Los hispanos festejan en Nueva York su cultura común y su diversidad
NUEVA YORK.- Los bailes, las músicas y las tradiciones de los países hispanos salieron una vez más este domingo a las calles de Nueva York para celebrar, unidos por su idioma y cultura comunes, el tradicional Desfile de la Hispanidad.
‘Hoy es un día para la comunidad hispana. Hoy dejamos el color, el país… Hoy es un solo idioma que nos une, el español. La belleza de ese idioma’, explicó Mirna Guerra, encargada de relaciones públicas del Desfile.
La cabalgata, que se celebra en la Gran Manzana desde hace 55 años, recorrió el corazón de Manhattan, remontando la icónica Quinta Avenida en dirección norte.
Una veintena de países estuvieron representados en el Desfile, que encabezaron como es tradición los españoles, con un nutrido grupo que incluyó desde agentes de Policía y Guardia Civil hasta la Asociación de Comparsas de Moros y Cristianos de la localidad de Onil (Alicante).
Esa asociación envió una delegación de unas 120 personas a Nueva York tras dos años de preparativos, según dijo a Efe uno de sus integrantes, ataviado con el clásico atuendo medieval de estas conocidas festividades del sureste de España.
En conjunto, miles de personas formaron parte del colorido desfile y varios miles más lo presenciaron in situ, convirtiendo durante unas horas el español en la lengua dominante en la zona más turística de la Gran Manzana.
‘Como expresión de identidad cultural, de identidad histórica, de comunidad hispana, es muy importante’, subrayó sobre el desfile el cónsul general de España en Nueva York, Rafael Conde de Saro.
La celebración sirvió para mostrar un año más a Nueva York el poderío de la comunidad hispana -que supone alrededor del 20 por ciento de la población estadounidense- y, al mismo tiempo, su diversidad.
Una diversidad que quedó plasmada en una infinidad de acentos, bailes y vestidos tradicionales, con una banda sonora en la que se escucharon desde gaitas gallegas a merengue caribeño.
Las celebraciones en la Quinta Avenida tendrán continuidad este lunes, cuando serán los italo-estadounidenses los que tomen Manhattan para celebrar el ‘Día de Colón’, que conmemora tanto la llegada a América en 1492 como el desembarco de millones de inmigrantes italianos en Estados Unidos hace aproximadamente un siglo.
Frente a estas dos celebraciones tradicionales, en los últimos años ha ganado fuerza en Estados Unidos una reivindicación para que sean sustituidas por un día en memoria de los pueblos indígenas.
De hecho, varios estados y ciudades ya reconocen oficialmente ese Día de los Pueblos Indígenas, algo que no ocurre en Nueva York, que cuenta con una colonia de origen italiano muy importante y donde el ‘Día de Colón’ es un festivo regional.
Por ese motivo, colectivos indígenas celebran este domingo y lunes su propio festival en la isla neoyorquina de Randall, con un programa al mismo tiempo lúdico y reivindicativo.
Entre sus demandas figuran la abolición del ‘Día de Colón’ en la ciudad y su sustitución por el ‘Día de los Pueblos Indígenas’, así como la retirada de los monumentos que recuerdan a Cristóbal Colón por considerar que suponen ‘celebrar la trágica historia de un genocidio y la violencia’ contra los nativos americanos.
‘El movimiento para renombrar el ‘Día de Colón’ no es en absoluto un desaire contra la comunidad italo-estadounidense. Su objetivo es denunciar el genocidio y celebrar a los pueblos indígenas y su papel central en nuestra historia y nuestro futuro’, defendieron en una columna publicada esta semana los periodistas Amy Goodman y Denis Moynihan, dos influyentes figuras de un sector de la izquierda estadounidense.
Para el cónsul general de España en Nueva York, sustituir una celebración por otra ‘no tiene sentido’, pues no se haría más que generar ‘separación, división y enfrentamiento’.
‘Yo creo que hay perfectamente cabida para todos en celebrar la identidad cultural, la diversidad cultural’, defendió.