Lo que es y lo que parece en el uso de la lengua (3)

1.   «b de vaca» y «b de burro»

Las letras como las personas tienen sus nombres :“elle” (LL), “ye” (Y), “ene” (N), “erre” (RR), “hache” (H), “efe” (F), “ka“ (K), etc.). Y así como en el género humano el nombre sirve para distinguir una persona de otra, en el abecedario, los nombres de los signos gráficos que lo conforman permiten diferenciar un signo de otro. Es el caso de las grafías “b” y “v”.Aunque fonéticamente se pronuncian de la misma forma, una y otra acusan notables diferencias, no sólo ortográficas, sino también nominales. La primera se llama be (denominación recomendable). En América la llaman “be alta” y “be larga”.

La segunda se denomina “uve” (recomendable), pero los hablantes americanos suelen llamarla indistintamente “ve corta”, “ve baja” y “ve chica”

En la República Dominicana, como resultado, talvez, de una distorsión en la enseñanza de la lengua española, o de un falso concepto aprendido en la escuela antigua, esa distinción se establece de manera un tanto zoológica o “con pintoresca nomenclatura”, llamándole “be de burro” a la “b” y “ve de vaca” a la “v”.

Se trata del mismo error en que se incurre cuando se habla de “c”( ce )  de casa  y “k” (ca)  de kilómetro”. Es como si se quisiera dejar establecido que aparte de las empleadas para escribir las palabras burro y vaca, existen en nuestro idioma otros tipos de bes.

Conviene aclarar que las letras “b” y “v” representan el mismo fonema /b/ en todos los países de habla española: el sonido consonántico bilabial sonoro /b/, esto es, no existe, como erróneamente se ha enseñado, diferencia alguna en la pronunciación de “b” y “v”. Como bien lo establece al respecto don Manuel Seco en su Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española: 

« La pronunciación de v es en español idéntica a la de b. Las dos letras corresponden a un mismo fonema, /b/; se pronuncian igual, por tanto, cabo y cavo; vaca y baca; sabia y savia; /tubo y tuvo. Pretender pronunciar v con articulación labiodental es un error de algunos locutores y profesores que se pasan de correctos…» (1986:371). Es lo mismo que sucede con la z y la c que precede a las vocales ei. En el español de América y algunos puntos de España, tales consonantes se pronuncian como /s/ (Seseo); aunque sus grafías sean distintas.

En otras palabras, la articulación labiodental de la «v” jamás ha existido en español y mucho menos en el español dominicano. Cuando así ocurre, se trata de un equivocado prurito de corrección basado también en erróneas recomendaciones del pasado.   

2.      Accesar, acceder, accessible y asequible

La confusion es mucho más que evidente, y en virtud de ella surge la vacilación en que se incurre al emplear uno y otro término. De ahí que a una misma persona se le escuche decir: « Quien desee obtener más informaciones, solo tiene que accesar a nuestra página de internet…», « Si desea conocer los resultados de nuestra encuesta, puede acceder a la siguiente dirección…»

Desde el punto de semántico una y otra voz soportan significados distintos, y, por tanto, no deben confundirse:

“Acceder”: significa ‘Consentir lo que alguien solicita, quiere o propone’, ‘pasar’, ‘entrar a un lugar’. En tanto que “Accesar” entraña la idea de ingreso, llegada o acercamiento «El buscador te permitirá accesar a la información que estás buscando».

Conforme a los preindicados conceptos, a una página de Internet o cualquier otro sistema informático se accesa, entra o ingresa; no se accede. Se puede acceder a un puesto de trabajo, a los estudios universitarios, a complacer una solicitud, etc.: “ El funcionario accedió a entregar los documentos al periodista …”

Parecida confusión suele producirse con el uso de los adjetivos “accesible”, que tiene acceso o de fácil acceso, trato o entrada, y “asequible”, que puede conseguirse o adquirirse. Dos ejemplos podrían resultar bastante ilustrativos:

a) « El presidente de la República es poco accesible…»
b)  « Ese apartamento tiene un costo asequible…»
 
 

3.     ¿Analfabeto o analfabeta?  

Acerca del término analfabeto, dice don Mariano Lebrón Saviñón en su libro «Usted no lo diga», lo siguiente : (2008: 32): 

 « No debe decirse analfabeta para aludir alguien que no sabe  leer ni escribir.  Lo correcto es analfabeto. ‟Este muchacho es analfabeto, no analfabeta”. Esta forma existe, pero es la femenina cuando se refiere a una niña o una mujer. ‟ El pobre Juan es un analfabeto y su mujer también es analfabeta” 

  ¿Qué significa eso? 

 Sencillamente que analfabeto es un adjetivo que sufre flexión, accidentes gramaticales o variación, tanto de género como de número. De ahí que si de un ser femenino  se trata, se dirá analfabeta (Esa funcionaria es casi analfabeta) y analfabeto si se refiere a una persona de género masculino (Ese funcionario es casi analfabeto)  

 «Este adjetivo –señala al respecto el ‟Diccionario Panhispánico de dudas” -, usado a menudo como sustantivo, tiene dos terminaciones, una para cada género: «El indio Trinidad era analfabeto y desconocía la aritmética»«Se cree que soy una analfabeta». No debe usarse la forma analfabeta para el masculino, como si fuese común en cuanto al género: «Este es el héroe de millones, un analfabeta funcional que falla goles». (2005:47) 

 No obstante el prescriptivo juicio académico, son muchos los hablantes dominicanos y de otras zonas hispanoamericanas (Colombia, Méjico, Guatemala, Nicaragua, Puerto Rico, Cuba, Perú, Chile, etc.) que emplean esa forma femenina para calificar o modificar el sentido de nombres masculinos. 

 A pesar de eso, apunta el lingüista y filólogo venezolano de origen polaco, Ángel Rosenblat (1902-1984), «… en el castellano general se dice ‟María es una analfabeta”, ‟Juan es un analfabeto” » (‟Buenas y malas palabras”, 2004:91) . « ¿Cómo se explica entonces esa difundida forma en -a para el masculino?» – se pregunta Rosenblat.  

 El propio autor responde que la palabra analfabeta fue adoptada de la lengua italiana por analogía o semejanza formal con otros nombres masculinos terminados en -a: poeta, nauta, acróbata, autodidacta, esteta, políglota, autómata, etc.  « Pero hay que distinguir – aclara el distinguido hispanista – los acabados en -a etimológica (poeta, nauta, etc.)  de los que tienen una -a ultracorrecta, que no se justifica ni por  el griego ni por el latín. De este tipo es autodidacta, muy usado en Hispanoamérica, aunque hay actualmente una fuerte  tendencia a favor de autodidacto, que es lo etimológico y lo académico. Del mismo tipo es analfabeta» (Ídem, 92). En conclusión, como bien lo prescribe el diccionario académico, «No debe usarse la forma analfabeta para el masculino, como si fuese común en cuanto al género» 

 4.     Uso discordante de la variante sí 

 Cuando del uso de la lengua se trata, abundan los errores que de tanto repetirse  semejan o parecen verdades incontrovertibles. Es el caso de la archiusada frase “volver en sí”, bastante concordante o  acertada cuando se refiere a la tercera persona, tanto del plural como del singular  ( él, ella, ellas, ellos ) ; pero muy  discordante o desacertada cuando alude a la primera y segunda persona del singular ( yo, tú ), o a la primera persona del plural ( nosotros ) 

Conforme al juicio precedente, vale recordar que al pronombre de tercera persona corresponde, entre otras, la variante si; al de primera persona ( yo ) , la variante mi ; al de segunda persona ( tú ) , la variante ti , y al  de primera persona del plural ( nosotros )  la variante nos. Y merced a esta aclaración, carecerían de pertinencia sintáctica, oraciones del tipo:

a) «Perdí el conocimiento y media hora después volví en sí». 

b) « Perdiste el conocimiento y media hora después volviste en sí». 

d) «Perdimos el conocimiento y media hora después volvimos en sí». 

 ¿Por qué razón?

Sencillamente porque cuando se afirma “ volví”, “volviste” o “ volvimos en sí”, en términos morfosintácticos lo que se está expresando es que “ volví”, “volviste” o “ volvimos” en él.

Y por la misma razón, resultarían válidas las formas:

a) «Perdió el conocimiento y media hora después volvió en sí» (él) 

a) «Perdí el conocimiento y media hora después volví en mí» (yo) 

c) « Perdiste el conocimiento y media hora después volviste en ti» (tú) 

d) «Perdimos el conocimiento y media hora después volvimos en nos» (nosotros) 

 4.1. «Dar de sí antes de pensar en sí» 

 Para ilustrar el uso discordante de la variante sí, nada mejor que referirse al famoso y conocido lema que durante muchos años se mantuvo vigente en el mundo rotario : “ Dar de sí, antes de pensar en sí”, con el que Rotary Internacional, organización que tiene entre sus propósitos fomentar el ideal de servicio y desarrollar la buena voluntad, quiso fijar en las mentes de sus miembros la idea de que se debía pensar en dar antes que recibir,  en cuyo caso lo más adecuado hubiera sido expresar : “ Dar de mí, antes de pensar en mí”, sentido que dista bastante de la estructura semántica del lema que  ocupa nuestra atención, toda vez que al decir “ Dar de sí antes de pensar en sí”, lo que realmente se comunica  es “ Dar de él antes de pensar en él”. Y ello así, debido a que “sí ” es variante o forma pronominal correspondiente al pronombre de tercera persona , mientras que “ mí ” es variante  del pronombre de primera persona del singular ( yo ). 

  Un caso igual se revela en enunciados  como «Recuerdo que el golpe que recibiste en la cabeza fue tan fuerte que  durante diez minutos permaneciste  fuera de sí», en vez de  «Recuerdo que el golpe que recibiste en la cabeza fue tan fuerte que  durante diez minutos permaneciste  fuera de ti»
  dcaba5@hotmail.com

JPM

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Miguel Espaillat
Miguel Espaillat
4 Años hace

importantisima informacion gramatical…