Madre dominicana denuncia discriminación en corte NY
NUEVA YORK.- Una madre dominicana denunció haber sido discriminada en un tribunal en el que se dilucidaba una demanda contra un veterano del Ejército de Estados Unidos que golpeó salvajemente a un hijo suyo.
Mguelina Núñez se quejó de que el jurado fue conformado por siete personas blancas anglosajonas, al igual que el agresor, lo que en su opinión influyó en el veredicto.
Relató que el 9 de noviembre de 2008 su hijo Angel Moreno, de 19 años, y otros compañeros de estudios de la Universidad Estatal de Syracuse, en Nueva York, celebraban en una pizzería del poblado Oswego, en Upstate, la elección de Barack Obama como el primer presidente de color en Estados Unidos.
Agregó que en medio de la celebración, entró el exsoldado Kevin T. Flanagan, de 23, con unos amigos y vociferó «Fuck Barack Obama» y otros epítetos despectivos y racistas.
Dijo que su hijo y otros amigos defendieron a Obama, lo que originó una discusión entre ambos bandos.
Explicó que Moreno y sus compañeros decidieron abandonar el lugar y salieron de la pizzería, ubicada en el 141 de la calle Bridge, pero fueron seguidos por Flanagan, quien le dio una bofetada y un puñetazo en la mandíbula al joven estudiante dominicano.
Con el impacto, Moreno se golpeó con la carrocería de un camión que estaba estacionado, se desplomó en el pavimento y quedó inconsciente.
Dos soldados del cuerpo médico del Ejército que andaban con el agresor dieron los primeros auxilios a Moreno hasta que llegó un helicóptero y lo transportó al Hospital Universitario de Syracuse, donde permaneció dos meses en ese estado de coma y otros cuatro en semicoma y conectado a un respirador artificial.
Flanagan, quien vestía de civil y aparentaba estar borracho fue arrestado en el lugar, pero pagó una fianza de 5 mil dólares y recuperó su libertad.
Núñez dijo que el día del juicio Flanagan ofreció un testimonio alejado de la realidad y de su declaración original, a pesar de lo cual y de las pruebas presentadas por la Fiscalía, el militar fue exonerado de los cargos de intento de asesinato y declarado culpable de asalto no agravado y no intencional, un delito menor que no conlleva sanción judicial importante.
Al momento del incidente Moreno llevaba dos años estudiando para coach de basquetball, una carrera que dura cuatro años. «Después que graduará de esa primera carrera, él iba a estudiar para quiropráctico en la universidad», expresó Núñez.
«Mi hijo exhibía un promedio académico de 3.5, y hoy tiene daño cerebral permanente y no puede valerse por si mismo para cosas tan elementales como vestirse, tampoco articula bien sus palabras y se le olvidan las cosas», lamentó.
En la actualidad, Moreno recibe terapias de desarrollo intelectual cinco días a la semana, tiene dificultad para caminar y debe ser cuidado las 24 horas por una especialista.
Diez años después del incidente, Moreno no ha superado el trauma y dijo que el dolor más grave es ver sus sueños truncados y que no podrá graduarse de la universidad y comprarle la casa que le prometió a su madre, quien labora como enfermera.
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