Los alumnos destacados del castrismo
En medio de su delirio de grandeza, magnificado con su triunfo guerrillero y bajo el clamor del pueblo embebecido, el megalómano líder cubano, Fidel Castro, montó en 1959 su circo “revolucionario”, con el que ya tiene más de 55 años entreteniendo al pueblo cubano y al mundo con su inagotable histrionismo circense.
Y como al maestro bufón le ha ido muy bien en su dilatada actuación, pues sus aduladores alumnos y fieles seguidores de su malogrado proyecto político revolucionario, quizás por sugerencia del propio líder, copian fielmente sus enseñanzas teatrales.
Tuvo en Hugo Chávez, un alumno muy destacado en calcarlo, tanto en su megalomanía, su incontinencia verbal, como en el caudal de sofismas y manipulaciones, denuncias de atentados, entre otros atributos, en los que el dictador cubano ha sabido ampliamente destacarse.
Otro destacado pupilo del barbado personaje, lo es el ecuatoriano Rafael Correa, también conocido por sus constantes bravuconadas, manipulaciones, sofismas, fanfarronerías y otras diabluras dictatoriales, que les sirven de base a sus planes de perpetuarse en el poder. No se pueden quedar fuera de la lista los demás dictadores de la mentada ALBA: Daniel Ortega y Evo Morales.
Sin embargo donde se le puso la tapa al pomo; donde se rompió el record de la bufonería barata y sin sentido es en la persona del aspirante a reyezuelo, Nicolás Maduro. Quien en su excesiva y hasta ridícula y mala imitación de su padre putativo, Hugo Chávez, no mide las consecuencias de sus enajenadas y peligrosas acciones politiqueras.
Al susodicho parece que la caída estrepitosa de los precios del petróleo, y ahora las sanciones del gobierno estadounidense contra funcionarios de su régimen corrupto, han provocado en su personalidad una alteración desbocada, que lo tiene fuera de sí.
Su deslenguamiento se ha exasperado a tal grado que llega a lo inaudito. Sus ultimas andanzas de incontinencia verbal lo están llevando a emular al ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega, lo que puede ser para él muy peligroso. El hombre se está metiendo, sin darse cuenta, en camisa de once varas.
Con su acostumbrado lenguaje muchas veces rayando en lo soez, y en desafío insultante al gobierno norteamericano; Maduro, en un momento clásico de histeria, mandó a los Estados Unidos a meterse las visas que les serán negadas a los sancionados por la nueva ley aprobada por el congreso, por donde mejor les quepan. Lo que todo el mundo se imagina por donde es que él insinúa que deben los Yanquis introducírselas…
En su corto periodo de gobierno, el dictador venezolano ha denunciado decenas de planes de atentados en su contra, todavía no esclarecidos, y por supuesto, rápidamente olvidados. Los que muchas veces han ido acompañados de expulsiones de diplomáticos estadounidenses, acusados de ser los planificadores o azuzadores de las supuestas conjuras denunciadas. Con lo que pretende el alumno y lacayo gobernante, superar ampliamente a sus maestros parlanchines, Fidel y Chávez.