país.
El jurista Rafael Valera Benítez, en la obra Complot Develado, recoge más ampliamente el resultado de aquella asamblea embrionaria: “El Comité Central quedó mientras tanto integrado por el doctor Manuel Aurelio Tavárez Justo, en calidad de Presidente; Rafael Faxas Canto, como Secretario; ingeniero Leandro Guzmán, Tesorero; y los demás asistentes fueron nombrados vocales.”1
Dos días después de aquella intrépida reunión de gran envergadura política, por las circunstancias imperantes en el país, Manolo fue apresado y sometido a crueles torturas en varias cárceles. Esos vejámenes contra su persona no disminuyeron su decisión de no cejar hasta ver caer la tiranía. Su figura se elevaba cada día más entre sus seguidores presos, perseguidos o clandestinos. No saldría de la prisión sino poco después de la histórica noche del 30 de mayo de 1961, cuando Trujillo fue abatido por plomo heroico.
El 30 de julio de 1961 Manolo fue confirmado como líder de la organización (entonces renombrada como Agrupación Política 14 de Junio) cuyo nombre era en memoria a los héroes y mártires que llegaron al país el 14 de junio de 1959 y días siguientes para combatir sobre el terreno al nefasto régimen que había comenzado en el lejano 1930.
Si alguien albergaba alguna duda sobre la determinación de Manolo de luchar por crear una sociedad donde prevaleciera la libertad y la justicia ella quedó despejada cuando en un vibrante discurso, que pronunció en el Parque Independencia, en la capital dominicana, el 14 de junio de 1962, dijo entre otras cosas, lo siguiente:
“El 14 de Junio sabe muy bien donde están las escarpadas montañas de Quisqueya, y a ellas iremos, siguiendo el ejemplo y para realizar la obra de los héroes de junio del 59, y en ellas mantendremos encendida la antorcha de la libertad, de la justicia, el espíritu de la revolución, porque no nos quedará entonces otra alternativa que la de libertad o Muerte.”2
Es importante señalar que el movimiento que Manolo dirigía no tenía simpatías iniciales con Bosch, pero él comprendió rápidamente la pertinencia de apoyar las iniciativas de carácter social emprendidas por el breve gobierno que aquél encabezó.
En el segundo tomo de Personajes Dominicanos Roberto Cassá pone este ejemplo que refuerza lo que señalo en el párrafo anterior: “En una conferencia pronunciada en Padres Las Casas, a escasos días de Bosch llegar a la presidencia, Tavárez Justo hizo el sorpresivo anuncio de que el 14 de Junio apoyaría las medidas del nuevo gobierno tendentes a favorecer los intereses populares.”3
Dentro de la agrupación política que Manolo Tavárez lideraba había divergencias con relación a iniciar una guerra de guerrilla contra los golpistas que usurpaban el poder luego de derrocar al gobierno constitucional de Juan Bosch. Unos consideraban que no existían condiciones para ello y otros, como el mismo Manolo, sostenían lo contrario. Así comenzó el descenso prematuro hacia la tumba el más brillante dirigente político de su generación.
Tavárez Justo dirigió varios frentes guerrilleros que buscaban restablecer la constitucionalidad cercenada por las fuerzas que el 25 de septiembre de 1963 destruyeron los anhelos democráticos del pueblo dominicano.
Muchos de los guerrilleros alzados bajo la dirección directa de Manolo cayeron en la ingenuidad de creerle al Triunvirato que desgobernaba el país su promesa de que iba a respetar la vida de los combatientes que se rindieran.
Al izar bandera blanca, por una miríada de factores adversos, sin percatarse de que siniestros personajes criollos y extranjeros eran los que en realidad dirigían las acciones en su contra, entregaron sus valiosas vidas para festín de asesinos desalmados, que los masacraron ya estando ellos inermes.
El magnicidio de Manolo Tavárez Justo se produjo el 21 de diciembre de 1963, en el lugar denominado Alto de la Diferencia, cerca del poblado de Las Manaclas, en la jurisdicción de San José de Las Matas.
El eminente historiador y ex guerrillero Emilio Cordero Michel, preso en la Solitaria No.9 del Palacio de la Policía Nacional, le dirigió desde allí el 27 de diciembre de 1963 una carta al director del periódico Listín Diario, Rafael Herrera (quien no la publicó) en la cual desmintió la infundada noticia propalada por el gobierno de facto en el sentido de que Manolo Tavárez Justo y varios de sus compañeros de lucha murieron en combates con las fuerzas militares desplazadas en esa zona montañosa del país, con motivo del alzamiento guerrillero de la organización política 14 de Junio.
Así de contundente fue Cordero Michel: “Manolo Tavárez y 14 compañeros fueron asesinados por las tropas de la Aviación. Desde una solitaria de la cárcel del Palacio de la Policía acuso al Gobierno y a los militares de San Isidro de la muerte de esos compañeros.”4
En su obra Vivas en su jardín, Dedé Mirabal, quien fuera su cuñada y única de las cuatro hermanas Mirabal Reyes que sobrevivió a la tiranía trujillista, dice de Manolo Tavárez Justo lo siguiente: “Manolo fue un líder de gran carisma que aglutinó a todo el pueblo dominicano. Irse a la montaña fue cumplir un compromiso con su pueblo, y yo diría que con sus compañeros. Tomó la decisión consciente de que le costaría la vida.”
Al describir el cadáver de Manolo doña Dedé expresa que: “En la cabeza, cerca de la frente, tenía la quemazón de una bala. Estaba sin camisa; conservaba el pantalón, pero roto. Era un coladero de balas. Tenía heridas de bayoneta por varias partes. Lo mataron con saña.”5
La amplitud de miras que caracterizaba al doctor Manuel Aurelio Tavárez Justo, de cara a la libertad y el bienestar del pueblo dominicano, quedó demostrada tanto en sus discursos y diálogos como en sus actuaciones durante el trujillato y también ante los golpistas que el 25 de septiembre de 1963 cercenaron nuestra incipiente democracia.
La siguiente expresión suya lo pinta como lo que era, un patriota de pies a cabeza: “Esta lucha no la hace un hombre ni un grupo de hombres. Es la lucha del pueblo y todo el pueblo, en diversos grados, debe participar en ella para que el triunfo sea el fruto del esfuerzo común.”18
Bibliografía:
1-Complot develado. Segunda edición. Impresora Mediabyte, 2005. P206. Rafael Valera Benítez.
2-Discurso.14 de junio de 1962.Discursos Políticos (1961-1963). Editorial Santo Domingo, 2006.Manolo Tavárez Justo.
3-Personajes dominicanos. Tomo II. Editora Alfa y Omega, 2013. P428. Roberto Cassá.
4- Carta al director del Listín Diario, Rafael Herrera. 27 de diciembre de 1963. Emilio Cordero Michel.
5-Vivas en su jardín. Editora Corripio, 2009.Pp216 y 217. Dedé Mirabal.
-Fragmento de discurso de Manuel Aurelio Tavárez Justo. Obras escogidas. Ensayos I. Editora Corripio, 2015.P42. Emilio Cordero Michel.
-La guerrilla del decoro. Editora Taller, 1994. Rafael Chaljub Mejía.
-Movimiento 14 de junio. Historia y documentos. Editora Búho, 2007.Recopilador Tony Raful.
JPM
uno lee sobre todos los hombres y mujeres honorables,educados y dignos que alrededor de la primera mitad del siglo pasado ofrendaron su vida por nuestro país,y se pregunta uno, porqué no se conservaron algunos,para unas décadas más tarde.» cosas del tiempo son».y da pena.
cada pueblo de rep dom deberia llevar por lo meno una calle con el nombre de manolo
para mi fue un gran error irse a la montaña y luego rendir el eso es lo que esperaba ese maldito asesino triun virado pero no libertad sin sangre valió la pena
martin. a manolo lo mataban aunque no hubiese subido a la loma. en ese lapso histórico que se vivio en rd. el único dirigente politico que movilizaba masa era manolo, eso lo condenaba a muerte.
luis ya tu home attendant te cambió en pampers to kaga….o y lleno de miao?