Los beneficios de donar sangre
Ceder parte de nuestra sangre ayuda a salvar vidas, pero además de la satisfacción de hacer algo maravilloso por los demás, la donación también puede favorecer la salud de quien lo practica, según indican varios estudios.
“La sangre permite aumentar la esperanza y la calidad de vida de pacientes con enfermedades potencialmente mortales y llevar a cabo procedimientos médicos y quirúrgicos complejos. Asimismo, es fundamental para tratar a los heridos durante urgencias de todo tipo (desastres naturales, accidentes, conflictos armados, etc.) y cumple una función esencial en la atención materna y perinatal”, destaca la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En este sentido, Cruz Roja explica que la sangre obtenida gracias a las donaciones se destina “al tratamiento de muchas enfermedades que producen anemia, al tratamiento de distintos tipos de cáncer, así como a intervenciones quirúrgicas, trasplantes de órganos y atención ante accidentes, hemorragias y quemaduras”.
Entre los 18 y los 65 años. Además, las transfusiones de sangre son un componente esencial de la atención médica de urgencia.
“En las emergencias aumenta la demanda de transfusiones sanguíneas, que se hacen más difíciles y complejas. Un suministro adecuado de sangre durante las emergencias exige un servicio de transfusiones bien organizado, lo que solo puede garantizarse con la colaboración de toda la comunidad y con una población donante que se comprometa a hacer donaciones voluntarias no remuneradas a lo largo del año”, subraya la OMS.
Del mismo modo, Albert Altés, hematólogo y presidente de la Asociación Española de Hemocromatosis afirma que es importante donar porque la sangre es necesaria para muchos pacientes y no se puede fabricar. “Para hacer transfusiones es preciso que alguien done la sangre”, aclara.
Los especialistas de Cruz Roja precisan que con 450 ml de sangre se pueden salvar hasta tres vidas ya que, al llegar al centro de transfusión, la sangre se divide en tres componentes: hematíes (glóbulos rojos), plasma y plaquetas, que se transfundirán a los enfermos en función de sus necesidades.
Es más, el doctor Altés señala que se puede procesar más para obtener algunos factores de la coagulación necesarios para ciertos pacientes.
El hematólogo recuerda que para ser donante sólo hay que tener entre 18 y 65 años, estar sano y no sufrir enfermedades que puedan contagiarse a través de la sangre.
Las donaciones deben ser altruistas, sin que haya ningún beneficio para el donante. No obstante, el hecho de donar podría repercutir en favor de la salud de quien dona. Esto es muy claro en el caso de las personas con hemocromatosis pues las extracciones de sangre forman parte del tratamiento. Las hemocromatosis son un grupo de patologías causadas por un exceso de hierro en el organismo.
Cuando el cuerpo almacena más cantidad de la conveniente por causas genéticas, estos pacientes deben someterse a flebotomías (extracciones de sangre) con regularidad”, indica el doctor Altés.
En este sentido, el galeno aclara que la sangre de los pacientes con hemocromatosis es apta para la donación, siempre y cuando esa persona no sufra otros trastornos que pudieran afectar a la transfusión.
La donación podría repercutir en una menor incidencia de cáncer. Pero las personas sin hemocromatosis también pueden verse favorecidas si ceden sangre. “Algunos médicos pensamos que es muy probable que la donación sanguínea beneficie al donante en algunos aspectos: en su nivel de azúcar, su tensión arterial y su nivel de lípidos. Además, creemos que podría ayudar a disminuir el riesgo de cáncer y de diabetes”, apunta.
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