Los empresarios al poder: una aventura muy peligrosa
Las dos primeras etapas, ya realizadas, empezaron con su labor de gran “armador” y virtual Primer Ministro en los gobiernos del líder de su partido, Leonel Fernández, esa fue la primera fase. Durante ese ciclo, Medina pudo levantar un emporio de dimensiones tales, que le permitió dejar el gobierno y, aun así, desarrollar un gigantesco proyecto político, cuya característica principal era, su elevado costo de operación.
Su famosa frase, admitiendo la derrota ante Fernández en mayo de 2007, “el estado se impuso”, ahora resulta un chiste rancio, un contrasentido. Habidas cuentas de que su proyecto contaba con tantos recursos, que podía competir de “tú a tú” con cualquier capital, incluido el del Estado. La diferencia no la hizo el poder del dinero, como pretendió Danilo Medina en su momento sino, la idiosincrasia de un partido que ya había probado las mieles del poder y no estaba dispuesto dar un “salto al vacío”.
Un componente emocional: el carisma del presidente, que, sumado al olfato y sentido de sobrevivencia de los dirigentes peledeístas, vieron en la reelección de Fernández, la mejor opción para mantenerse a las sombras del poder, con todas las consecuencias que se desprenden del hecho.
La segunda fase del “Proyecto Danilo” se pudo implementar, gracias al apoyo decidido que Fernández le brindó, quien no tenía -en ese momento- ni idea de los demonios que aguijoneaban la mente de su antiguo amigo, colaborador y lugarteniente. Ya con el poder en las manos, Danilo Medina empezó a mover sus cartas; y lo hizo casi de inmediato.
Primero fue lo del maletín lleno de recibos, después la mentirilla del 97/3 con la Barrick Gold y mas luego, apodera al tránsfuga de Claudio De Los Santos para lo de Quirino. Firma todos los acuerdos para que le permitan la reelección y al final, termina “cubeando” a todo el país, incumpliendo con lo acordado.
Pero cuidado, todos estos hechos, tan diferentes uno de los otros, tenían una común intención, y era impedir la vuelta al poder de su contrincante Leonel Fernández, con una segunda re postulación de Medina. Y si es que no se pudiera hacer la modificación constitucional necesaria -como en efecto, no se pudo- por lo menos, tratar de impulsar un candidato que garantice los planes originales de su proyecto.
Dichos planes, en este momento, consisten en “entregar” el poder político a un empresario de su entorno, para viabilizar el control de un partido, que, de hecho, ya funciona como una compañía por acciones. De tener éxito, en Octubre y posteriormente en Junio de 2020, el “presidente virtual” sería juramentado el 16 de Agosto.
Con estos precedentes, resulta fácil adivinar cuál será la ocupación futura de nuestro mandatario actual, cuando el retiro ya sea impostergable. Esté usted seguro que lo veremos fungiendo de CEO en una gran corporación comercial, de capital dominico-chino y desde luego, como “presidente real” del país.
Nótese que los ex mandatarios, cuando tienen interés genuino de seguir sirviendo a su pueblo, lo que hacen es establecer una fundación, por lo general educativa, que coadyuve al desarrollo del país y al afianzamiento institucional de su juventud.
Pero Danilo Medina no está para tales blandenguerías. En busca de poder futuro y capital fresco -mas del que ya produjeron los combustibles y sus derivados- se lanzó a la infeliz aventura de pactar con el gigante oriental, el imperialismo chino. La “infelicidad” de esta “vuelta” del Cartel Económico del Sur, no la padecerán sus jefes sino, los dominicanos de a pié, debido a las previsibles represalias que pudieran venir del enemigo #1 de China en esta guerra comercial.
Solamente a manera de información, nótese que, en USA, que enfrenta comercialmente a China en estos días, vive cerca del 15% de la población dominicana. Una comunidad de criollos, que envía gratuitamente, mas de diez mil millones de dólares al año, a un país que ahora, se coloca en la línea de fuego de la nación que le sirve de anfitrión.
Y todo por la decisión de su presidente que, en aras de reasegurar mas su poderío económico, pacta irreflexiva e irresponsablemente, con el Imperio de Oriente. Por suerte, los dominicanos tenemos aún oportunidad de detener esos planes maléficos del Cartel Económico del Sur, y lo haremos el 6 de Octubre.
¡Vivimos, seguiremos disparando!