Lo sucedido con las modificaciones al Código Procesal Penal
Mucha gente me ha estado preguntando qué fue lo que pasó en la Cámara de Diputados con la aprobación del Código Procesal Penal y se puede resumir en lo siguiente: El proyecto que había sido discutido y estudiado durante años en la Cámara de Diputados perimió en el Senado el año pasado. En agosto pasado el diputado Víctor Suárez introduce un nuevo proyecto en la Cámara y es al momento de conocerlo cuando ocurre la falta grave: a la hora de someterlo a votación no se le presenta como nuevo ni se dice que no era el mismo, sino lo contrario. Si se hubiera dicho que era nuevo, tendría que haber ido a la Comisión o a lo menos puesto a disposición de los legisladores para su conocimiento y luego discutido en el Hemiciclo como lo ordena el Reglamento. Así se habría conocido, por ejemplo, la eliminación del famoso párrafo del artículo 85 que cercena derechos ciudadanos y que formaba parte del proyecto anterior perimido en el Senado. Sin embargo, el trato que se le dio a la hora de conocerlo y someterlo a la consideración y a la votación del Pleno de los diputados fue que se trataba del mismo que se había discutido y aprobado antes y que había perimido. Esas fueron las razones que se argumentaron para tratarlo de urgencia en dos lecturas consecutivas. Para muestra basta el botón de cómo se motivó la votación, según la transcripción oficial de los debates en la Cámara de Diputados: “Diputado Demóstenes William Martínez Hernández: (…) es decir, que estando presentado como está y habiendo sido leído en más de dos ocasiones este Código Procesal Penal, estamos sugiriendo, estamos proponiendo de manera formal, que el mismo sea liberado de lectura y que se proceda a su discusión para ser sancionado en el día de hoy, y por lo tanto, inmediatamente, propondríamos la urgencia del mismo. Gracias, Presidenta”. “Diputada Vicepresidenta en funciones de Presidenta: “Bien. Sometemos, liberar de lectura y de ir a comisiones el proyecto, para que entonces sea conocido en el día de hoy, porque es todo íntegro, viene todo igual, porque ya se ha conocido dos veces, se ha aprobado, lo que vamos hacer es liberarlo de todo procedimiento para que sea conocido en el día de hoy, incluyendo la declaratoria de urgencia, que la había solicitado, ¿eso fue lo que oí?, okey. Bueno, sometemos que sea liberado de todos los procedimientos, de ir a comisión y de lectura, tanto el proyecto como el informe, porque ya ha sido conocido en dos ocasiones y aprobado por esta Sala. A votación, Diputados y Diputadas, voten”. Por esa razón, al revisar toda la documentación relativa a lo ocurrido con “este importante instrumento que tiene que complementar la lucha contra la corrupción en la República Dominicana” he pedido una investigación donde corresponde: en la Cámara de Diputados. Nada de espíritu de cuerpo ni defensa corporativa. Aquí lo que importa es la Institución. Por eso pedí la investigación. Un pedido que reitero porque lo ocurrido atenta contra los cimientos mismos de la Institución, atenta contra la confianza y la credibilidad que nos debemos como colegas, atenta contra la legitimidad de las leyes y resoluciones que aprobamos para el pueblo dominicano, atenta contra la democracia. Para terminar, transcribo aquí un resumen de la solicitud que hice ayer en el hemicicl “Yo he pedido este turno previo para manifestar y compartir con esta Honorable Cámara de Diputados mi preocupación, y solicitar una acción de la misma, como corresponde… (…) mi preocupación tiene que ver con un tema absolutamente fundamental para la Cámara de Diputados, como parte que es de un Poder esencial del Estado dominicano, por su propia institucionalidad y legitimidad. Y aún a riesgo de parecer que insisto demasiado en el tema, lo voy a repetir, porque estoy muy preocupada, porque, insisto, nosotros y nosotras hemos sido elegidos y elegidas para conocer los asuntos de que somos apoderados, para discutirlos en las comisiones. Y hemos sido elegidos para brindar nuestros mejores oficios como servidores públicos, aquí, en este Hemiciclo en el cual nos corresponde debatir, discutir y, finalmente, tomar las decisiones que se entienda mejores, a pesar de que estemos de acuerdo o no con ellas. Por eso las decisiones se toman por votos aquí, no consensuadas. Digo todo esto, porque entiendo que hay, absolutamente, serias faltas en la forma en que el Código Procesal Penal se aprobó en esta Cámara de Diputados. Señor Presidente, el proyecto que se aprobó con el argumento de que era exactamente el mismo proyecto cuyo informe habíamos aprobado, que no tenía diferencias con ese informe que habíamos aprobado en la sesión del 24 al 25 de julio, del 2013, es un proyecto que sí tenía diferencias. Y aquí los Diputados y Diputadas votaron confiando en que se trataba del mismo proyecto, y no, no se trataba del mismo, y en el caso particular… le ruego que me permita concluir, porque estoy hablando de cosas muy importantes para la Nación dominicana… (…)Efectivamente, el artículo 85 fue modificado a propuesta de la Comisión de Justicia, pero lo que la Comisión de Justicia propuso que se modificara fueron los párrafos gramaticales III y IV, no el I, que aparece modificado, y no el II, que desaparece del proyecto de ley… (Luego…) en los debates en los cuales aprobamos -nuevamente de urgencia- rechazar las modificaciones del Senado al Código Procesal Penal, el Senado tampoco había modificado la exclusión de ese párrafo que cercena derechos conquistados por el pueblo dominicano, por los dominicanos y dominicanas. (…) quisiera solicitarle que esta situación vaya a la Comisión de Ética de la Cámara de Diputados para que sea investigada por nosotros mismos. Creo que es la solución institucional que debemos darle a la situación, porque de no hacerlo, además, ese Código y todos y todas nosotras, aunque nos paremos aquí a vocear discursos encendidos, defendiéndolo, sabemos que tiene una falla de origen que puede prestarse a que la aprobación del mismo sea declarada como inconstitucional, como irregular… Apreciados y apreciadas colegas, no insistamos, por favor, en seguir repitiendo conductas que solamente perjudican al pueblo dominicano, y que, especialmente, perjudican a esta Cámara de Diputados, a la que nosotras y nosotros pertenecemos…”