Los fenómenos de pánico colectivo

En el firmamento mitológico, el espectro del dios Pan, encarnando los envites animales del hombre, incitaba un susto general: el pánico.

Los pánicos son movimiento colectivo proveniente de la disolución de las conciencias particulares convertidas en torpes de mover la acumulación de emociones y de inquisiciones ligadas a la comprobación con la muerte.

Los pánicos colectivos son raros en las calamidades colectivas (Trade center New York, 2001). Lagadec señala: “Para el Centro de Investigación de Desastres, con base en cientos de estudios de caso en todo el mundo, es sobre todo un mito-á la vez duro y peligroso «porque se alimenta el mito de su existencia y los rumores poco más o menos. Los pánicos acaecen cuando las victimas se conducen sin salida como por ejemplo en un edificio en llamas.

Los fenómenos de disgregaciones psíquicas conocidos bajo el término de “disociación peritraumática”, en principio destinados a proteger el individuo del horror de la situación vivida, juegan un rol cardinal.

Gustavo Lebon las había descrito: “Muchedumbres  caer ulteriormente de un estado de pasión elegida en el estado de simples muñecos instintivos dirigidos por sugerencias”, él escribía a intención de  las llamadas masas «criminales», o aun: “la psicología individual. Únicamente las pasiones maquinales pueden tomar acción.” Se sabe que luego de un shock traumático, 70% de personas se desmiembran y se convierten concurrentes de la escena de horror, ellas son en estado de sideración o deambulan como autómatas; pero 30 % conservan actuaciones adaptadas: algunas cultivan de la situación (pillajes), pero la descomunal mayoría actúa con gestos de solidaridad, a veces en peligro de su vida. Los portentos fuera de control, los miméticos son responsables de control de multitudes, demoledor e incontrolable: individuos en pánico «piloto automático», son más conscientes de sus acciones.

En materia de pánico colectivo, no existe ninguna medida preventiva al nivel individual (salvo para los personales de vigilancia y de socorros). La sola prevención posible es de orden general: -respecto de las normas de seguridad,-favorecer la evacuación de los individuos, -luchar contra la sensación de encierro,- formación del personal.

A posteriori, las victimas no perciben más el sentido de sus actos durante el fenómeno de multitud.

La cólera es un anómalo colectivo de arrojo que alimenta los fenómenos de chivo expiatorio (linchamiento inmediato…o diferido, mediático por ejemplo).

La exigencia de verdad es la única técnica comunicacional de crisis correcta, tanto para las víctimas y sus familiares como para la población general. Una gestión post crisis permite reconocer los trastornos y de facilitar indicaciones para que las victimas y su pariente puedan beneficiar de las medidas puestas a su disposición: interrogación para las víctimas, interrogación mediática para el público y las victimas, cuidados, acompañamiento social, asistencia judicial, política indemnizatoria.

Medidas preventivas para el porvenir deben ser rápidamente instruidas y anunciadas, ellas componen un elemento primordial de cualquier interpelación técnica. Pánicos Sociales.

Las crisis de confianza y los movimientos irracionales que sobrevienen cuando una población es o se cree sometida a un riesgo real o potencial (guerra biológica, actos de terrorismo, inseguridad general, prión, etc.) conducen “crisis blandas” que pueden ser analizadas adaptando el modelo victimológico de “crisis aguda” descrita.

La bizarría de la crisis obedece a los mismos mecanismos estereotipados. Todo debuta por una fase inicial de apatía generalizada y de indecisión, principalmente política, que favorece el miedo, los rumores, y la emergencia de líderes carismáticos, simplificadores, conduciendo miméticamente la muchedumbre y favoreciendo los procesos violentos de reparación. El modelo de René Girard, es particularmente pertinente. Los lideres distinguen designan un individuo o un grupo de individuos supuestos culpables de un crimen horrible (alta traición, decisión partiría o ideológica, negligencias graves, etc). El sacrificio del chivo expiatorio (proceso, linchamiento mediático), rumores…) permite de satisfacer transitoriamente la multitud….hasta que la solución no parezca mas satisfactoria, lo que resulta en fenómenos de rebote que reajuste el ciclo de violencia. René Girad ha descrito perfectamente el proceso de designación del chivo expiatorio. El describe tres estereotipos victimarios de una pertinencia clínica rara. El primero es un estado de crisis que desestabiliza las relaciones sociales: la esterilidad que aconteció a Tebas por ejemplo. El segundo es la designación de un falso culpable acusado de un crimen, considerado como siendo mágicamente la causa de la crisis: Jesús es blasfemado, Edipo ha cometido el incesto y el parricidio; luego de las epidemias de peste, se designaba los judíos acusados de envenenar los pozos o los vampiros cuyos cuerpos cavamos; la verdad es se le niega el beneficio de la enormidad de la acusación: el capitán Dreyfus es un traidor! El tercer estereotipo concierne ciertos signos victimarios fáciles de identificar,  según Mosse; son una monstruosidad física o moral, real o supuesta; Jesús es un galileo un poco rustre, una especie de mendigo, un “pelele” que ofrece la otra mejilla; Edipo es un inmigrante cojo; los judíos tienen la nariz aguileña; las brujas mantienen relaciones diabólicas, etc. El duplicado es el negativo rechazando de un estereotipo social duradero. Históricamente, los parias, los desviados sexuales, los homosexuales, los nerviosos “viciosos”.

El sacrificio del chivo expiatorio permite de restaurar la paz social,  antes de que el proceso comienza en la próxima crisis sea posible.

La gestión de una crisis social con riesgos humanos, reales o supuestos, no puede utilizar las técnicas puestas a punto para administrar las crisis industriales esencialmente mediáticas.

El silencio (falta de arrojo politico, razón de Estado, derecho de reserva, etc) que permitiría el apaciguamiento y favorecería la reflexión, aparece como siendo un escape ante las responsabilidades o del desprecio, favorece los rumores que fomentan la inquietud.

El ataque contra es útil si los líderes tienen un argumento impecable y altamente persuasivo.

Los descartes la responsabilidad en otros reproductores va por la falta de sentido de la responsabilidad que socavan la confianza del público, pero es útil, cargos siles son moderados y justificado.

Es necesario el control y la destilación de información para «calmar las cosas» y proporcionan respuestas como el desarrollo de la encuesta: Esta técnica irrita los medios de comunicación, exige un gran dominio y se enfrenta al riesgo de fugas internas y de entusiasmos imaginarios (rumores).

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