Los extremos de la inflación
Se considera el desempleo y la inflación como los dos grandes problemas del Sistema Económico Capitalista, la combinación de los mismos dio lugar en el pasado al surgimiento de regímenes fascistas en Europa.
Cuando la economía no funciona la población busca soluciones urgentes a estos dos problemas. Hoy se concluye que La Segunda Guerra Mundial fue el resultado de la combinación de la inflación y el desempleo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), impide que haya inflación en sus países miembros, independientemente de que la población de una de esas naciones esté contenta o no, pues lo único que le preocupa es que la inflación no salga de control, mientras el Banco Mundial aboga por reducir el riesgo del desempleo.
Antes del año 1971, no se percibían procesos inflacionarios ya que había un esquema de tipos de cambio fijos, lo cual impedía contagios inflacionarios entre las naciones.
La inflación es el aumento generalizado de los precios a diferentes velocidades. Cuando los índices de precios aumentan a una velocidad menor de 10 o 20% anual, se considera que es una inflación moderada. Aumentos mayores, pero inferiores de 20 o 30% mensual, se consideran inflaciones galopantes.
Por encima de este último porcentaje, la inflación se convierte en hiperinflación. Algunos economistas consideran que 50% mensual es la medida de la hiperinflación.
La inflación moderada es la mejor condición de la economía, se sugiere inflación menor a 10% anual por cuestiones de experiencia, pero no hay razones fuertes para designar un número específico.
La inflación tiene dos consecuencias importantes: redistribuye la riqueza y distorsiona los precios relativos. La redistribución de la riqueza no tiene nada que ver con lo que normalmente se piensa cuando se habla de distribución del ingreso.
La distribución de la riqueza originada por la inflación es una redistribución negativa, ya que hace más ricos a los ricos y más pobres a los pobres.
Al incrementarse el nivel de precio, el dinero pierde poder de compra de los bienes respecto a los activos fijos.
Los activos fijos van incrementando su valor contra el dinero: las maquinarias, edificios y terrenos suben de valor súbitamente. Quienes son dueños de estos activos aumentan su riqueza; al mismo tiempo, quienes no poseen estos bienes ven disminuir las posibilidades de adquirirlos.
Cuando la inflación no es anticipada, esto es, cuando el dinero pierde más valor del esperado, quienes tienen deudas en pesos las ven disminuir en términos reales; y quienes son acreedores se vuelven menos ricos por el momento, esto es debido a que las tasas de interés suben más lentamente que los precios y los préstamos se vuelven menos atractivos como negocio.
Lo contrario ocurre, cuando la inflación disminuye de forma no anticipada, las tasas de interés se reducen a menor velocidad que los precios y es entonces cuando los acreedores tienen una ganancia adicional (Macario Schettino, 2002).
La inflación se genera por una sobreoferta monetaria, pues al incrementar el gasto público para reducir el desempleo, se incrementa el nivel de los precios.
También se da la inflación de oferta o estanflación la cual consiste en la combinación de estancamiento económico (Contracción del producto) e inflación, esto se origina cuando se tiene un incremento de salarios o de margen de ganancia, es decir, cuando aumentan los costos de producir una cierta cantidad de mercancías, por esta razón la inflación se conoce como inflación de costos.
Así mismo existe la inflación inercial, la cual es consecuencia de alguno de los dos tipos de inflación anteriores, pero requiere valor propio conforme la inflación original sea mayor, la cual tiene su origen en la distorsión de las expectativas que esperan los agentes económicos, lo que da lugar a inflación sucesiva.
También se produce inflación inercial cuando los trabajadores tratan de cubrirse de nuevas inflaciones provocando más inflación debido a aumentos salariales periódicamente.
La lucha contra la inflación existe desde que se conoce el dinero. Los economistas han formulado planes antiinflacionarios los cuales pueden ser ortodoxos y heterodoxos.
El primero es aquel que para eliminar la inflación, se recurre principalmente a políticas monetarias: reducción del gasto público y de la oferta monetaria, liberación de todos los precios, incluyendo el tipo de cambio, recaudación efectiva, incluso con el uso de la fuerza.
En contraste, un plan heterodoxo incluye restricciones directas a los mercados: controles de precios y cantidades, control de cambios, cierta libertad de política fiscal, entre otras.
Por otro lado también se origina la deflación la cual tiene su causa cuando la oferta de bienes y servicios en una economía es superior a la demanda: el sector empresarial se ve obligado a reducir los precios para poder vender la producción y no verse obligado a acumular stocks.
Este desajuste entre oferta y demanda puede venir por dos motivos: insuficiencia de demanda y exceso de oferta.
El pasado viernes 10 de abril del año en curso el Banco Central de la República Dominicana anunció haber registrado la inflación más baja ascendente a 0.16% en 16 años de economía, la cual favoreció en el primer trimestre de 2015 en mayor medida a los sectores de más bajos ingresos de la sociedad, como los quintiles (niveles de ingresos) uno y dos que representan el 40% de la población.
Mientras la meta de inflación se cumpla, es decir, entre 3% a 5%, no existiría ningún inconveniente, el problema surgiría si cae estrepitosamente la demanda, muy por debajo de lo planeado que afecte la producción y el empleo.
Como se percibe, todos los extremos son malos, lo que se espera es que haya equilibrio, arte e inteligencia en el diseño de las políticas económicas a los fines de evitar distorsiones que lleven al país a una situación insostenible desde el punto de vista económico y financiero.
felix.felixsantana.